“Las sensaciones personales son buenas, por el acontecimiento y por venir a un sitio donde me siento muy a gusto. Además, paradójicamente después de años jugando con el Granca, ahora vuelvo para enfrentarme a ellos”.
“Y las sensaciones a nivel de equipo, bueno, venimos de
derrotas, la última bastante contundente
contra el Barça, y eso siempre te deja una cierta sensación de no saber cómo
vas a afrontar el partido. Pero bueno, nosotros llegamos aquí a la fiesta de la
Copa del Rey preparados, para nosotros es un premio y venimos con ilusión.
Sabemos dónde venimos, tenemos un equipo con jugadores expertos y sabemos que
es un partido de basket, una vez que empecemos a jugar intentaremos aprovechar
nuestras opciones”.
“No podemos dramatizar porque no ha sido una gran
debacle. Nos habíamos acostumbrado a un estado buenísimo, ganando partidos
jugando bien o no y ahora hemos perdido, pero es cierto que hemos tenido algún
problemilla físico. Nuestros jugadores más veteranos empiezan a tener cosillas
y estás en ese punto en que estás esperando la Copa del Rey, tras conseguir el
objetivo, en definitiva un mes de febrero de pequeño bajón, normal por otro
lado. Pero confío en que la llegada aquí nos de una inyección de esa energía
que seguramente ahora nos falte en las piernas”.
“La clave será hacer un partido completo, estar bien
atrás y recuperar sensaciones. Los momentos de los equipos son vitales, el
momento en que te encuentres tú de confianza, de estado de ánimo... Desde el
punto de vista del partido, el concepto del rebote y del acierto exterior serán
importantísimos, y desde el punto mental, intentar mantenernos en el partido y
estar cerca del rival para llegar a un final igualado en el cual podamos tener
alguna situación de ventaja”.
“Nosotros quedamos cuartos, Granca en el segundo grupo,
pero al final de temporada vamos a ver cómo quedamos, no creo que andemos muy
lejos unos de otros. Los otros rivales estamos hablando de Unicaja, Barça,
Madrid, equipos que están uno o dos peldaños por encima de nosotros y de Gran
Canaria. No me atrevería a decir que es la eliminatoria más igualada, en
absoluto. La Copa es muy imprevisible. El partido contra el Granca tiene muchos
ingredientes para que se vea un buen encuentro”.
“Respecto a la primera vuelta, al Granca entonces les
faltaban tres jugadores que tienen hoy, tres o cuatro. Faltaban Kendall, Salin,
Summers y O’Leary tampoco jugó. Vinieron con muchas bajas, estuvieron a punto
de ganarnos, y están muy sólidos aquí en casa. Es un equipo que la competición
europea le ha venido muy bien para desarrollarse como equipo, llevan ya más de
30 partidos jugando, y creo que están con mucha confianza. Nosotros también
tenemos nuestras cosas y venimos preparados para lo que nos vamos a encontrar”.
“Eran tiempos diferentes cuando gané en 1996 la Copa con
el TDK Manresa. Los rivales también eran diferentes, nosotros para ganar
jugamos contra Murcia, León y la final contra el Barça. El nivel ha subido,
tenemos que mirar un poco hacia atrás y ver los últimos campeones de la Copa, a
ver cuántos equipos que no sean de arriba no ganan desde hace unos cuantos
años. Difícil, es muy difícil ganar tres partidos. Tienes que pillar el momento
bueno, jugar muy bien y tener mucha suerte para conseguirlo. Unir todos los
factores lo consiguen los grandes, los pequeños necesitan que se encaucen todos
los astros durante tres días y es más difícil. No quiere decir que Gran
Canaria, CAI Zaragoza o nosotros no podamos llegar a la final o ganarla, pero
es muy difícil”.
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