La UD Las Palmas regresa de Burgos con un nuevo punto en su cosecha, en un partido que sin embargo pudo resolver en la primera mitad. Pero las ocasiones malogradas entonces lo impidieron, para finalizar el encuentro sin movimiento en el marcador (0-0) .
Por primera vez Pepe Mel optó por una alineación en la que se asociaban en el once titular Jonathan Viera y Alberto Moleiro, como dato más llamativo de su inicial decisión en la noche burgalesa. Las Palmas se apropió del balón con ellos desde el primer momento, estableciendo las condiciones del encuentro. Y el equipo dirigió incisivas iniciativas de ataque hacia el área del Burgos en la búsqueda del primer gol del partido.
En los primeros compases varias jugadas de los amarillos murieron en el penúltimo pase e, incluso, a los 17 minutos Pejiño probó con un disparo que buscaba la base del poste. Pero en su camino encontró los guantes del meta Alfonso Herrero.
Las Palmas se armó de paciencia moviendo el balón con largas posesiones para localizar alguna fisura en las líneas defensivas rivales. A los 33 minutos llegó una segunda oportunidad con nueva intervención de Pejiño por la derecha, cuyo pase lo remató Viera junto al poste. Y en el 42 fue Viera el que, con una vaselina, colocó a Jesé frente al portero local pero el disparo final lo adivinó Herrero evitando de nuevo que Las Palmas acudiera al descanso del choque con ventaja.
La única ocasión local fue obra de Alegría, que terminó un contragolpe utilizando un taconazo. Estaba atento Raúl Fernández para deshacer la ocasión.
La intensidad ofensiva de Las Palmas decayó mucho en la segunda mitad, ante un rival que no estaba incómodo con el empate sin goles. Mel refrescó piezas en la organización y ataque, para sondear nuevos caminos o de una genialidad.
Pero ya no hubo más ocasiones durante los restantes 45 minutos en el área visitante pese a que los amarillos insistieron hasta el 93. Siempre encontraron a un rival organizado y con numerosos efectivos en zona de retaguardia.
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