sábado, 15 de abril de 2017

Una U.D. Las Palmas decepcionante, recibe una manita en Bilbao (5-1)

 El Athletic Club de Bilbao asestó un serio correctivo a la UD Las Palmas (5-1) en otra actuación decepcionante como visitante. Pedro Bigas, de cabeza, anotó el único gol de los amarillos.

El Athletic ante su público es un equipo alegre, de buen trato de balón y con un porcentaje de recuperación en campo contrario envidiable. Su fútbol nace en las botas de Raúl García o Iturraspe. Luego todo pasa por Willians o Muniain. Por delante está Aduriz, uno de los mejores cabeceadores de la Liga. En el minuto 7, tras un saque de esquina, Mikel San José marcaba de cabeza el 1-0. Empezaba otro partido encajando un gol demasiado pronto. Un minuto más tarde en pleno vendaval rojiblanco Muniain hacía el 2-0 de falta directa. El comienzo de partido fue tan trepidante que Pedro Bigas (min. 11) acortaba distancias al rematar un córner desde la derecha.
La fragilidad en defensa de Las Palmas le trajo otro disgusto en el minuto 18. Willians cogió la espalda de su marcador y puso en buen centro para que Aduriz, con suspense, batiera por tercera vez a Raúl Lizoain. Par el Athletic Club el partido era como una final. Sus opciones europeas pasaban por ganar hoy. Las Palmas, por su parte, parecía demasiado relajada. Y es que virtualmente para los de Quique Setién los deberes de esta temporada, la permanencia, están hechos. A ese detalle se agarró el Athletic Club de Bilbao para arrollar a su rival. Tana (min. 23) tuvo en sus botas el segundo tanto canario, tras una pared con Jonathan Viera. Con Kepa batido, fue la bota de De Marcos la que se interpuso en el camino hacia la red.
Las Palmas vivió un calvario en su área. Cada pelota centrada acababa en remate. A Aduriz se le anuló un gol por fuera de juego, pero Mikel San José, y las dos balas Willians y Muniain fueron clementes al errar claras ocasiones. En el fútbol de trincheras el Athletic tiene su idiosincrasia. Cada pelota dividida, en cada anticipación aparecía un gigante vestido de rojiblanco para superar la timidez canaria en la pelea.
La segunda parte arrancó con un cambio en defensa; David García por Lemos. Las Palmas continuaba con su juego atropellado. Por San Mamés no se asomó ese fútbol de toque canario que Ernesto Valverde tanto temía. El Athletic seguía a lo mismo. Presión y más presión en la salida de pelota de Bigas o Roque Mesa. Dos goles más de Muniain y Aduriz endurecían más el resultado para los de Setién con media hora aun por delante. Con la autoestima por los suelos, Las Palmas hizo todo lo posible por no encajar más goles. Momo en el minuto 76 se quedó solo ante kepa, pero su vaselina se marchó por encima del larguero. Aplaudió San Mamés un paradón de su portero tras un grandisparo de Livaja. Por destacar algo, el comportamiento ejemplar de los casi 400 aficionados amarillos que viajaron a Bilbao para presenciar el partido.



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