La Unión Deportiva Las Palmas de Sergio Lobera hace aguas por todos lados. Y no en el apartado futbolístico, que podría ser corregible. Psicológicamente el conjunto no está preparado, o al menos no lo ha demostrado. La pasada semana tenía la opción de acercarse al ascenso ante el Castilla y no estuvieron hoy al nivel. Lo de esta tarde con el Recreativo de Huelva es un thriller con una final dramático. Las Palmas se dejó remontar y alegró, con su indecencia, a un Eibar que ha demostrado que con menos tonterías y mucha seriedad el ascenso no es una quimera.
En el momento de dar la cara, en el momento de decir estamos aquí para ascender, se han achicado. No han aparecido, no han mostrado su presumible nivel. Se han derrumbado en el momento de los valientes. Ha tenido Lobera todas las facilidades del mundo en una Liga rácana, de un nivel muy inferior al de otras temporadas. Los amarillos se lo han creído, se han relajado y han puesto todo en manos del resto. Porque esta Unión Deportiva, como el pasado curso, tiene más opciones de clasificarse por los regalos de sus rivales que por su espíritu.
Empezó el encuentro de una manera inmejorable. Un error de Zamora en la zaga onubense habilitó a Aranda para hacer el primero. Nuevamente, como ocurrió en el Alfredo Di Stefano, el equipo rebajó su tensión competitiva. El Recreativo de Huelva se hizo con el encuentro y, con la posesión, puso cerco a la portería de Barbosa y mereció acudir al descanso con algo en su marcador.
Marcó Las Palmas en el primer minuto y el equipo desapareció. Un calco de lo ocurrido el pasado fin de semana en Valdebebas que preocupa y hace dudar de la fortaleza anímica de esta plantilla de cara a unas hipotéticas eliminatorias para el ascenso. Aranda adelantó al representativo pero a partir de ahí las líneas recularon y se sometieron al dominio de un Recreativo de Huelva que buscaba el empate enseñando sus colmillos. Se llegó al descanso con esa victoria parcial favorable a los de Lobera pero las sensaciones no eran alentadoras.
A pesar de ello, la UD fue capaz de ampliar la ventaja a través de una jugada ‘maradoniana’ de Momo que finalizó Aranda con maestría. El partido parecía cerrado. Con dos goles de ventaja y a falta de media hora para el final, pocos podían presagiar un desenlace como el que se produjo. La lluvia hizo acto de presencia como preludio del drama. Deivid coló el balón en su propia portería con mala fortuna y dio alas a los onubenses. La banda derecha que ocupaba Ángel era una autopista para Ezequiel Calvente y fue por ese sector por el que Menosse atacó de cabeza el lanzamiento de falta lateral que llegaba desde el otro lado del campo para igualar el partido.
Había vuelto a ocurrir. Y no se quedó sólo ahí. Ezequiel sentenció el partido ganando la espalda a la defensa – otra vez por el sector izquierdo del ataque recreativista – y anticipándose a todos para colar el balón a la red. Sonido de viento en las gradas y caras de incredulidad sobre el césped. Las Palmas dejó pasar el ascenso en una noche en la que podía haber recortado puntos a sus rivales de arriba al mismo tiempo que se alejaba de sus perseguidores. Pero como suele ser habitual en los últimos tiempos, el equipo volvió a fallar. Papel de regalo, lacito y el ascenso para Eibar.
Unión Deportiva Las Palmas: Barbosa; Ángel, David García, Deivid, Xabi Castillo; Javi Castellano, Apoño (Héctor Figueroa, min. 68); Tana (Nauzet Alemán, min. 73), Valerón (Vicente Gómez, min. 45), Momo; Aranda. Entrenador: Sergio Lobera.
Recreativo de Huelva: Cabrero; Fernando Vega, Ruymán, Zamora (Menosse, min. 4), Cifu; Ezquiel, Dimás, Montoro, Gallegos (Joselu, min. 59); Jonathan Valle, Nong. Entrenador: Sergi Barjuán.
Goles: 1-0, Aranda, min. 1; 2-0, Aranda, min. 56; 2-1, Deivid (p.p.), min. 60; 2-2, Menosse, min. 65; 2-3, Joselu, min. 82.
Ártbitro: Santiago Jaime Latre, comité aragonés. Amonestó por los locales a Ángel; y por los visitantes a Montoro.
Incidencias: 9.323 espectadores en el Estadio de Gran Canaria.
udlaspalmas.net
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