Desde la Grada
Tras casi cuatro décadas de competición y con casi setenta
años de existencia, pasando incluso por el calvario de la 2ªB y por las épocas más oscuras de su
historia a nivel económico y deportivo, la U.D. se vuelve a encontrar con el
liderato de la Liga más importante de Europa como en los mejores momentos de su
trayectoria.
A pesar de la distancia en el tiempo, consideramos que se
puede establecer cierto paralelismo entre la actualidad y aquella época dorada
de un gran equipo con logros importantes y principalmente con una idea de juego
definida que podemos señalar en su parecido e incluso en los protagonistas de
antes y ahora.
Miguel Muñoz ha sido uno de los entrenadores más laureados
del fútbol español y su paso por el equipo amarillo dejó una huella imborrable,
con un conjunto que deleitaba en el campo por su juego y eficacia, aunque bien
es verdad que para ello pudo contar con alguno jugadores de la élite
internacional como fueron los recordados Brindisi, Morete y compañía. Pero
también en ese equipo tenían gran relevancia un grupo de hombres de la cantera
canaria que practicaban un fútbol que nos hacían levantar de nuestros asientos
a los aficionados, cada vez que elaboraban una jugada de gran calidad y
espectacularidad.
Quique Setíén, aún no tiene el palmarés del mítico Muñoz,
pero a pesar de la ocasionalidad y las circunstancias actuales, es el hombre
que ha vuelto a conseguir un liderato temporal y ha levantado todas las
expectativas con un equipo modesto que desarrolla una filosofía de juego que
está encontrando el reconocimiento de los sectores mediáticos y por supuesto de
la afición amarilla.
El paralelismo que podemos establecer entre aquel equipo de
antes y el de ahora es evidente, si nos fijamos fundamentalmente en el trabajo
constante, y la idea de los dos entrenadores y especialmente en el convencimiento
de lo que se pretende conseguir. Si además, la construcción del equipo es
similar, con la mezcla de extranjeros y de los canteranos atesorando calidad,
podremos afirmar la semejanza de las dos situaciones a pesar de la distancia en
el tiempo y en los cambios que ha sufrido el fútbol y el deporte en general.
La situación actual se puede definir como anecdótica, pero
aún así levanta el ánimo y la autoestima de los jugadores y cuerpo técnico que
la protagonizan, y especialmente de todos los aficionados canarios que en estos
días siguen celebrando este liderato de puntos y de goles. Pero como dice el propio entrenador habrá que
tener los pies en el suelo para superar la euforia y estar concentrados en la
realidad del devenir de la competición que nos seguirá presentando rivales a
superar cada semana.
En el último partido hemos superado ampliamente al equipo de
Jemez, que una vez más hizo gala de su arriesgada apuesta y terminó superado y
goleado de manera espectacular, porque no siempre los intentos de reinventar
las ideas futbolísticas conducen a lo positivo. Es posible que en el próximo
rival podamos encontrar una coincidencia con esa apuesta de reinventar el
fútbol, pues ya hemos observado que Sampaoli
está poniendo en escena unas ideas ofensivas que no siempre funcionan.
De todas formas, si dentro de ese concepto de juego, vuelve a repetir con
nuestro admirado Vitolo de defensa lateral en una línea de cuatro, como en
partidos anteriores, entendemos que a priori los amarillos puedan estar
obteniendo ventajas, aunque el partido aun hay que disputarlo y no podemos
adivinar su desarrollo, pero si apostamos por nuestra idea de juego, el
compromiso y la moral para intentar mantener esta posición privilegiada el
mayor tiempo posible. El equipo está en
disposición de lograrlo.
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