La UD Las Palmas regresa de Bilbao con un punto en sus alforjas, tras empatar (1-1) este domingo frente a la SD Amorebieta. El partido lo igualaron los amarillos con un excelente tanto de Moleiro, pero todo el esfuerzo posterior para conseguir la victoria no se tradujo en el segundo gol.
La buena noticia de la jornada fue la del regreso a la Liga de Adalberto Peñaranda, que pudo jugar los últimos minutos en Lezama y gozó de una ocasión en el tiempo extra. Sin embargo, el disparo del venezolano lo detuvo el portero local Marino.
El encuentro comenzó torcido para la UD Las Palmas, porque prácticamente desde el inicio se vio por detrás en el marcador. El Amorebieta se adelantó con una jugada clásica de banda, centro y remate de cabeza obra de Guruzeta. Apenas había transcurrido minuto y medio cuando ya el tanteador de Lezama se había movido para el conjunto local. En frío, sin romper a sudar, tocaba reaccionar ante la primera adversidad.
Los amarillos tardaron algunos minutos en tomar posiciones. Fue una virtud la fidelidad al estilo, llevando el balón a ras de suelo para combinar. Aunque también estaban obligados a agudizar el sentido defensivo por los abundantes balones largos o directos de los futbolistas vascos. El equipo local generaba así su fútbol, decorado con un exigente trabajo físico.
Las piezas del equipo grancanario empezaron entonces a conectar en campo rival. Jesé probó a los 18 minutos tras un pase de Moleiro prolongando el balón hacia el área rival. Pero el disparo del capitán amarillo lo controló en el primer poste el meta Marino.
Tras varias nuevas iniciativas llegó al fin el gol isleño antes de la media hora. Los protagonistas fueron Kirian y Moleiro. El jugador de Candelaria lanzó un balón profundo para su compañero juvenil que, al percatarse de la salida de Marino, envió una suave vaselina supera al portero.
La obra de Moleiro daba sentido a la constancia en el juego a ras de suelo. El encuentro ya se había volcado hacia el campo de la SD Amorebieta aunque las siguientes ocasiones no encontraron un remate definitivo para voltear por completo el marcador antes del descanso.
Las Palmas siguió elaborando sus jugadas en la búsqueda del segundo gol tras el descanso. Marino rechazó un remate a Moleiro minutos antes de que Jesé estuviera a punto de alcanzar un centro de Alvaro Lemos en la boca de gol. La jugada se repitió por la izquierda y el segundo remate de Jesé golpeó en el cuerpo de un defensa, ya metido éste en el área pequeña.
Pero fue Raúl Fernández el que evitaría en dos ocasiones las escasas llegadas locales. La más clara en el minuto 86, al rechazar con el pie un disparo raso de Bilbao.
Y en la prolongación Peñaranda cazó un balón bombeado en el área y su disparo, débil, cayó en las manos del portero local. El 1-1 no se alteró.
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