Los amarillos aguantaron dos cuartos y no pudieron llegar a la final.
Club Baloncesto Gran Canaria y Real Madrid se daban cita en la espectacular cancha al aire libre del Muelle Uno para decidir cuál de los dos equipos disputaría la final de la Minicopa. Ambos conjuntos llegaban a la tercera jornada con dos triunfos y ninguna derrota.
Si bien el equipo blanco hizo valer su superioridad física en los primeros compases del choque, el Gran Canaria aguantó el empuje de los madridistas para acabar el primer cuarto once abajo (26-15). Cuando todo parecía indicar que el partido se iba a acabar en el siguiente acto, el acierto exterior de los de David Afonso apretó el luminoso. El conjunto amarillo llegó a ponerse a tan solo dos puntos, aunque al descanso llegó con seis de desventaja (42-36).
El Real Madrid, que hasta entonces había dominado bajo ambos aros, subió la intensidad defensiva en la segunda mitad y acabó por decantar la balanza de su lado con un parcial de 20-7 ante el que poco pudo hacer el conjunto claretiano. El lituano Balciunas y Adrián Nose formaron una temible pareja que capturó 31 rebotes.
Al final del partido, un claro 76-52 que, eso sí, no resta ni un ápice del tremendo mérito de este equipo y de su cuerpo técnico.
Si bien el equipo blanco hizo valer su superioridad física en los primeros compases del choque, el Gran Canaria aguantó el empuje de los madridistas para acabar el primer cuarto once abajo (26-15). Cuando todo parecía indicar que el partido se iba a acabar en el siguiente acto, el acierto exterior de los de David Afonso apretó el luminoso. El conjunto amarillo llegó a ponerse a tan solo dos puntos, aunque al descanso llegó con seis de desventaja (42-36).
El Real Madrid, que hasta entonces había dominado bajo ambos aros, subió la intensidad defensiva en la segunda mitad y acabó por decantar la balanza de su lado con un parcial de 20-7 ante el que poco pudo hacer el conjunto claretiano. El lituano Balciunas y Adrián Nose formaron una temible pareja que capturó 31 rebotes.
Al final del partido, un claro 76-52 que, eso sí, no resta ni un ápice del tremendo mérito de este equipo y de su cuerpo técnico.
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