El conjunto claretiano supo reponerse a un inicio lento para lograr un contundente triunfo.
Sin Blagota Sekulic. Sin Marko Popovic. Habiendo perdido por 22 puntos contra los amarillos apenas cinco días atrás. Pero en Copa del Rey. Y en la Copa, amigos, todo cambia. Decía Néstor García, en la previa y a televisión, que había “agarrado amnesia” y que no recordaba la derrota sufrida en Liga Endesa. Su equipo también la agarró, porque saltó al parqué dispuesto a prolongar la maldición del anfitrión en la Copa del Rey.
El primer balón lo ganó Herbalife Gran Canaria, que pudo sumar en su primer ataque gracias a dos tiros libres de un incisivo Nico Brussino. Sin embargo, fue Montakit Fuenlabrada el equipo que llevó el tempo del partido en los compases iniciales. Sin ningún tipo de presión, como tapado, sin nada que perder. Los fuenlabreños se soltaron desde el inicio con la dirección de Gregory Vargas y los puntos, inesperados, de Olaseni. El pívot africano mostró su mejor versión, siendo un quebradero de cabeza para la defensa claretiana. Una acción con adicional suya (6-10, minuto 3) disparaba a los visitantes. Las defensas, en busca y captura.
No lograba acertar en los bloqueos frontales el Herbalife Gran Canaria y, en ataque, sufría. Tanto fue así que del 10-12 al que se llegó con dos tiros libres de Pasecniks se pasó al 14-24 con un brillante Luka Rupnik, autor de dos triples consecutivos, y dos tantos del incansable Olaseni. Diez de desventaja y Luis Casimiro obligado a buscar soluciones. Había saltado a pista Pablo Aguilar segundos antes y el granadino clavó el primer triple que lanzó. Su figura fue fundamental en la reacción amarilla. Entre él y Niko Radicevic lograron convertir cuatro lanzamientos exteriores sin fallo, y al término del primer acto llovía menos (25-27).
El parcial con el que había cerrado el conjunto isleño la primera mitad había sido de 11-3. Pronto se igualó la contienda con el acierto exterior de los amarillos. Pero Montakit Fuenlabrada estaba lejos de haber dicho su última palabra. El ‘Che’, con rotación corta por obligación, supo exprimir a los suyos. El coraje de Vargas lideraba a un conjunto aguerrido que aderezaba su espíritu con buen baloncesto. Cruz, con un 2+1, abría de nuevo brecha (30-35, minuto 13) en el inicio del segundo cuarto. Los puntos seguían subiendo al luminoso del Gran Canaria Arena a un ritmo frenético.
Y en la locura de tantos, el Herbalife Gran Canaria brilló. Ya lo ha hecho en situaciones similares durante el curso, con partidos resueltos del lado claretiano y finalizados con casi 200 puntos en total. Entró en éxtasis el equipo, y la parroquia amarilla, con los dos primeros triples de Marcus Eriksson en su reaparición. En sus dos primeros tiros, además. García lo paraba (44-37, minuto 15) en el ecuador y no solo paró la sangría, sino que hizo reaccionar a los capitalinos. Tanto, que volvieron a verse uno arriba con el 50-51 en el electrónico. El Herbalife Gran Canaria entró en calma, jugó interior con Ondrej Balvin, y consiguió acabar la primera mitad con ventaja (58-52).
El Montakit Fuenlabrada carecía de la claridad atacante de la primera parte y el acierto ya no acompañaba. Se intentaban encomendar a acciones individuales de un sobresaliente Luka Rupnik, pero era insuficiente. El trabajo de Ondrej Balvin en la pintura llevaba la diferencia hasta los doce puntos. Lo tenía que parar Néstor García para buscar una reacción que se antojaba fundamental; era en ese momento o nunca. Mucho por delante, pero el Herbalife Gran Canaria jugaba con una gran inercia positiva. Fue el momento entonces de un Xavi Rabaseda sideral. Anotó el alero solo dos puntos pero se ganó los cánticos de ‘¡MVP, MVP!’ de la grada gracias a su defensa. Fue clave para que los isleños mantuvieran la renta de cara al último cuarto (79-67).
Diez minutos en Copa del Rey son muy largos y, además, el Herbalife Gran Canaria debía concentrarse para evitar una reacción fuenlabreña desde 6,75. El examarillo Ian O’Leary se empeñó con su esfuerzo en que hubiera partido hasta el final. El conjunto capitalino se aferraba con uñas y dientes pero la longitud del plantel amarillo hacía daño. Fue el momento de la vieja guardia. Dos de los supervivientes de lo ocurrido en 2015: Eulis Báez y Albert Oliver. El dominicano y el catalán unieron fuerzas para llevar la diferencia hasta la máxima (88-73, minuto 34) de toda la tarde. Explotaba de júbilo el Gran Canaria Arena y, con poco más de cinco minutos por delante, el desenlace parecía claro.
El Herbalife Gran Canaria dominó desde la defensa. Fue entonarse y abrir distancias. El Montakit Fuenlabrada, por supuesto, nunca dejó de pelear y de luchar. Aunque las opciones de victoria se iban desvaneciendo segundo a segundo, los del ‘Che’ García fueron implacables, incansables. Buscaron puntos en todos los sitios posibles e intentaron apretar el resultado final. Pablo Aguilar, sin embargo, se opuso rotundamente: siete puntos seguidos con dos triples para poner la guinda.
Triunfo abultado del Herbalife Gran Canaria, que buscará su segunda final de Copa del Rey este sábado en el Gran Canaria Arena.
El primer balón lo ganó Herbalife Gran Canaria, que pudo sumar en su primer ataque gracias a dos tiros libres de un incisivo Nico Brussino. Sin embargo, fue Montakit Fuenlabrada el equipo que llevó el tempo del partido en los compases iniciales. Sin ningún tipo de presión, como tapado, sin nada que perder. Los fuenlabreños se soltaron desde el inicio con la dirección de Gregory Vargas y los puntos, inesperados, de Olaseni. El pívot africano mostró su mejor versión, siendo un quebradero de cabeza para la defensa claretiana. Una acción con adicional suya (6-10, minuto 3) disparaba a los visitantes. Las defensas, en busca y captura.
No lograba acertar en los bloqueos frontales el Herbalife Gran Canaria y, en ataque, sufría. Tanto fue así que del 10-12 al que se llegó con dos tiros libres de Pasecniks se pasó al 14-24 con un brillante Luka Rupnik, autor de dos triples consecutivos, y dos tantos del incansable Olaseni. Diez de desventaja y Luis Casimiro obligado a buscar soluciones. Había saltado a pista Pablo Aguilar segundos antes y el granadino clavó el primer triple que lanzó. Su figura fue fundamental en la reacción amarilla. Entre él y Niko Radicevic lograron convertir cuatro lanzamientos exteriores sin fallo, y al término del primer acto llovía menos (25-27).
El parcial con el que había cerrado el conjunto isleño la primera mitad había sido de 11-3. Pronto se igualó la contienda con el acierto exterior de los amarillos. Pero Montakit Fuenlabrada estaba lejos de haber dicho su última palabra. El ‘Che’, con rotación corta por obligación, supo exprimir a los suyos. El coraje de Vargas lideraba a un conjunto aguerrido que aderezaba su espíritu con buen baloncesto. Cruz, con un 2+1, abría de nuevo brecha (30-35, minuto 13) en el inicio del segundo cuarto. Los puntos seguían subiendo al luminoso del Gran Canaria Arena a un ritmo frenético.
Y en la locura de tantos, el Herbalife Gran Canaria brilló. Ya lo ha hecho en situaciones similares durante el curso, con partidos resueltos del lado claretiano y finalizados con casi 200 puntos en total. Entró en éxtasis el equipo, y la parroquia amarilla, con los dos primeros triples de Marcus Eriksson en su reaparición. En sus dos primeros tiros, además. García lo paraba (44-37, minuto 15) en el ecuador y no solo paró la sangría, sino que hizo reaccionar a los capitalinos. Tanto, que volvieron a verse uno arriba con el 50-51 en el electrónico. El Herbalife Gran Canaria entró en calma, jugó interior con Ondrej Balvin, y consiguió acabar la primera mitad con ventaja (58-52).
Surge el espíritu y se alejan fantasmas
Debía apretar el Herbalife Gran Canaria en labores defensivas para sacar el partido. Y debía enfrentarse al fantasma de la maldición del anfitrión, y al mal de los terceros cuartos. Arrancó fallón el conjunto de Luis Casimiro pero también el Montakit Fuenlabrada. El cansancio parecía notarse en ambas escuadras, aunque los claretianos gozaban de una mayor profundidad de banquillo. Gal Mekel anotó desde más allá de 6,75 la primera de la segunda mitad elevando la ventaja a los nueve puntos. Pronto fue de dobles dígitos tras una canasta de DJ Seeley (67-57, minuto 25), que lideró el arreón amarillo con su clase ofensiva.El Montakit Fuenlabrada carecía de la claridad atacante de la primera parte y el acierto ya no acompañaba. Se intentaban encomendar a acciones individuales de un sobresaliente Luka Rupnik, pero era insuficiente. El trabajo de Ondrej Balvin en la pintura llevaba la diferencia hasta los doce puntos. Lo tenía que parar Néstor García para buscar una reacción que se antojaba fundamental; era en ese momento o nunca. Mucho por delante, pero el Herbalife Gran Canaria jugaba con una gran inercia positiva. Fue el momento entonces de un Xavi Rabaseda sideral. Anotó el alero solo dos puntos pero se ganó los cánticos de ‘¡MVP, MVP!’ de la grada gracias a su defensa. Fue clave para que los isleños mantuvieran la renta de cara al último cuarto (79-67).
Diez minutos en Copa del Rey son muy largos y, además, el Herbalife Gran Canaria debía concentrarse para evitar una reacción fuenlabreña desde 6,75. El examarillo Ian O’Leary se empeñó con su esfuerzo en que hubiera partido hasta el final. El conjunto capitalino se aferraba con uñas y dientes pero la longitud del plantel amarillo hacía daño. Fue el momento de la vieja guardia. Dos de los supervivientes de lo ocurrido en 2015: Eulis Báez y Albert Oliver. El dominicano y el catalán unieron fuerzas para llevar la diferencia hasta la máxima (88-73, minuto 34) de toda la tarde. Explotaba de júbilo el Gran Canaria Arena y, con poco más de cinco minutos por delante, el desenlace parecía claro.
El Herbalife Gran Canaria dominó desde la defensa. Fue entonarse y abrir distancias. El Montakit Fuenlabrada, por supuesto, nunca dejó de pelear y de luchar. Aunque las opciones de victoria se iban desvaneciendo segundo a segundo, los del ‘Che’ García fueron implacables, incansables. Buscaron puntos en todos los sitios posibles e intentaron apretar el resultado final. Pablo Aguilar, sin embargo, se opuso rotundamente: siete puntos seguidos con dos triples para poner la guinda.
Triunfo abultado del Herbalife Gran Canaria, que buscará su segunda final de Copa del Rey este sábado en el Gran Canaria Arena.
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