El Herbalife Gran Canaria se sobrepuso a las bajas para lograr un imponente triunfo ante el Tofas Bursa.
No recibía el Herbalife Gran Canaria al Tofas Bursa en las mejores circunstancias. Con las bajas por lesión de Xavi Rabaseda y Pablo Aguilar, y la rescinción del contrato de Shaquielle McKissic tras lo acontecido en redes sociales los pasados días, los claretianos hospedaban al líder invicto de Turquía con solo nueve jugadores profesionales. En el banquillo, vestidos de corto, los jóvenes Jovan Kljajic y Olek Balcerowski, que ya habían viajado a Madrid con el equipo el pasado domingo.
Como ha venido sucediendo en los últimos años cuando la coyuntura peor se ponía, el capitán Eulis Báez mostró los motivos que le hacen ser líder del vestuario amarillo. El dominicano fue el mejor jugador en el arranque del partido, firmando siete puntos y tres rebotes y poniendo el listón de energía muy alto. Sus compañeros, lejos de no llegar, estuvieron a la altura de las circunstancias. Salió enchufado el conjunto turco (7-10, minuto 5) con sus hombres americanos exhibiendo versatilidad, pero los de Casimiro no se amedrentaron en ningún momento.
Cinco puntos de un Marcus Eriksson titular dispararon a los amarillos para darles la primera renta de la tarde. El sueco, en cuanto pudo zafarse de la defensa otomana, castigó el aro rival sin piedad. El parcial con el que se cerró el cuarto fue de 15-3 con una elevada intensidad de juego por parte de los locales. Conscientes de las dificultades, el coraje característico del ADN del Herbalife Gran Canaria fue el factor desequilibrante (24-16).
La diferencia había llegado a ser de dobles dígitos antes de la canasta final del conjunto turco con la que se cerró el primer acto. Rápidamente se volvió a esos guarismos gracias a la defensa claretiana. Luke Fischer, que en su primer año de profesional está exprimiendo los minutos como el que más, abrió el cuarto con una acción de dos más uno para situar la diferencia en once puntos. No miró atrás un Herbalife Gran Canaria muy enchufado en todo momento, atento a los balones sueltos, a los rebotes en ambos aros y a las líneas de pase.
Los grandes minutos de Fischer culminaron con un alleyoop que el de Wisconsin bajó de los cielos tras salir de las manos de Oriol Paulí. El mate colocaba la ventaja amarilla en 19 (41-22, minuto 16) y el partido parecía roto. Pero lo pareció apenas unos segundos. Tofas Bursa no desesperó y siguió con el plan establecido. Morgan, talentoso pívot con un MVP de la Beko BBL alemana a sus espaldas, volvió loco a su par en todo momento, acabando la primera mitad con 12 puntos en su haber. Ondrej Balvin hacía valer sus centímetros pero poco a poco el Tofas Bursa hizo el mal sufrido menor de lo que podría haber sido, alcanzado el intermedio a nueve (47-38).
Y es que Herbalife Gran Canaria mostró su versión rodillo en el tercer período. Fue un martillo pilón, incensante en la entrega, en el amor propio y el coraje. Llegaba en varias ocasiones Tofas Bursa a colocarse a tan solo diez puntos pero nunca hubo amago real de remontada. Un triple lejanísimo de Marcus Eriksson (62-50, minuto 26) devolvía los dobles dígitos de diferencia al electrónico tras el enésimo empuje individual de Morgan. Si no era él, era Owens, o Kadji, o Crocker. Chispazos de un grupo de jugadores muy talentosos pero que en el Gran Canaria Arena no mostraron su versión cohesionada. Como equipo, los claretianos arrollaron. Paulí acabó un contraataque con mate a pase de Eriksson para firmar un parcial 9-0 que rompía el choque con un cuarto por delante (69-55).
Fischer va por rachas. Y casi todas buenas. Cuando el jugador formado en Marquette está en pista, sabes que va a producir. El norteamericano anotó cuatro puntos sin respuesta en el arranque del acto decisivo. Luke acabaría con 12 puntos en 15 minutos, cerca del punto por minuto al que tiene acostumbrado a la parroquia amarilla. En el tira y afloja, Tofas Bursa se veía muy lejos no solo del triunfo sino de pelear el average particular, situado en cuatro puntos.
Con catorce de diferencia, Gal Mekel dejaba una de las asistencias de la jornada con un pase por la espalda que Anzejs Pasecniks, desde la esquina, convertía en triple. Bajó el ritmo de acierto de ambos equipos y transcurrieron los minutos del desenlace sin mayor interés que el de ver de cuánto podría acabar ganando el Herbalife Gran Canaria. No obstante, Luis Casimiro añadió valor al último minuto y medio. Saltó a pista Olek Balcerowski y, a 44 segundos del final, lo hizo Jovan Kljajic, debutando así. El montenegrino, del año 2001, asistió a Balcerowski para que este sumara sus primeros puntos de amarillo. Y en la última jugada, Jovan lograba anotar a placer para hacer él lo mismo y situar la diferencia final en 21 puntos.
Un triunfo por 92-71 de enorme valor que permite a los isleños auparse a la primera plaza del grupo y tener ganado el average con Tofas Bursa.
Como ha venido sucediendo en los últimos años cuando la coyuntura peor se ponía, el capitán Eulis Báez mostró los motivos que le hacen ser líder del vestuario amarillo. El dominicano fue el mejor jugador en el arranque del partido, firmando siete puntos y tres rebotes y poniendo el listón de energía muy alto. Sus compañeros, lejos de no llegar, estuvieron a la altura de las circunstancias. Salió enchufado el conjunto turco (7-10, minuto 5) con sus hombres americanos exhibiendo versatilidad, pero los de Casimiro no se amedrentaron en ningún momento.
Cinco puntos de un Marcus Eriksson titular dispararon a los amarillos para darles la primera renta de la tarde. El sueco, en cuanto pudo zafarse de la defensa otomana, castigó el aro rival sin piedad. El parcial con el que se cerró el cuarto fue de 15-3 con una elevada intensidad de juego por parte de los locales. Conscientes de las dificultades, el coraje característico del ADN del Herbalife Gran Canaria fue el factor desequilibrante (24-16).
La diferencia había llegado a ser de dobles dígitos antes de la canasta final del conjunto turco con la que se cerró el primer acto. Rápidamente se volvió a esos guarismos gracias a la defensa claretiana. Luke Fischer, que en su primer año de profesional está exprimiendo los minutos como el que más, abrió el cuarto con una acción de dos más uno para situar la diferencia en once puntos. No miró atrás un Herbalife Gran Canaria muy enchufado en todo momento, atento a los balones sueltos, a los rebotes en ambos aros y a las líneas de pase.
Los grandes minutos de Fischer culminaron con un alleyoop que el de Wisconsin bajó de los cielos tras salir de las manos de Oriol Paulí. El mate colocaba la ventaja amarilla en 19 (41-22, minuto 16) y el partido parecía roto. Pero lo pareció apenas unos segundos. Tofas Bursa no desesperó y siguió con el plan establecido. Morgan, talentoso pívot con un MVP de la Beko BBL alemana a sus espaldas, volvió loco a su par en todo momento, acabando la primera mitad con 12 puntos en su haber. Ondrej Balvin hacía valer sus centímetros pero poco a poco el Tofas Bursa hizo el mal sufrido menor de lo que podría haber sido, alcanzado el intermedio a nueve (47-38).
Seriedad, oficio… y Eriksson
El paso por vestuarios cortó la inercia positiva de la escuadra turca y reactivó a un Herbalife Gran Canaria que, eso sí, no pasó por ningún momento especialmente bajo de energía. Albert Oliver anotó la primera canasta de la segunda mitad y acto seguido clavó un triple Marcus Eriksson. Apenas había transcurrido minuto y medio del tercer cuarto pero el técnico visitante se veía obligado a pedir tiempo muerto. Como consciente de que las opciones de victoria podían pasar ya por ahí a pesar de tener más de 18 minutos por delante. Quizá no le faltó razón.Y es que Herbalife Gran Canaria mostró su versión rodillo en el tercer período. Fue un martillo pilón, incensante en la entrega, en el amor propio y el coraje. Llegaba en varias ocasiones Tofas Bursa a colocarse a tan solo diez puntos pero nunca hubo amago real de remontada. Un triple lejanísimo de Marcus Eriksson (62-50, minuto 26) devolvía los dobles dígitos de diferencia al electrónico tras el enésimo empuje individual de Morgan. Si no era él, era Owens, o Kadji, o Crocker. Chispazos de un grupo de jugadores muy talentosos pero que en el Gran Canaria Arena no mostraron su versión cohesionada. Como equipo, los claretianos arrollaron. Paulí acabó un contraataque con mate a pase de Eriksson para firmar un parcial 9-0 que rompía el choque con un cuarto por delante (69-55).
Fischer va por rachas. Y casi todas buenas. Cuando el jugador formado en Marquette está en pista, sabes que va a producir. El norteamericano anotó cuatro puntos sin respuesta en el arranque del acto decisivo. Luke acabaría con 12 puntos en 15 minutos, cerca del punto por minuto al que tiene acostumbrado a la parroquia amarilla. En el tira y afloja, Tofas Bursa se veía muy lejos no solo del triunfo sino de pelear el average particular, situado en cuatro puntos.
Con catorce de diferencia, Gal Mekel dejaba una de las asistencias de la jornada con un pase por la espalda que Anzejs Pasecniks, desde la esquina, convertía en triple. Bajó el ritmo de acierto de ambos equipos y transcurrieron los minutos del desenlace sin mayor interés que el de ver de cuánto podría acabar ganando el Herbalife Gran Canaria. No obstante, Luis Casimiro añadió valor al último minuto y medio. Saltó a pista Olek Balcerowski y, a 44 segundos del final, lo hizo Jovan Kljajic, debutando así. El montenegrino, del año 2001, asistió a Balcerowski para que este sumara sus primeros puntos de amarillo. Y en la última jugada, Jovan lograba anotar a placer para hacer él lo mismo y situar la diferencia final en 21 puntos.
Un triunfo por 92-71 de enorme valor que permite a los isleños auparse a la primera plaza del grupo y tener ganado el average con Tofas Bursa.
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