Algunos aficionados del equipo amarillo, quizá
influenciados por sectores mediáticos, siguen convencidos que el equipo es el
mejor de la categoría, a pesar de la marcha irregular y de la evidente trayectoria
negativa. Estos son los ilusos entusiastas a los que algunos árboles de
influencia nos les dejan ver el oscuro bosque de la realidad amarilla.
Otros muchos, con el análisis riguroso y evidente de
la trayectoria real del equipo, se dejan de creencias ilusorias, caminando por
la verdad de los hechos sin dejarse deslumbrar por las aureolas de los
protagonistas de esta gesta irregular y errática en esta liga de la igualdad mediocre.
Capacidad
en duda
El equipo solo ha sido capaz de mostrar sus mejores
galas, en alguna ocasión contada como la del partido de Gijón, pues a pesar de
obtener otras victorias denominadas de “prestigio” fuera de casa, no dejo en
ellas sensaciones de superioridad de un equipo catalogado como excelente y
aspirante a lo mejor.
Calidad
sin rendimiento
A pesar de la indudable calidad individual de
algunos mimbres del equipo, en la mayoría de las ocasiones el conjunto no ha
tenido la actuación grupal y colectiva, que se necesita para ser un aspirante
indiscutible a realizar grandes gestas, practicando muchas veces un juego
ramplón, sin intensidad, sin velocidad ni desborde, y por supuesto sin
definición final que le lleva a un gran déficit de gol, que en definitiva es la
esencia de cada partido.
Igualdad
en la mediocridad
La igualdad de esta liga, destaca por la poca
diferencia de puntos entre las distintas zonas de la clasificación,
consecuencia indudable de la poca calidad general y de la mediocridad instalada
en la competición, con muy pocos equipos que se puedan definir con grandes
opciones ante los demás. De tal forma que los amarillos protagonistas
negativos destacados por fallar en
terreno propio, si hubiesen corregido en la mitad de los puntos esa situación
estarían liderando la lista de la categoría.
La
racha en casa
Se plantea ahora una pequeña reválida en los dos
próximos partidos que se disputaran en nuestro estadio, con el objetivo de
remontar el vuelo y de dar un giro a la situación, especialmente para reafirmar
el crédito del entrenador y de los propios jugadores. Pero lógicamente las
dudas crecen si tenemos en cuenta esa trayectoria negativa en casa, y porque
nos visitan rivales de dificultad como puede ser el Lugo, equipo con una idea
clara del fútbol que practica.
La
necesidad de puntos
Es una realidad que todavía hay tiempo de corregir
situaciones, por los puntos que restan en disputa hasta final de la
competición, pero es evidente que en cada jornada que pasa y a pesar de la
citada igualdad, la brecha puede aumentar y disminuir las opciones de acercarse
al objetivo.
Inestabilidad
y crédito
En un club que no demuestra estabilidad en la
filosofía e idea deportiva, con unos dirigentes que reflejan incoherencias e
incompatibilidades frecuentes, que demuestran improvisación en determinadas
situaciones, y que ponen en entredicho el crédito del entrenador, con
situaciones esperpénticas como las vividas recientemente, la situación se hace más
complicada, a pesar de que se trate de dar una imagen de apoyo presidencialista
y una falsa estabilidad deportiva.
Entrenador
en entredicho
Todo ello conlleva a la duda sobre la capacidad del
entrenador para sacar esta obra adelante, a pesar del precedente de la
temporada pasada, pues cada vez aumentan las dudas respecto a su gestión del
vestuario, y la disposición de los jugadores en el compromiso de llevar este
equipo hacia arriba, hablando en el terreno de juego y no en los sectores
mediáticos. La responsabilidad es compartida y Lobera es solo una parte del
entramado, donde gran parte del mal está en la parcela deportiva y en las decisiones
de los máximos dirigentes, que al final son los que ponen en duda la capacidad
del técnico y la transmiten a los aficionados.
Precedentes
en la utopía
Es una utopía hablar de la historia, de las
estadísticas y de precedentes anteriores para comparar situaciones que nada
tienen que ver, por diversas razones y especialmente por los protagonistas de
entonces y los de ahora, y especialmente por el conjunto de participantes en las
competiciones de épocas pasadas. Es agarrarse a una ilusión fantasma y retórica,
para alimentar una esperanza.
Cambio
de dinámica
A pesar de la igualdad reseñada en la mayoría de
candidatos, cada semana que pasa y en consecuencia a los resultados que se
obtienen se pueden ir abriendo brechas en la clasificación, por lo que la dinámica
de los amarillos debe cambiar en el corto plazo, independientemente de lo que
hagan los demás rivales y sus altibajos.
Desencanto
de la afición
La afición se va cansando de esta trayectoria que no
engancha, y cada semana se muestra el desencanto en la asistencia al estadio,
que a pesar de la fidelidad habitual, disminuye en cada partido. Este debe ser
uno de los motivos de reflexión para todos los componentes de la estructura del
club, y especialmente para los protagonistas en el césped.
En definitiva, que la realidad del entorno amarillo
y especialmente de la afición tiene que alejarse de los cuentos de la lechera,
de las ilusiones falseadas, de las creencias populistas y especialmente de los
mensajes poco realistas, que lo único que pueden es conducir a un frustrante
fracaso si se "desinfla el globo" a pesar del entusiasmo del entorno.
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