Los amarillos firmaron una mala segunda mitad y se vieron superados por el Montakit Fuenlabrada.
Si bien se trataba de únicamente la segunda jornada del Top16 de Eurocup, ambos equipos se daban cita en la capital con necesidad de ganar. Quizá no imperiosa, pero sí bastante importante. Tras caer en sus respectivos primeros partidos, fuenlabreños y grancanarios se medían en un atípico duelo. Equipos conocidos en un contexto diferente.
Y, por momentos, el choque pareció un entrenamiento. Al menos en los compases iniciales de un primer cuarto de órdago. Sekulic anotó el primer ataque de la noche y Hakanson y Cruz le siguieron con dos triples (8-3, minuto 2) que disparaba al equipo local. Los fuenlabreños convirtieron los primeros siete tiros que intentaron, esto es, cuatro lanzamientos de dos y tres desde más allá de 6,75. Un triple del propio Hakanson ponía el 17-11 en el electrónico llegados al ecuador del primer envite.
El acierto del grupo de Cuspinera era complicado de seguir, pero los de Casimiro encontraban facilidades en ataque para poder seguir la estela de un lanzado Montakit Fuenlabrada. No paraban de anotar los capitalinos, pero sufrían en defensa para parar a hombres como McCalebb o Royce O’Neale. En la última acción del acto, Kyle Kuric hizo su aparición con un canastón sobre la bocina y mostró un anticipo de lo que tenía preparado para el show del segundo cuarto (31-29).
Minuto y medio hubo que esperar para ver la primera canasta del segundo parcial. Parecía que el ritmo anotador iba a bajar, algo lógico por otra parte; pero solo bajó el de Montakit Fuenlabrada. Y es que Kyle Kuric estuvo espectacular. El escolta norteamericano anotó 14 puntos con tres triples y un mate tras pase de alley-oop de Albert Oliver. Él comandó un tremendo parcial de 5-21 que permitía a los claretianos obtener una renta de 14 puntos (36-50, minuto 17).
Lo tuvo que parar Cuspinera y el tiempo muerto surtió efecto. Los fuenlabreños volvieron a ver canasta con facilidad ante la pasividad de un Herbalife Gran Canaria que dejó de anotar con fluidez. La agresividad local aumentó en ambos lados de la pista y un parcial de 13-2 cerraba la primera mitad y mantenía las espadas en todo lo alto (49-52).
Una segunda parte para olvidar
Salin avisaba con un lejano triple en una de las primeras posesiones del tercer acto de que el Granca estaba dispuesto a volver a abrir brecha. O, al menos, eso pareció. Porque la realidad distó mucho de ser esa. Fue el Montakit Fuenlabrada quien tomó las riendas del choque y, desde la defensa, siguió con la remontada iniciada en los compases finales de la primera mitad.
Un triple de Paunic sirvió para completar un parcial de 11-2 (60-57, minuto 24) y poner por delante a los de Cuspinera. El Fuenla ya no miró atrás. Siguió atacando con cierta facilidad mientras el conjunto grancanario carecía de ideas con las que poder sumar puntos. Los tiros no entraban y, por momentos, se sucedían los triples en un carrusel de desacierto. No desaprovechó la coyuntura un equipo local con ganas de dar una alegría a los suyos y seguir soñando en Europa. Jugada a jugada se lo creyeron y, en un abrir y cerrar de ojos, lograron una renta de dobles dígitos que acabó siendo de ocho con un palmeo sobre la bocina de O’Neale (72-64).
La empresa era complicada pero el conjunto de Luis Casimiro había acometido algunas más difíciles. Pero el último cuarto volvió a ser uno aciago en el aspecto ofensivo para un Herbalife Gran Canaria maniatado, sin acierto en el tiro. Y eso que los fuenlabreños tampoco pudieron sumar con facilidad. Oportunidad a oportunidad desaprovechada fue un equipo visitante que acabó sin opciones.
Las diferencias superaron los diez puntos en varios momentos del último acto para acabar justamente en esa decena. Un 85-75 que deja un maltrecho ‘average’ general al que es colista de su grupo. Un Herbalife Gran Canaria que tendrá difícil acceder a los cuartos de final de la Eurocup.
Y, por momentos, el choque pareció un entrenamiento. Al menos en los compases iniciales de un primer cuarto de órdago. Sekulic anotó el primer ataque de la noche y Hakanson y Cruz le siguieron con dos triples (8-3, minuto 2) que disparaba al equipo local. Los fuenlabreños convirtieron los primeros siete tiros que intentaron, esto es, cuatro lanzamientos de dos y tres desde más allá de 6,75. Un triple del propio Hakanson ponía el 17-11 en el electrónico llegados al ecuador del primer envite.
El acierto del grupo de Cuspinera era complicado de seguir, pero los de Casimiro encontraban facilidades en ataque para poder seguir la estela de un lanzado Montakit Fuenlabrada. No paraban de anotar los capitalinos, pero sufrían en defensa para parar a hombres como McCalebb o Royce O’Neale. En la última acción del acto, Kyle Kuric hizo su aparición con un canastón sobre la bocina y mostró un anticipo de lo que tenía preparado para el show del segundo cuarto (31-29).
Minuto y medio hubo que esperar para ver la primera canasta del segundo parcial. Parecía que el ritmo anotador iba a bajar, algo lógico por otra parte; pero solo bajó el de Montakit Fuenlabrada. Y es que Kyle Kuric estuvo espectacular. El escolta norteamericano anotó 14 puntos con tres triples y un mate tras pase de alley-oop de Albert Oliver. Él comandó un tremendo parcial de 5-21 que permitía a los claretianos obtener una renta de 14 puntos (36-50, minuto 17).
Lo tuvo que parar Cuspinera y el tiempo muerto surtió efecto. Los fuenlabreños volvieron a ver canasta con facilidad ante la pasividad de un Herbalife Gran Canaria que dejó de anotar con fluidez. La agresividad local aumentó en ambos lados de la pista y un parcial de 13-2 cerraba la primera mitad y mantenía las espadas en todo lo alto (49-52).
Una segunda parte para olvidar
Salin avisaba con un lejano triple en una de las primeras posesiones del tercer acto de que el Granca estaba dispuesto a volver a abrir brecha. O, al menos, eso pareció. Porque la realidad distó mucho de ser esa. Fue el Montakit Fuenlabrada quien tomó las riendas del choque y, desde la defensa, siguió con la remontada iniciada en los compases finales de la primera mitad.
Un triple de Paunic sirvió para completar un parcial de 11-2 (60-57, minuto 24) y poner por delante a los de Cuspinera. El Fuenla ya no miró atrás. Siguió atacando con cierta facilidad mientras el conjunto grancanario carecía de ideas con las que poder sumar puntos. Los tiros no entraban y, por momentos, se sucedían los triples en un carrusel de desacierto. No desaprovechó la coyuntura un equipo local con ganas de dar una alegría a los suyos y seguir soñando en Europa. Jugada a jugada se lo creyeron y, en un abrir y cerrar de ojos, lograron una renta de dobles dígitos que acabó siendo de ocho con un palmeo sobre la bocina de O’Neale (72-64).
La empresa era complicada pero el conjunto de Luis Casimiro había acometido algunas más difíciles. Pero el último cuarto volvió a ser uno aciago en el aspecto ofensivo para un Herbalife Gran Canaria maniatado, sin acierto en el tiro. Y eso que los fuenlabreños tampoco pudieron sumar con facilidad. Oportunidad a oportunidad desaprovechada fue un equipo visitante que acabó sin opciones.
Las diferencias superaron los diez puntos en varios momentos del último acto para acabar justamente en esa decena. Un 85-75 que deja un maltrecho ‘average’ general al que es colista de su grupo. Un Herbalife Gran Canaria que tendrá difícil acceder a los cuartos de final de la Eurocup.
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