Ajeno al pacto sellado la semana pasada entre Navarro y Ramírez anunciado hace dos meses, el Tribunal Supremo ha confirmado en todos sus efectos la sentencia de la Audiencia que anuló la junta de accionistas que eligió al actual presidente de la UD el 12 de mayo de 2010.
La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo difundió ayer el auto que acuerda no admitir el recurso extraordinario por infracción procesal y de casación interpuesto por la Unión Deportiva contra la sentencia de apelación dictada el 21 de mayo de 2013 por la Audiencia Provincial de Las Palmas que declaró nulos los acuerdos adoptados por la Junta General Extraordinaria del Club celebrada el 12 de mayo de 2010, en la que se aprobó la ampliación de capital.
Partiendo de la base de que aquella sentencia ahora refrendada por el Supremo anuló la junta del 12 de mayo de 2010 «por no haberse reunido el quórum necesario para la válida constitución de la Junta en primera convocatoria» y ordenó «la cancelación de las inscripciones de dichos acuerdos que hubieran podido realizarse en el Registro Mercantil, en teoría la fotografía que dejaría el fallo del Alto Tribunal es que la proclamación de Ramírez como presidente es nula y que Manuel García Navarro recupera la condición de accionista mayoritario del club.
El devenir jurídico de los hechos corre en paralelo y en contraste con lo sucedido en la vida real. Ramírez aseguró ayer que el fallo del Supremo no cambia la actual situación, pues a mediados de la semana pasada, recordó, firmó ante notario un acuerdo con García Navarro en el que éste, a cambio de recibir los 2,5 millones de euros que le reclamaba a la Unión Deportiva, desiste de cualquier reclamación o litigio pendiente. Se mostró convencido de que Navarro respetará el pacto.
La sentencia ahora avalada por el techo jurisdiccional español declara ilegal la operación acordeón que acometió la UD en 2005 para reducir a cero su capital social, amortizar las viejas acciones y emitir 449.520 nuevos títulos por un valor total de 3,51 millones de euros.
El acuerdo también disponía que tanto la reducción a cero del capital como su posterior ampliación «quedaría sin efecto» si esta última no se suscribía íntegramente, como sucedió. En consecuencia, los antiguos accionistas seguirían siéndolo, pues sus participaciones no fueron amortizadas.
Dos meses desde el acuerdo.
Mañana se cumplirán dos meses desde que Miguel Ángel Ramírez anunciase un acuerdo con García Navarro que permitiría cerrar el proceso concursal. Ramírez explicó entonces que el club abonará al expresidente 2,5 millones de manera fraccionada, además de derechos sobre palcos y publicidad. A pesar del pacto, y de premiar a García Navarro con la insignia del club en el derbi ante el Tenerife, el concurso no se ha cerrado.
canarias7.es
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