El Herbalife Gran Canaria visita a un soñador ICL Manresa

El equipo manresano, marcado en las últimas temporadas por una lucha perpetua con el descenso, ha firmado su mejor primera vuelta en años.

La mano de Navarro

Ibon Navarro llegó al banquillo manresano este verano y revolucionó al equipo. El joven técnico vitoriano, que este fin de semana cumple 50 partidos en la Liga Endesa, confeccionó el equipo que buenamente pudo y le está sacando un rendimiento excelso. El equipo manresano, más allá de limitaciones técnicas, suelen competir al máximo en todos los encuentros, y ha llegado a ganar en pistas como las de Obradoiro, Sevilla o Iberostar Tenerife, demostrando sus capacidades. El ICL Manresa cuenta con 7 victorias en 18 partidos, y un colchón importante de 4 victorias con los dos puestos de descenso.

Un equipo soñador

Durante los primeros compases de temporada, el ICL Manresa se negó a soñar. Junto a Montakit Fuenlabrada y MoraBanc Andorra, los catalanes ocuparon uno de los primeros ocho puestos de la clasificación durante varias jornadas. El sueño, cuando el calendario apretó, se esfumó, pero lo cierto es que en el añejo Nou Congost se mantiene aún ese ambiente de resistencia a lo establecido y oposición a la lógica.

Derrotas como local

El Nou Congost siempre se ha caracterizado por ser una cancha de las que aprietan mucho, pequeña con una buena afluencia de público. Este año sigue siendo así, si bien los manresanos llevan semanas sin poder celebrar un triunfo en casa. Más concretamente, el equipo no gana como local desde el 23 de diciembre, cuando cayó por 86-79 el CAI Zaragoza. A partir de ahí, derrotas contra Laboral Kutxa Baskonia y Dominion Bilbao Basket por muy pocos puntos; y duro castigo ante Real Madrid hace siete días, por 70-102.

No es un cereal pero alimenta igual

Muchas de las victorias del equipo manresano este curso han llegado desde exhibiciones individuales de Dejan Musli. Es cierto que la labor colectiva siempre es importante en este grupo, pero el ICL Manresa tiene en el serbio su principal baza. El pívot es uno de los mejores valorados de la competición con una media de 19,7 créditos, que nacen de 13,6 puntos, 7,5 rebotes y 1,5 asistencias por encuentro. Su temporada, que arrancó como un tiro, ha frenado algo pero sigue siendo de muchísimo mérito.