<<Unidade, Trabalho, Progresso>>, reza el lema de la República de Cabo Verde. Un lema que Walter Samuel Tavares da Veiga, o Edy, como todos le conocen, ha convertido en su filosofía de vida desde que abandonó su país natal para embarcarse en la aventura del baloncesto. Este curso 2012-2013, histórico para el Club, también quedará como recuerdo imborrable para Tavares. El pívot debutó como profesional con la camiseta del Herbalife Gran Canaria y fue partícipe de las clasificaciones coperas y ligueras. A sus 21 años, 'Big Edy' se volvió más grande y se prepara ya para defender a Cabo Verde en el Afrobasket 2013.
Tras terminar las sesiones de trabajo de postemporada, el gigante pívot de 2,20 metros se sincera. "No esperaba estar ahí este año pero así fue" comenta con timidez vocal y gestual. Aunque su envergadura llame inequívocamente la atención, lo cierto es que Edy es más bien introvertido, aunque muy amigo de sus amigos. Es decir, de sus compañeros. De ellos, cuenta, aprendió mucho en lo que califica como "una temporada muy buena para mí". "He aprovechado mucho los entrenamientos y todas las cosas que me han enseñado tanto los compañeros como Pedro. Siempre estuve atento, aprendí lo máximo que pude y para mí ha sido un año muy provechoso. Además, participar en la Copa del Rey y llegar al semis con mis compañeros, cuando nunca antes se había logrado..." suspira, mientras sus ojos denotan que, en efecto, sigue soñando y sin creérselo. "Fue muy emocionante", concluye.
Si bien la Liga Endesa ya ha echado la llave hasta el próximo curso, es ahora cuando los combinados nacionales se ponen las pilas para disputar diferentes campeonatos. Es el caso de las 16 selecciones que disputarán el Afrobasket 2013, la competición más importante del continente africano. Tavares acude con las pilas puestas para defender la camiseta de Cabo Verde. Para él, "todo lo que he aprendido esta temporada lo puedo aprovechar para mi experiencia en Cabo Verde de este verano", a la vez que añade que personalmente "siento que he mejorado mucho y tengo mucha confianza". El orgullo y la juventud se aúnan en su espíritu para afirmar decidido que "tengo ganas de empezar el campeonato para demostrar eso, hacer algo útil, y ayudar a mi país a llegar muy lejos".
La escuadra caboverdiana hará su quinta aparición en una fase final del Afrobasket, tras no poder haber participado en la última edición de 2011. Cabo Verde quedó encuadrada en el Grupo C tras el sorteo, con la potente Angola, Mozambique y la República Centroafricana. "Queremos luchar por llegar hasta la final. Vamos a darlo todo y no renunciamos a nada" expone sin titubeo alguno Tavares. El objetivo más ambicioso sería, probablemente, el de igualar o superar la actuación del equipo en 2007, cuando los caboverdianos consiguieron el bronce al superar a Egipto por dos puntos. "Nos da confianza de llegar más allá", dice.
Si bien su equipo se encontrará con escollos difíciles de superar, Tavares experimentará por primera vez la diferencia real entre el baloncesto ACB y el africano. Aunque él ya piensa que esta diferencia "es muy grande". "Para mí la ACB es mejor que la competición africana porque es la segunda mejor liga del mundo, tiene a varios de los mejores jugadores del mundo" argumenta, mientras añade que "yo espero aprovechar este nivel de aquí en mi juego de allá. El haber jugado a este nivel me ayudará a jugar mejor", expone.
Walter Samuel Tavares cambiará las palmeras de la Avenida Marítima por las ceibas de Praia. Para él, defender los colores de Cabo Verde se traduce en un suspiro de aun asombro, de mayor sueño. "Para mí es un orgullo inmenso. Nunca hubiese pensado que llegaría al equipo absoluto" admite, a la par que recuerdo que en su "primer año", en el 2011, "fui con la selección y no jugué nada pero ya he tenido más minutos y espero tener oportunidades en este Afrobasket". El torneo se disputará en Costa de Marfil entre los días 20 y 31 de agosto, pero la preparación del joven pívot empezó hace ya varios días.
Paso a paso, salto a salto. Los centímetros podrán ser siempre los mismos, pero la sombra de Edy va creciendo cada día que pasa sudando y entrenando. Todo por un sueño. Un sueño amarillo que, este verano, defenderá las esperanzas de Cabo Verde.
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