La permanencia matemática en la Liga Profesional está ya muy cerca para la UD Las Palmas. Este domingo puso un pie en tierra firme después de ganar 2-0 en un partido que encarriló Maikel Mesa y certificó Araujo, con un gol en cada tiempo.
El conjunto de Pepe Mel olvidó lo ocurrido una semana atrás contra el líder, el RCD Espanyol. Afrontó con un rostro optimista el partido, con modificaciones en el once, y lo encaró pronto con ventaja. Porque el colegiado señaló penalti a los 15 minutos tras una incursión de Rober, que cayó en acción con el central Amo.
Maikel Mesa certificó el 1-0 con precisión, sin titubeos. Y la ventaja tan temprana sirvió para que los grancanarios encontraran un camino ante un rival que se aproximaba también con peligro.
Antes del 1-0 pudo Jesé también marcar, con un lanzamiento que se fue alto. Sin embargo, se produjo un nuevo cambio de planes a la media hora por la lesión de Mesa. El tinerfeño se resintió tras una carrera y debió ser relevado por Kirian, que apenas tuvo tiempo para calentar.
Jesé pudo otra vez anotar el segundo en una acción personal, al borde del descanso, que abortó el portero tras carrera y disparo seco del Gran Canaria.
El peligro inicial de la Ponferradina no lo volvió a sentir la UD Las Palmas durante muchos minutos. Los amarillos manejaron la ventaja sin asumir riesgos. Un remate de cabeza de Valcarce que se perdió por encima del larguero fue el principal intento para empatar el partido.
Las acciones veloces de Jesé y sus combinaciones con Araujo y Rober desordenaban la estructura visitante, aunque no con ocasiones claras para el segundo gol. Hasta que por fin, en el minuto 69, Rober colocó un balón a Araujo frente al portero. El Chino define con serenidad, tras dejar atrás a su par Pascanu.
El tanteador todavía pudo ampliarse en el 77 con un disparo de Ale Díez que el poste repelió hasta un lado del campo. Y en otra acción posterior que malogró Kirian con un disparo suave a las manos del portero, a 10 minutos del final.
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