miércoles, 13 de marzo de 2013

DESDE LA GRADA: El coche "0" de la discordia

El  Coche ”0” de la discordia

Cuando se anunció el novedoso  proyecto  del coche 0 para los rallys provinciales, no podíamos imaginar la discordia que su aparición podria  generar, en distintos  sectores del automovilismo canario, que no acabamos de entender desde nuestra posición totalmente ajena a la decisión del promotor de la idea, de las Federaciones y de los patrocinadores del vehículo.
Partiendo de la base de que esta medida se dirige a aumentar la seguridad de las pruebas, entendíamos que el consenso y la bienvenida sería mayoritaria hacía la idea, independientemente de sus protagonistas y de la repercusión futura de su implantación para los patrocinadores del proyecto.

La RFEDA impone a todos los organizadores del campeonato nacional la intervención de este vehículo y otros como los R, con el fin de aumentar la seguridad general del certamen según la reglamentación. En esa línea negocia con marcas y patrocinadores la elección del coche y de sus pilotos con total independencia de los intereses organizativos, y como es evidente en fechas recientes, decide modificar o cambiar a los protagonistas del acuerdo.
En este caso, no existe la obligación tácita por parte de las Federaciones isleñas para el uso del coche, y por tanto no entendemos la que se ha “liado” en nombre del posible perjuicio para algunos  patrocinadores de las pruebas. Pero es que además, este vehículo se debe entender como un coche mas de la carrera, con total independencia de la utilización de otros coches que se utilizan en la caravana de las pruebas por diferentes organizadores. El coche 0, será pilotado por tripulantes con licencia y experiencia, con todas las medidas de seguridad reglamentarias y con las garantías de un coche de competición rápido, seguro y eficaz, incluido en la prueba con  los seguros correspondientes. Con ello, se evitaran posibles incidentes (ya ocurridos) con coches y personas no preparados para la misión de garantizar la seguridad de una prueba.

No tiene nada que ver con el resto de vehículos que se usan por el organizador, de acuerdo a sus intereses y patrocinadores, que en ningún caso tienen que verse afectados por esta presencia ya que pueden seguir aportando sus coches para las necesidades del organizador, y por supuesto con las  mismas repercusiones publicitarias que se acuerdan en  los patrocinios de cada evento como son cartelería, placas, pódium, promociones y publicidad en general. Por tanto, no tiene por qué afectar en nada a la negociación de sponsor de los organizadores.
De todo ello, podemos deducir que la discordia generada solo tiene la explicación de la codicia de algunos ante los promotores y patrocinadores de esta idea, que amen de tener un fin lógico de repercusión publicitaria, tiene que ser considerada como una aportación importante a la seguridad de nuestras pruebas automovilísticas.

A lo mejor, en el futuro y ante la expectativa creada, los organizadores y federaciones puedan crear una oferta pública para la adjudicación de esta propuesta, y consensuar la idea ¿con afán recaudatorio? , desligada del objetivo primordial de la seguridad.

 
DESDE LA GRADA.- Columna de opinión del autor

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