“Este maravilloso equipo se merece una instalaciones a su altura”
En la tarde noche de ayer jueves, se celebraron las bodas de Plata de la empresa Copi Sport, fundada en 1988 y que el pasado 16 de Diciembre cumplió sus 25 años de actividad.
En una entrañable reunión con asistencia de amigos, colaboradores, miembros del actual equipo y también de tiempos pasados, y compañeros de la prensa del motor, se inauguró el nuevo centro operativo con un detallado repaso de esos 25 años de historia deportiva plagada de éxitos y tras comentar “Este maravilloso equipo se merece unas instalaciones a su altura”.
El propietario y carismático piloto Fernando Capdevila comenzó su carrera deportiva diez años antes que la propia sociedad, y por ello hizo una emotiva referencia tanto a su primer copiloto Margarita Cortecero, como a su predecesor D. Fernando Capdevila Galés, fundador de Copi Sport.
A partir de ahí se fueron recordando los principales momentos de la historia del equipo, con la presencia de destacados partícipes de la misma. Alfredo Medina, copiloto en los primeros años, Alan Wilson – llegado de Inglaterra para el evento- mecánico y amigo personal de Fernando desde mucho antes de su participación en el Mundial de 1991, del que no faltaron su “Manager” Carlos Puelles y su amigo Jorge Jover. Francisco García, copiloto de la última etapa de Fernando antes de su retirada en 1996, y gran amigo, fueron algunos de los que recibieron el reconocimiento público por su trabajo y fidelidad al equipo.
Y como no, de la segunda etapa tras la reanudación de la actividad en 2003, en lo que han sido 10 últimos años de continuos éxitos y crecimiento de la empresa, no podían faltar pilotos históricos como Heriberto Godoy, más recientes como su protegido Enrique Cruz, o el último y salido de la Escuela de Pilotos Disa Copi Sport, Pablo Suarez. Todos ellos con sus copilotos y los mecánicos del equipo, posaron para la foto de familia, de un acto inolvidable.
Finalmente, tras agradecer Fernando la implicación y colaboración especial de Disa con sus actuales y futuros proyectos, cerró el acto con palabras de agradecimiento. «Le doy gracias a Dios por dos motivos: Por poner a mi lado a la que deseo sea mi actual, futura y última copiloto, en nuestra andadura personal y familiar, Ana Llorens, y también y especialmente, por permitirme disfrutar de este maravilloso deporte, vivirlo tan intensamente durante estos fantásticos 35 años, y poderle devolver lo que me ha dado, transmitiendo a los jóvenes mis conocimientos, guiándoles y enseñándoles una forma preciosa de ver la vida, a través del deporte, de la honestidad, del trabajo y del sacrificio personal, para conseguir las metas propuestas.”
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