El equipo claretiano logró llevarse un auténtico partidazo en el tiempo extra, y sigue soñando con las semifinales.
Tras vencer al Real Madrid y convertirse en la gran sensación de las jornadas inaugurales de la Fase Final, el San Pablo Burgos retaba al Herbalife Gran Canaria en un partido con olor a final. Los claretianos buscaban la segunda victoria para apurar opciones y los burgaleses encadenar el tercer triunfo consecutivo para no despertar del sueño.
Los dos primeros minutos fueron una demostración de garra defensiva por parte de ambos equipos. Las situaciones de tiro eran incómodas y se sudaba sangre para anotar. Salvó fue el protagonista de la primera canasta, remontando línea de fondo y haciendo daño en la pintura ante Demonte Harper, que además cedía el tiro libre que transformaba el catalán de San Pablo Burgos. Respondía en el siguiente ataque Omar Cook con un triple en el que Fitipaldo poco más pudo hacer, llegando a puntear y hasta a rozar la bola.
El base neoyorquino del Herbalife Gran Canaria tomaba galones y mantenía el ritmo ofensivo exhibido en el último cuarto ante MoraBanc Andorra. Una canasta individual y una asistencia para el triple de Costello (11-5, minuto 6) disparaba a un conjunto claretiano que estaba siendo capaz de anular las alternativas ofensivas del rival. Sin embargo, Fitipaldo conectaba el primer alleyoop con Lima y, acto seguido, Bassas, que saltaba a pista, hacía daño a Cook en el ataque. El cubano Rivero consumaba la remontada desde más allá de 6,75 (11-13, minuto 7) para poner el parcial en 0-8. Respondía Bourousis, que tras dos rebotes ofensivos empataba la contienda antes del primer tiempo muerto de la tarde.
Tras el tiempo muerto, el pívot griego siguió percutiendo en la pintura, sumando tras rebote y luego asistiendo a un triple de Lecomte. Arrancaba de nuevo San Pablo Burgos con un parcial de 0-6, pero Bourousis igualaba con su segunda acción de 2+1 del día. Benite, sobre la bocina, ponía en vanguardia a los burgaleses (21-24).
El segundo cuarto lo abría Bassas desde el tiro libre aprovechando una más que rigurosa falta antideportiva de Lecomte. El base catalán convertía uno de sus dos lanzamientos para ampliar la renta azulilla. Respondía sin titubeos el ‘Granca’ con una bandeja de Beirán tras robo y una buena canasta de Burjanadze (25-25, minuto 12) que colocaba el partido en tablas. Ambos equipos intercambiaban golpes: buenas defensas, tiros de mérito e intensidad en todas y cada una de las acciones.
Omar Cook seguía en estado de gracia y comandaba unos buenos minutos de su equipo, anotando y asistiendo a Costello en un contraataque (32-29, minuto 26) que cabreaba a Peñarroya. Intentaban reaccionar los burgaleses, pero el ‘Granca’ mantenía la inercia positiva. Todos los tiros rivales parecían punteados, y los de Katsikaris corrían. Faltó acierto en esos buenos minutos, eso sí, para evitar que San Pablo Burgos recuperara el aire. Sin embargo, el conjunto claretiano mantuvo su seriedad en el plan de juego y lograba alcanzar el descanso con la mejor ventaja de la tarde (40-34).
La pareja de viejos rockeros del Herbalife Gran Canaria, autora de 20 de los 40 puntos de los amarillos en la primera mitad, afinaba la guitarra tras el paso por vestuarios. Cook conectaba con Bourousis, que sumaba bajo el aro. Aguilar respondía de tres y el griego demostraba saber hacer lo mismo. El partido transcurría con una igualdad absoluta apenas rota, por momentos, por acciones de talento individual. Dos tiros libres de Lecomte (47-47, minuto 26) ponían el enésimo empate en el luminoso. El belga y Rivero protagonizaron un bonito duelo de anotación en el que Benite aparecía para alcanzar la quincena de puntos (50-53, minuto 27) y dar ventaja a los suyos.
Katsikaris paraba el partido en busca de soluciones. San Pablo Burgos dominaba el ritmo y el nivel físico del partido y el ‘Granca’ sufría para hallar el camino hacia el aro. Desde la defensa, mostrando una versión muy sólida, el equipo claretiano logró reponerse y recuperar la delantera con los primeros puntos de Okoye y con dos más de Lecomte desde el tiro libre. Los insulares asumían el control, y a pesar de un triple de Benite -18 puntos en ese momento-, la ventaja amarilla era de cuatro puntos a falta de un cuarto (60-56).
Si bien Benite estaba mostrando su capacidad ofensiva, quien andaba algo desaparecido era Thad McFadden. Con una media de 15 puntos en las dos anteriores citas, su explosión era cuestión de tiempo. El americano, que había sumado solo 3 puntos en los primeros tres cuartos, abrió fuego con un 2+1 en la primera posesión. En defensa, no obstante, sufría con su emparejamiento con Rabaseda. El catalán le sacaba la falta tras capturar el rebote ofensivo y convertía dos tiros libres, sus primeros puntos de la tarde.
Con sus armas y sus reglas, ambos equipos seguían con la premisa llevada durante todo el encuentro: intercambio constante de golpes en un partido lleno de buen baloncesto y emoción. Lima viajaba al tiro libre para apretar el tanteo (64-63, minuto 32) a falta de ocho minutos para acabar. Con la tensión propia del preámbulo de los instantes decisivos, el marcador se movió durante varios minutos única y exclusivamente con puntos llegados desde la línea de 4,60.
Rompió la tónica Beqa Burjanadze con un triple precedido de un excelso movimiento de balón (69-64, minuto 35) que llevaba a Peñarroya a pedir tiempo muerto. El tono físico en defensa de los claretianos seguía ahogando el ataque burgalés y Bourousis, que forzaba la pérdida rival en un lado, clavaba en el otro un triple para ponerse en 17 puntos. El pívot griego, en su mejor versión de la temporada, elevó la ventaja hasta los dobles dígitos aprovechando una asistencia de Cook (74-64, minuto 37).
Languidecía San Pablo Burgos, pero un rebote ofensivo en el momento justo se traducía en triple de Bassas. En defensa, los burgaleses se ponían en zona y en labores ofensivas volvían a sumar desde fuera gracias a Benite. En un abrir y cerrar de ojos, parcial de 0-6 (74-70, minuto 38) y el partido, de nuevo, en un puño. A falta de dos minutos y medio para acabar, el choque se paraba en tiempo muerto.
Con ambos equipos en bonus, la inteligencia y la gestión del tiempo se antojaban fundamentales. Cook lograba un billete a la línea del tiro libre y lo hacía bueno anotando sus dos lanzamientos. El pulso temblaba, los nervios surgían y la hora de la verdad llegaba.
Tres tiros libres de McFadden colocaban el 76-75 a 57,5 segundos del final. Bourousis, el mejor amarillo, no conseguía conectar el gancho. En el otro lado, Vitor Benite convertía un triplazo para llegar a los 26 puntos y poner el 76-78 en el luminoso. Con 20,4 segundos por delante, Katsikaris pedía tiempo muerto para preparar los instantes decisivos.
El parcial abierto era de 2-14. Omar Cook asumía la responsabilidad y se iba hasta la cocina para empatar y darle a Burgos, con 9,7 segundos de partido, una última bala. La pistola la tuvo McFadden, pero no acertó con el tiro y condenó el choque a un tiempo extra.
Arrancaba entonado San Pablo Burgos la prórroga, pero también lo hacía Bourousis, que sumaba dos libres para alcanzar los 21 puntos en su cuenta personal. El heleno seguía a lo suyo y transformaba otros tres lanzamientos desde 4,60 (83-80, minuto 42).
Seguía trabajando bien en defensa el equipo claretiano y Demonte Harper, mal hasta el momento con una valoración negativa, clavaba un triple de mucho mérito. Reaccionaba Bassas clavando otro triple. La tensión del momento castigaba los nervios burgaleses y el ‘Granca’ lo aprovechaba para ampliar la ventaja desde el tiro libre (89-83, minuto 39) obteniendo seis de renta a un minuto, cuarenta segundos del final.
Al último minuto, al menos de la prórroga, se entraba con marcador de 89-86. Harper erraba dos lanzamientos exteriores y San Pablo Burgos se ponía a dos puntos con 29,1 segundos por disputarse.
Cook, quién si no, asumía el control y sellaba el triunfo con dos libres a falta de ocho segundos. Un triunfo de enorme mérito y gran valor que permite seguir soñando al ‘Granca’.
Los dos primeros minutos fueron una demostración de garra defensiva por parte de ambos equipos. Las situaciones de tiro eran incómodas y se sudaba sangre para anotar. Salvó fue el protagonista de la primera canasta, remontando línea de fondo y haciendo daño en la pintura ante Demonte Harper, que además cedía el tiro libre que transformaba el catalán de San Pablo Burgos. Respondía en el siguiente ataque Omar Cook con un triple en el que Fitipaldo poco más pudo hacer, llegando a puntear y hasta a rozar la bola.
El base neoyorquino del Herbalife Gran Canaria tomaba galones y mantenía el ritmo ofensivo exhibido en el último cuarto ante MoraBanc Andorra. Una canasta individual y una asistencia para el triple de Costello (11-5, minuto 6) disparaba a un conjunto claretiano que estaba siendo capaz de anular las alternativas ofensivas del rival. Sin embargo, Fitipaldo conectaba el primer alleyoop con Lima y, acto seguido, Bassas, que saltaba a pista, hacía daño a Cook en el ataque. El cubano Rivero consumaba la remontada desde más allá de 6,75 (11-13, minuto 7) para poner el parcial en 0-8. Respondía Bourousis, que tras dos rebotes ofensivos empataba la contienda antes del primer tiempo muerto de la tarde.
Tras el tiempo muerto, el pívot griego siguió percutiendo en la pintura, sumando tras rebote y luego asistiendo a un triple de Lecomte. Arrancaba de nuevo San Pablo Burgos con un parcial de 0-6, pero Bourousis igualaba con su segunda acción de 2+1 del día. Benite, sobre la bocina, ponía en vanguardia a los burgaleses (21-24).
El segundo cuarto lo abría Bassas desde el tiro libre aprovechando una más que rigurosa falta antideportiva de Lecomte. El base catalán convertía uno de sus dos lanzamientos para ampliar la renta azulilla. Respondía sin titubeos el ‘Granca’ con una bandeja de Beirán tras robo y una buena canasta de Burjanadze (25-25, minuto 12) que colocaba el partido en tablas. Ambos equipos intercambiaban golpes: buenas defensas, tiros de mérito e intensidad en todas y cada una de las acciones.
Omar Cook seguía en estado de gracia y comandaba unos buenos minutos de su equipo, anotando y asistiendo a Costello en un contraataque (32-29, minuto 26) que cabreaba a Peñarroya. Intentaban reaccionar los burgaleses, pero el ‘Granca’ mantenía la inercia positiva. Todos los tiros rivales parecían punteados, y los de Katsikaris corrían. Faltó acierto en esos buenos minutos, eso sí, para evitar que San Pablo Burgos recuperara el aire. Sin embargo, el conjunto claretiano mantuvo su seriedad en el plan de juego y lograba alcanzar el descanso con la mejor ventaja de la tarde (40-34).
Final de infarto
Benite sumó la primera canasta de la segunda mitad en una transición en la que Demonte Harper, gris durante toda la tarde, no estuvo acertado para molestar en el tiro. Los burgaleses parecían tener la consigna clara: intensidad en defensa, actividad de manos en líneas de pase y correr en cuanto se pudiera. La diferencia de puntos era de tan solo seis, pero los de Peñarroya parecían tener claro querer recuperar sensaciones. Cuatro puntos consecutivos de Benite acercaban al equipo leonés en el marcador, y Salvó igualaba el choque (40-40, minuto 23) tras una buena jugada colectiva.La pareja de viejos rockeros del Herbalife Gran Canaria, autora de 20 de los 40 puntos de los amarillos en la primera mitad, afinaba la guitarra tras el paso por vestuarios. Cook conectaba con Bourousis, que sumaba bajo el aro. Aguilar respondía de tres y el griego demostraba saber hacer lo mismo. El partido transcurría con una igualdad absoluta apenas rota, por momentos, por acciones de talento individual. Dos tiros libres de Lecomte (47-47, minuto 26) ponían el enésimo empate en el luminoso. El belga y Rivero protagonizaron un bonito duelo de anotación en el que Benite aparecía para alcanzar la quincena de puntos (50-53, minuto 27) y dar ventaja a los suyos.
Katsikaris paraba el partido en busca de soluciones. San Pablo Burgos dominaba el ritmo y el nivel físico del partido y el ‘Granca’ sufría para hallar el camino hacia el aro. Desde la defensa, mostrando una versión muy sólida, el equipo claretiano logró reponerse y recuperar la delantera con los primeros puntos de Okoye y con dos más de Lecomte desde el tiro libre. Los insulares asumían el control, y a pesar de un triple de Benite -18 puntos en ese momento-, la ventaja amarilla era de cuatro puntos a falta de un cuarto (60-56).
Si bien Benite estaba mostrando su capacidad ofensiva, quien andaba algo desaparecido era Thad McFadden. Con una media de 15 puntos en las dos anteriores citas, su explosión era cuestión de tiempo. El americano, que había sumado solo 3 puntos en los primeros tres cuartos, abrió fuego con un 2+1 en la primera posesión. En defensa, no obstante, sufría con su emparejamiento con Rabaseda. El catalán le sacaba la falta tras capturar el rebote ofensivo y convertía dos tiros libres, sus primeros puntos de la tarde.
Con sus armas y sus reglas, ambos equipos seguían con la premisa llevada durante todo el encuentro: intercambio constante de golpes en un partido lleno de buen baloncesto y emoción. Lima viajaba al tiro libre para apretar el tanteo (64-63, minuto 32) a falta de ocho minutos para acabar. Con la tensión propia del preámbulo de los instantes decisivos, el marcador se movió durante varios minutos única y exclusivamente con puntos llegados desde la línea de 4,60.
Rompió la tónica Beqa Burjanadze con un triple precedido de un excelso movimiento de balón (69-64, minuto 35) que llevaba a Peñarroya a pedir tiempo muerto. El tono físico en defensa de los claretianos seguía ahogando el ataque burgalés y Bourousis, que forzaba la pérdida rival en un lado, clavaba en el otro un triple para ponerse en 17 puntos. El pívot griego, en su mejor versión de la temporada, elevó la ventaja hasta los dobles dígitos aprovechando una asistencia de Cook (74-64, minuto 37).
Languidecía San Pablo Burgos, pero un rebote ofensivo en el momento justo se traducía en triple de Bassas. En defensa, los burgaleses se ponían en zona y en labores ofensivas volvían a sumar desde fuera gracias a Benite. En un abrir y cerrar de ojos, parcial de 0-6 (74-70, minuto 38) y el partido, de nuevo, en un puño. A falta de dos minutos y medio para acabar, el choque se paraba en tiempo muerto.
Con ambos equipos en bonus, la inteligencia y la gestión del tiempo se antojaban fundamentales. Cook lograba un billete a la línea del tiro libre y lo hacía bueno anotando sus dos lanzamientos. El pulso temblaba, los nervios surgían y la hora de la verdad llegaba.
Tres tiros libres de McFadden colocaban el 76-75 a 57,5 segundos del final. Bourousis, el mejor amarillo, no conseguía conectar el gancho. En el otro lado, Vitor Benite convertía un triplazo para llegar a los 26 puntos y poner el 76-78 en el luminoso. Con 20,4 segundos por delante, Katsikaris pedía tiempo muerto para preparar los instantes decisivos.
El parcial abierto era de 2-14. Omar Cook asumía la responsabilidad y se iba hasta la cocina para empatar y darle a Burgos, con 9,7 segundos de partido, una última bala. La pistola la tuvo McFadden, pero no acertó con el tiro y condenó el choque a un tiempo extra.
Arrancaba entonado San Pablo Burgos la prórroga, pero también lo hacía Bourousis, que sumaba dos libres para alcanzar los 21 puntos en su cuenta personal. El heleno seguía a lo suyo y transformaba otros tres lanzamientos desde 4,60 (83-80, minuto 42).
Seguía trabajando bien en defensa el equipo claretiano y Demonte Harper, mal hasta el momento con una valoración negativa, clavaba un triple de mucho mérito. Reaccionaba Bassas clavando otro triple. La tensión del momento castigaba los nervios burgaleses y el ‘Granca’ lo aprovechaba para ampliar la ventaja desde el tiro libre (89-83, minuto 39) obteniendo seis de renta a un minuto, cuarenta segundos del final.
Al último minuto, al menos de la prórroga, se entraba con marcador de 89-86. Harper erraba dos lanzamientos exteriores y San Pablo Burgos se ponía a dos puntos con 29,1 segundos por disputarse.
Cook, quién si no, asumía el control y sellaba el triunfo con dos libres a falta de ocho segundos. Un triunfo de enorme mérito y gran valor que permite seguir soñando al ‘Granca’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario