La UD Las Palmas despide 2020 con una nueva derrota (2-0 en Vallecas) y nuevas lesiones en su plantilla profesional. El partido ante el Rayo Vallecano dejó un mal sabor final al año, pese a que durante una hora los jugadores de Pepe Mel mantuvieron intacta su portería y reaccionaron a los contratiempos que encontraron en su camino.
Las dos primeras noticias del encuentro fueron muy preocupantes para el cuerpo técnico amarillo. A los 2 minutos de juego y en el arranque de una carrera, Cristian Cedrés sufría una lesión en solitario que requeriría su inmediato relevo. El extremo grancanario abandonó el campo entre lágrimas y en camilla. Más tarde, en el minuto 23 era Dani Castellano quien debía abandonar el juego por otra lesión.
Los planes del entrenador Pepe Mel se vieron muy alterados por estas incidencias, en una etapa además en la que el Rayo Vallecano buscaba el gol de manera incesante. Alex Domínguez tuvo entonces abundante trabajo, aunque los disparos madrileños se producían a distancia.
Las Palmas fue tomando poco a poco la medida al juego a la media hora, conteniendo mejor los impulsos de su rival y desplegando también sus jugadas hacia el área de Lucas Zidane. En este periodo inicial, fue Alex Suárez el que gozó del mejor remate de los amarillos a la salida de un córner el zaguero remató con la testa que no pudo sorprender a Zidane, porque el meta adivinó su intención.
Todo estaba igualado ya en el descanso del partido, con la reparación de los problemas defensivos iniciales y un mayor control del esférico por parte de los jugadores amarillos. Sin embargo, tras una acción personal de Isi Palazón su compañero Antoñín encontró un balón suelto en el área para marcar a puerta vacía.
Las Palmas lo intentó de distintas formas, pero el segundo gol local, obra de Bebé, acabó por apagar las posibilidades visitantes.
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