Los amarillos hicieron un gran partido en el Buesa Arena y se quedaron a solo un tiro de poder pasar a semifinales.
La defensa era la idea principal que salía en todas las declaraciones de protagonistas horas antes del decisivo encuentro. Baskonia y Herbalife Gran Canaria se medían otra vez, en otro tercer partido definitivo, y en el Buesa Arena como escenario, con el objetivo de meterse en semifinales para medirse a Valencia Basket. Y la defensa, la intensidad, era el concepto que parecían priorizar entrenadores y jugadores. El inmediato referente de una semana atrás, con un paupérrimo resultado de 71-59, parecía presagiar un encuentro de baja anotación.
Y, de repente, un vendaval. El Herbalife Gran Canaria salió mucho más enchufado al parqué vitoriano, forzando pérdidas en los ataques baskonistas y aprovechando la situación para realizar transiciones rápidas. Báez, en estático y tras jugada individual, prolongaba su estado de gracia para anotar la primera, y luego eran O’Neale y McCalebb (0-6, minuto 2) quienes exhibían explosividad. El Baskonia, que había firmado dos encuentros algo pírricos en el apartado triplista, dinamitó el compás inicial desde más allá de 6,75. Primero Beaubois y luego Kim Tillie. Marcado acento francés para sumar cinco triples seguidos que, en otro contexto, podrían haber servido para cimentar una cómoda ventaja.
No esta vez. Sasu Salin anotó tres triples en un increíble tiroteo con Tillie para mantener al Granca siempre por delante (18-21, minuto 7). Las segundas unidades de ambos equipos hicieron bajar el ritmo anotador y las defensas, poco a poco, fueron apareciendo en el recinto alavés. El conjunto de Sito Alonso se apoyaba en su acierto exterior y en el poder en el rebote ofensivo para evitar que un Herbalife Gran Canaria muy acertado pudiera abrir brecha. Una inteligente canasta de Albert Oliver permitía a los de Casimiro acabar el cuarto con tres de ventaja (20-23).
Los isleños controlaban el partido y se mostraban superiores en diversas facetas, pero eran incapaces de controlar el rebote. La escuadra baskonista se hacía fuerte gracias a las segundas oportunidades, y ganaba terreno a un Herbalife Gran Canaria que seguía disminuyendo su porcentaje de acierto. Los primeros puntos de Kyle Kuric precedieron un parcial de 9-0 liderado por Laprovittola (34-28, minuto 15), que se erigía como líder de los suyos a falta de Shane Larkin, desaparecido en la primera mitad.
El esfuerzo defensivo estaba siendo bueno, pero los rebotes castigaban a los amarillos, que luego tenían mala suerte en balones divididos. Royce O’Neale taponaba la penetración del base argentino pero el balón acababa en manos de Hanga, que clavaba el enésimo triple local. La inercia del partido favorecía a Baskonia pero la figura de Eulis Báez seguía sobrevolando cada acción del encuentro. El dominicano volvió a estar primoroso en su esfuerzo y de sus manos llegaron cuatro puntos que igualaron la contienda antes del descanso (39-39).
Su aparición coincidió con la de un Adam Hanga más participativo pero casi igual de desafortunado. El esfuerzo claretiano tenía nombre y apellido: Eulis Báez Benjamín. El capitán claretiano ejercía de líder para mantener a raya, durante varios minutos, la reacción baskonista. Nico Laprovittola, que ha tenido que coger mucho más protagonismo en esta serie de postemporada tras la baja de Rafa Luz, siguió mostrándose clarividente en ataque. De sus manos salieron varios de los puntos que sirvieron a los de Alonso para igualar el encuentro. A falta de diez minutos, la ventaja claretiana era mínima (56-57).
La primera acción positiva del último período fue esperanzadora. Kyle Kuric recibió tras bloqueo y anotó una suave suspensión. Era su primera canasta lejana y el Herbalife Gran Canaria aguardaba su aparición. Tras un rápido parcial de 5-0 con un impresionante alley-oop incluido de Larkin a Voigtmann, el de Indiana volvió a hacer daño con su primer triple. El constante toma y daca entre ambos equipos entró en un momento de zozobra cuando Shane Larkin se impuso en la anarquía con cinco puntos consecutivos (69-64, minuto 35), lo que provocó el tiempo muerto de Casimiro.
Con Richard Hendrix en cancha, inédito hasta el último cuarto y en el segundo partido de la serie, el Herbalife Gran Canaria se mostró más seguro en el rebote defensivo y los tiradores amarillos dispusieron de opciones más claras. Toda pieza, novedad o movimiento era vital en una partida de ajedrez marcada por la tensión y el nerviosismo. Una temporada llegaría a semifinales y la otra acabaría para uno de los dos equipos.
El tanteo se congeló, y apenas se movía con aciertos desde la línea de tiros libres. Báez estuvo inmaculado en este aspecto con un excelso 12/12. Metió cuatro seguidos para mantener las diferencias en tan solo dos puntos. El marcador señalaba el 73-71 a 1:27 del final. Y no se movió más. El intercambio de tiros acabó con la última posesión para el Herbalife Gran Canaria. No hizo falta Baskonia, que decidió defender. McCalebb aguardó los movimientos de sus escoltas y apareció la oportunidad para Kuric, que salió liberado. El salto fue bueno, la mecánica también… Pero el tiro no besó la red y acabó chocando contra el hierro. Y ahí, los sueños de un Herbalife Gran Canaria poderoso, campeón de Supercopa Endesa, que cerró un curso histórico con más miel en los labios.
Y, de repente, un vendaval. El Herbalife Gran Canaria salió mucho más enchufado al parqué vitoriano, forzando pérdidas en los ataques baskonistas y aprovechando la situación para realizar transiciones rápidas. Báez, en estático y tras jugada individual, prolongaba su estado de gracia para anotar la primera, y luego eran O’Neale y McCalebb (0-6, minuto 2) quienes exhibían explosividad. El Baskonia, que había firmado dos encuentros algo pírricos en el apartado triplista, dinamitó el compás inicial desde más allá de 6,75. Primero Beaubois y luego Kim Tillie. Marcado acento francés para sumar cinco triples seguidos que, en otro contexto, podrían haber servido para cimentar una cómoda ventaja.
No esta vez. Sasu Salin anotó tres triples en un increíble tiroteo con Tillie para mantener al Granca siempre por delante (18-21, minuto 7). Las segundas unidades de ambos equipos hicieron bajar el ritmo anotador y las defensas, poco a poco, fueron apareciendo en el recinto alavés. El conjunto de Sito Alonso se apoyaba en su acierto exterior y en el poder en el rebote ofensivo para evitar que un Herbalife Gran Canaria muy acertado pudiera abrir brecha. Una inteligente canasta de Albert Oliver permitía a los de Casimiro acabar el cuarto con tres de ventaja (20-23).
Los isleños controlaban el partido y se mostraban superiores en diversas facetas, pero eran incapaces de controlar el rebote. La escuadra baskonista se hacía fuerte gracias a las segundas oportunidades, y ganaba terreno a un Herbalife Gran Canaria que seguía disminuyendo su porcentaje de acierto. Los primeros puntos de Kyle Kuric precedieron un parcial de 9-0 liderado por Laprovittola (34-28, minuto 15), que se erigía como líder de los suyos a falta de Shane Larkin, desaparecido en la primera mitad.
El esfuerzo defensivo estaba siendo bueno, pero los rebotes castigaban a los amarillos, que luego tenían mala suerte en balones divididos. Royce O’Neale taponaba la penetración del base argentino pero el balón acababa en manos de Hanga, que clavaba el enésimo triple local. La inercia del partido favorecía a Baskonia pero la figura de Eulis Báez seguía sobrevolando cada acción del encuentro. El dominicano volvió a estar primoroso en su esfuerzo y de sus manos llegaron cuatro puntos que igualaron la contienda antes del descanso (39-39).
Un final de infarto
El Herbalife Gran Canaria aprovechó la reanudación del choque para poner distancia de por medio. El equipo de Luis Casimiro se mostró mucho más acertado y concentrado en los primeros compases de la segunda parte, con un Sasu Salin especialmente brillante en el lanzamiento exterior. Báez seguía sudando orgullo y obligaba a Sito Alonso (39-47, minuto 23) a pedir tiempo muerto ante un parcial de 0-8 para los visitantes. No había aparecido Larkin, pero era inevitable que lo hiciera. El norteamericano protagonizó una acción muy propia de Baskonia: rebote en defensa, transición rápida y triple.Su aparición coincidió con la de un Adam Hanga más participativo pero casi igual de desafortunado. El esfuerzo claretiano tenía nombre y apellido: Eulis Báez Benjamín. El capitán claretiano ejercía de líder para mantener a raya, durante varios minutos, la reacción baskonista. Nico Laprovittola, que ha tenido que coger mucho más protagonismo en esta serie de postemporada tras la baja de Rafa Luz, siguió mostrándose clarividente en ataque. De sus manos salieron varios de los puntos que sirvieron a los de Alonso para igualar el encuentro. A falta de diez minutos, la ventaja claretiana era mínima (56-57).
La primera acción positiva del último período fue esperanzadora. Kyle Kuric recibió tras bloqueo y anotó una suave suspensión. Era su primera canasta lejana y el Herbalife Gran Canaria aguardaba su aparición. Tras un rápido parcial de 5-0 con un impresionante alley-oop incluido de Larkin a Voigtmann, el de Indiana volvió a hacer daño con su primer triple. El constante toma y daca entre ambos equipos entró en un momento de zozobra cuando Shane Larkin se impuso en la anarquía con cinco puntos consecutivos (69-64, minuto 35), lo que provocó el tiempo muerto de Casimiro.
Con Richard Hendrix en cancha, inédito hasta el último cuarto y en el segundo partido de la serie, el Herbalife Gran Canaria se mostró más seguro en el rebote defensivo y los tiradores amarillos dispusieron de opciones más claras. Toda pieza, novedad o movimiento era vital en una partida de ajedrez marcada por la tensión y el nerviosismo. Una temporada llegaría a semifinales y la otra acabaría para uno de los dos equipos.
El tanteo se congeló, y apenas se movía con aciertos desde la línea de tiros libres. Báez estuvo inmaculado en este aspecto con un excelso 12/12. Metió cuatro seguidos para mantener las diferencias en tan solo dos puntos. El marcador señalaba el 73-71 a 1:27 del final. Y no se movió más. El intercambio de tiros acabó con la última posesión para el Herbalife Gran Canaria. No hizo falta Baskonia, que decidió defender. McCalebb aguardó los movimientos de sus escoltas y apareció la oportunidad para Kuric, que salió liberado. El salto fue bueno, la mecánica también… Pero el tiro no besó la red y acabó chocando contra el hierro. Y ahí, los sueños de un Herbalife Gran Canaria poderoso, campeón de Supercopa Endesa, que cerró un curso histórico con más miel en los labios.
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