El equipo isleño luchó durante los 40 minutos para superar a un correoso RETAbet Bilbao Basket.
Sin certeza en el Playoff pero con alguna que otra idea, el Herbalife Gran Canaria recibía al RETAbet Bilbao Basket en la última jornada de la fase regular de la Liga Endesa. Los amarillos, séptimos clasificados, solo podían escalar alguna posición dependiendo de otros resultados; los bilbaínos, por su parte, vieron sepultadas todas sus opciones de postemporada en el encuentro entre semana contra Baskonia.
Con la baja de última hora de Sasu Salin por un esguince en su tobillo derecho, Luis Casimiro introdujo varias novedades en su quinteto de salida. Oliver llevaba la batuta a dos asistencias de convertirse en el segundo mejor pasador de la historia del club, con O’Neale y Paulí en las alas y Aguilar y Pasecniks haciendo de pareja interior. El base catalán abrió la veda con un triple en el primer ataque claretiano, acción que sirvió de anticipo para lo que sería la tónica dominante en todo el acto.
El ritmo anotador fue muy alto, con Royce O’Neale dominando ambos lados de la pista y Oriol Paulí dirigiendo con destreza. El catalán sumó hasta cuatro asistencias en apenas seis minutos, incluida una tras robo para un vuelo sin motor del americano. Una canasta de Buva tras salvar el dos contra uno isleño igualaba la contienda (15-15, minuto 7) después de un pequeño estirón local. Se produjo otro con Bo McCalebb en pista, autor de cuatro puntos consecutivos. Kuric también hacía acto de presencia y obligaba a Durán a solicitar tiempo muerto. A pesar de sus esfuerzos, el base de NOLA siguió tocando a su ritmo para mantener con ventaja a los suyos al término del primer parcial (24-17).
La diferencia rondaba los dobles dígitos pero el croata Ivan Buva, muy incisivo en los primeros compases del segundo cuarto, mantenía en la pomada a los hombres de negro. Una gran circulación de balón permitía a Xavi Rabaseda anotar un triple solo (33-23, minuto 14) para disparar la renta hasta los diez puntos. La asistencia, obra de Albert Oliver, supuso dejar al ex Marcus Norris como tercer mejor pasador de la historia claretiana. Con 35-25 en el electrónico del Gran Canaria Arena, el pívot Eric, una de las sensaciones del curso, entró para imponer su ley.
El contundente interior africano se hizo muy grande en ambos aros, siendo la primera pieza ofensiva y defensiva del equipo vasco. Alfa y omega incluso con más importancia que Mumbrú y su juego en el poste, la irrupción de Eric supuso un parcial de 2-12 en el que él anotó siete tantos, todos consecutivos. Cuando Mumbrú convirtió una canasta acrobática a la media vuelta para empatar (37-37, minuto 19), Casimiro pidió tiempo muerto. O’Neale, desde más allá de 6,75, fue el autor de la última canasta (40-37).
Lapornik volvió a poner las tablas en el marcador a la salida de vestuarios con un triple que suponía sus primeros puntos en la mañana. Pero si hubo un nombre propio ese fue el de Albert Oliver. El catalán fue el mejor jugador amarillo en un día histórico para él, y llevó en volandas a los suyos durante varios momentos un trabado tercer período. Cada vez que los de Casimiro ponían tierra de por medio, los de Durán reaccionaban sin demasiado apuro. Siete puntos casi consecutivos de Oliver, con un triple de Kuric de por medio (55-49, minuto 26), servían para que los isleños volvieran a verse con un cierto colchón.
Pero duró poco la alegría en el barro vasco. El RETAbet Bilbao Basket, a base de interrupciones y un juego de cadencia lenta, siguió mermando la moral de un Herbalife Gran Canaria que quería sonreír y correr, pero que no encontraba la manera de hacerlo. Todorovic puso las cosas en un puño antes de que Báez alargara un poco más el chicle (62-59).
Si bien siempre se vio por delante, al Herbalife Gran Canaria le costó entrar en un ritmo cómodo para el juego propuesto por Luis Casimiro. Los claretianos siguieron acumulando pequeñas rentas de cinco puntos para ver cómo, sin demasiado esfuerzo, los bilbaínos las echaba por tierra. Bo anotó a pase de Paulí (66-59, minuto 32) para poner siete puntos de diferencia en los primeros momentos del cuarto. Reaccionó un RETAbet Bilbao Basket paciente con un parcial de 0-7 que les sirvió para igualar el electrónico.
Paulí, con minutos en pista, fue uno de los jugadores más eficaces para los isleños y dejó la jugada de la mañana: con apenas tres segundos en el reloj de posesión, clavó un triple desde el logo de la isla en el centro de la pista. Y no solo fue espectáculo, sino un triple que llegaba en un momento de necesidad. Los amarillos volvieron a intentar escaparse con un mate de Pasecniks (77-70, minuto 36) pero no había manera. Una y otra vez el equipo vasco volvía en el marcador y una canasta a placer de Tabu obligaba a Casimiro a pararlo con 79-77 en el luminoso y menos de dos minutos por disputarse.
Los compases finales fueron movimientos de ajedrez de ajedrecistas, eso sí, algo inexpertos. Los fallos condenaron la posible remontada de los vascos, que no pudieron meterle mano a un Herbalife Gran Canaria que, como siete días atrás, se mostró sólido y tranquilo en los últimos momentos de igualdad. Victoria número 21 para un Herbalife Gran Canaria que espera rival en Playoff.
Con la baja de última hora de Sasu Salin por un esguince en su tobillo derecho, Luis Casimiro introdujo varias novedades en su quinteto de salida. Oliver llevaba la batuta a dos asistencias de convertirse en el segundo mejor pasador de la historia del club, con O’Neale y Paulí en las alas y Aguilar y Pasecniks haciendo de pareja interior. El base catalán abrió la veda con un triple en el primer ataque claretiano, acción que sirvió de anticipo para lo que sería la tónica dominante en todo el acto.
El ritmo anotador fue muy alto, con Royce O’Neale dominando ambos lados de la pista y Oriol Paulí dirigiendo con destreza. El catalán sumó hasta cuatro asistencias en apenas seis minutos, incluida una tras robo para un vuelo sin motor del americano. Una canasta de Buva tras salvar el dos contra uno isleño igualaba la contienda (15-15, minuto 7) después de un pequeño estirón local. Se produjo otro con Bo McCalebb en pista, autor de cuatro puntos consecutivos. Kuric también hacía acto de presencia y obligaba a Durán a solicitar tiempo muerto. A pesar de sus esfuerzos, el base de NOLA siguió tocando a su ritmo para mantener con ventaja a los suyos al término del primer parcial (24-17).
La diferencia rondaba los dobles dígitos pero el croata Ivan Buva, muy incisivo en los primeros compases del segundo cuarto, mantenía en la pomada a los hombres de negro. Una gran circulación de balón permitía a Xavi Rabaseda anotar un triple solo (33-23, minuto 14) para disparar la renta hasta los diez puntos. La asistencia, obra de Albert Oliver, supuso dejar al ex Marcus Norris como tercer mejor pasador de la historia claretiana. Con 35-25 en el electrónico del Gran Canaria Arena, el pívot Eric, una de las sensaciones del curso, entró para imponer su ley.
El contundente interior africano se hizo muy grande en ambos aros, siendo la primera pieza ofensiva y defensiva del equipo vasco. Alfa y omega incluso con más importancia que Mumbrú y su juego en el poste, la irrupción de Eric supuso un parcial de 2-12 en el que él anotó siete tantos, todos consecutivos. Cuando Mumbrú convirtió una canasta acrobática a la media vuelta para empatar (37-37, minuto 19), Casimiro pidió tiempo muerto. O’Neale, desde más allá de 6,75, fue el autor de la última canasta (40-37).
Lapornik volvió a poner las tablas en el marcador a la salida de vestuarios con un triple que suponía sus primeros puntos en la mañana. Pero si hubo un nombre propio ese fue el de Albert Oliver. El catalán fue el mejor jugador amarillo en un día histórico para él, y llevó en volandas a los suyos durante varios momentos un trabado tercer período. Cada vez que los de Casimiro ponían tierra de por medio, los de Durán reaccionaban sin demasiado apuro. Siete puntos casi consecutivos de Oliver, con un triple de Kuric de por medio (55-49, minuto 26), servían para que los isleños volvieran a verse con un cierto colchón.
Pero duró poco la alegría en el barro vasco. El RETAbet Bilbao Basket, a base de interrupciones y un juego de cadencia lenta, siguió mermando la moral de un Herbalife Gran Canaria que quería sonreír y correr, pero que no encontraba la manera de hacerlo. Todorovic puso las cosas en un puño antes de que Báez alargara un poco más el chicle (62-59).
Si bien siempre se vio por delante, al Herbalife Gran Canaria le costó entrar en un ritmo cómodo para el juego propuesto por Luis Casimiro. Los claretianos siguieron acumulando pequeñas rentas de cinco puntos para ver cómo, sin demasiado esfuerzo, los bilbaínos las echaba por tierra. Bo anotó a pase de Paulí (66-59, minuto 32) para poner siete puntos de diferencia en los primeros momentos del cuarto. Reaccionó un RETAbet Bilbao Basket paciente con un parcial de 0-7 que les sirvió para igualar el electrónico.
Paulí, con minutos en pista, fue uno de los jugadores más eficaces para los isleños y dejó la jugada de la mañana: con apenas tres segundos en el reloj de posesión, clavó un triple desde el logo de la isla en el centro de la pista. Y no solo fue espectáculo, sino un triple que llegaba en un momento de necesidad. Los amarillos volvieron a intentar escaparse con un mate de Pasecniks (77-70, minuto 36) pero no había manera. Una y otra vez el equipo vasco volvía en el marcador y una canasta a placer de Tabu obligaba a Casimiro a pararlo con 79-77 en el luminoso y menos de dos minutos por disputarse.
Los compases finales fueron movimientos de ajedrez de ajedrecistas, eso sí, algo inexpertos. Los fallos condenaron la posible remontada de los vascos, que no pudieron meterle mano a un Herbalife Gran Canaria que, como siete días atrás, se mostró sólido y tranquilo en los últimos momentos de igualdad. Victoria número 21 para un Herbalife Gran Canaria que espera rival en Playoff.
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