Los amarillos llegaron a tener 24 puntos de ventaja pero acabaron sufriendo para tumbar a un combativo UCAM.
“Sin red”, “no más despistes”,… La prensa local se llenaba de ultimátums y el propio Luis Casimiro admitía en rueda de prensa que parecía que al equipo les iba “ir a contrarreloj”. Lo cierto es que tras dos derrotas, el Herbalife Gran Canaria recibía a UCAM Murcia con una necesidad imperiosa de ganar.
El inicio del partido recordó, por momentos, a aquel que midió a los amarillos con Montakit Fuenlabrada en la jornada 5 de la Liga Endesa. Llegaban los isleños con 0-4 y los primeros compases no acompañaron en juego. Cuando las cosas pintaban mal, la afición reaccionó; ocurrió igual ante UCAM Murcia. Los de Óscar Quintana salieron más entonados y mandando en el electrónico. Un triple de Rojas y otro de Campazzo no tardaban en disparar a los visitantes (2-8, minuto 2) provocando los primeros aplausos de apoyo de la grada.
La dinámica siguió igual durante varios minutos hasta alcanzar, con una penetración de Benite, el 10-15 en el electrónico. Fue cuando reaccionó el equipo claretiano. Lo hizo desde la defensa y la intensidad. Y en ambos apartados destacó un Royce O’Neale desbocado. El norteamericano ofreció su mejor versión: la más completa, la de jugador ‘all around’. Aportó puntos, rebotes y asistencias, y lideró un parcial de 12-0 que no solo reactivó a los claretianos, sino que les permitió cerrar el primer acto con una ventaja de dobles dígitos (29-19).
Hendrix, que había dejado la acción del encuentro en el primer cuarto con un poderosísimo mate en la cara de Antelo, sumó un buen 2+1 para mantener la buena racha amarilla. El ataque fluía y la defensa lograba parar a un UCAM Murcia sin muchas ideas. Los triples no paraban de caer en la canasta universitaria; Kuric, Aguilar y Báez enchufaban desde más allá de 6,75 para hacer la brecha más y más grande.
El Herbalife Gran Canaria parecía recuperar esa alegría que caracterizó su juego en la primera fase de la presente Eurocup y anotaba con tremenda facilidad ante la desesperación murciana. Un alley-oop entre O’Neale y Hendrix mandaba la diferencia hasta los 22 (54-31, minuto 18) y los de Quintana lograban recortar distancias antes del final (56-37).
Un partido diferente
Los precedentes no llamaban a la relajación ni a dar nada por hecho. Sobre todo porque restaban todavía veinte minutos. Pero hasta el menos optimista en el Gran Canaria Arena esperaba una segunda mitad, si no placentera, al menos tranquila. Nada más lejos de la realidad.
Facundo Campazzo despertó con dos triples consecutivos y encendió la mecha que necesitaban sus compañeros para creer en que el partido no estaba perdido del todo. Nemanja Radovic le siguió la estela desde la pintura y el acierto en el tiro de los murcianos, necesitados de imprimir un ritmo más elevado al juego, dinamitó el encuentro. En un abrir y cerrar de ojos el parcial fue de 6-17 y UCAM estaba a solo ocho (62-54, minuto 24).
Los claretianos lograron reaccionar y evitar que la remontada fuera mayor, pero el equipo visitante ya había dado con la tecla de la remontada y creían que era posible. Además, el basket average es muy importante en esta ronda y conscientes de ellos, fueron motivándose jugada a jugada. A falta de un cuarto, los isleños mantenían once de ventaja (79-68).
Lo ocurrido en la primera parte quedaba ya muy lejos y era UCAM Murcia quien controlaba el tempo del partido, quien tenía mejores ánimos sobre la pista. Tanto fue así que abrieron el último acto con un parcial de 1-7 liderado por Baron. Un triple del norteamericano les colocaba a solo cuatro (82-78, minuto 34) con un mundo todavía por delante.
El encuentro ganó en intensidad física. Rojas y Campazzo cometieron sendas antideportivas, McCalebb y O’Neale tuvieron que retirarse del partido lesionados,… Fue una auténtica pelea en la que los amarillos lograron mantener la calma para no desviarse del objetivo. Un poderoso mate de Hollins colocaba diez de diferencia pero Antelo replicaba con cinco puntos consecutivos para el 88-83 a dos minutos del final.
En un intenso final, el Herbalife Gran Canaria logró hacer valer la renta para sumar un triunfo importantísimo de cara a las aspiraciones de meterse en los cuartos de final de la Eurocup.
El inicio del partido recordó, por momentos, a aquel que midió a los amarillos con Montakit Fuenlabrada en la jornada 5 de la Liga Endesa. Llegaban los isleños con 0-4 y los primeros compases no acompañaron en juego. Cuando las cosas pintaban mal, la afición reaccionó; ocurrió igual ante UCAM Murcia. Los de Óscar Quintana salieron más entonados y mandando en el electrónico. Un triple de Rojas y otro de Campazzo no tardaban en disparar a los visitantes (2-8, minuto 2) provocando los primeros aplausos de apoyo de la grada.
La dinámica siguió igual durante varios minutos hasta alcanzar, con una penetración de Benite, el 10-15 en el electrónico. Fue cuando reaccionó el equipo claretiano. Lo hizo desde la defensa y la intensidad. Y en ambos apartados destacó un Royce O’Neale desbocado. El norteamericano ofreció su mejor versión: la más completa, la de jugador ‘all around’. Aportó puntos, rebotes y asistencias, y lideró un parcial de 12-0 que no solo reactivó a los claretianos, sino que les permitió cerrar el primer acto con una ventaja de dobles dígitos (29-19).
Hendrix, que había dejado la acción del encuentro en el primer cuarto con un poderosísimo mate en la cara de Antelo, sumó un buen 2+1 para mantener la buena racha amarilla. El ataque fluía y la defensa lograba parar a un UCAM Murcia sin muchas ideas. Los triples no paraban de caer en la canasta universitaria; Kuric, Aguilar y Báez enchufaban desde más allá de 6,75 para hacer la brecha más y más grande.
El Herbalife Gran Canaria parecía recuperar esa alegría que caracterizó su juego en la primera fase de la presente Eurocup y anotaba con tremenda facilidad ante la desesperación murciana. Un alley-oop entre O’Neale y Hendrix mandaba la diferencia hasta los 22 (54-31, minuto 18) y los de Quintana lograban recortar distancias antes del final (56-37).
Un partido diferente
Los precedentes no llamaban a la relajación ni a dar nada por hecho. Sobre todo porque restaban todavía veinte minutos. Pero hasta el menos optimista en el Gran Canaria Arena esperaba una segunda mitad, si no placentera, al menos tranquila. Nada más lejos de la realidad.
Facundo Campazzo despertó con dos triples consecutivos y encendió la mecha que necesitaban sus compañeros para creer en que el partido no estaba perdido del todo. Nemanja Radovic le siguió la estela desde la pintura y el acierto en el tiro de los murcianos, necesitados de imprimir un ritmo más elevado al juego, dinamitó el encuentro. En un abrir y cerrar de ojos el parcial fue de 6-17 y UCAM estaba a solo ocho (62-54, minuto 24).
Los claretianos lograron reaccionar y evitar que la remontada fuera mayor, pero el equipo visitante ya había dado con la tecla de la remontada y creían que era posible. Además, el basket average es muy importante en esta ronda y conscientes de ellos, fueron motivándose jugada a jugada. A falta de un cuarto, los isleños mantenían once de ventaja (79-68).
Lo ocurrido en la primera parte quedaba ya muy lejos y era UCAM Murcia quien controlaba el tempo del partido, quien tenía mejores ánimos sobre la pista. Tanto fue así que abrieron el último acto con un parcial de 1-7 liderado por Baron. Un triple del norteamericano les colocaba a solo cuatro (82-78, minuto 34) con un mundo todavía por delante.
El encuentro ganó en intensidad física. Rojas y Campazzo cometieron sendas antideportivas, McCalebb y O’Neale tuvieron que retirarse del partido lesionados,… Fue una auténtica pelea en la que los amarillos lograron mantener la calma para no desviarse del objetivo. Un poderoso mate de Hollins colocaba diez de diferencia pero Antelo replicaba con cinco puntos consecutivos para el 88-83 a dos minutos del final.
En un intenso final, el Herbalife Gran Canaria logró hacer valer la renta para sumar un triunfo importantísimo de cara a las aspiraciones de meterse en los cuartos de final de la Eurocup.
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