Los amarillos lograron ganar un partido que parecía controlado en el tercer acto pero en el que hubo que sufrir hasta el final.
Buscaba solidez como visitante el equipo de Luis Casimiro en el desplazamiento a San Sebastián. El técnico manchego no pudo contar con Marcus Eriksson como baja de última hora por una sobrecarga muscular, lo que se unió a las ausencias de Eulis Báez y Oriol Paulí. Por su parte, Albert Oliver, que había vuelto a los entrenamientos durante la semana, se volvía a vestir de corto dispuesto a ayudar al equipo.
La baja del sueco propició la primera titularidad como jugador amarillo del argentino Nicolás Brussino. El internacional con la albiceleste fue protagonista de un desacertado inicio de partido. Ni locales ni visitantes fueron capaces de anotar en los primeros dos minutos de partido. Hubo que esperar casi tres para ver cómo Chery lograba superar la buena defensa claretiana para que los primeros puntos subiesen al marcador. Respondió entonces rápidamente Brussino, que con dos triples fue el único resquicio anotador de los isleños en los compases iniciales del choque (4-6, minuto 5).
La segunda falta personal de Brussino hacía que Casimiro moviera el banquillo. La baja de Eriksson, a su vez, hizo que Rabaseda disputara los diez minutos del primer acto. El alero catalán fue uno de los estiletes del equipo en defensa, faceta que los isleños bordaron una vez más -tras dejar en 70 puntos a Tecnyconta Zaragoza y en 72 al Alba Berlín-. Sin embargo, el acierto ofensivo no acompaña y el Delteco GBC lograba mandar en el electrónico durante varias fases del primer acto. No obstante, el gran trabajo de Rabaseda y una canasta de Pasecniks hacían que los isleños cerraran el cuarto con tres puntos de ventaja (11-14).
Era día de probaturas obligadas y de cambios en la rotación exterior. Volvía Albert Oliver al parqué tras semanas de inactividad y lo hacía formando pareja con Niko Radicevic. Los dos consiguieron dar mayor fluidez al ataque amarillo. El equipo gipuzkoano, una de las grandes sorpresas del campeonato por su gran rendimiento, encontraba también su ritmo en ataque gracias a los aciertos de Swing y Chery. Sin embargo, el tempo era amarillo y un triple de Radicevic (18-24, minuto 13) daba seis de renta a los isleños.
Fue un colchón que estuvo durante todo el segundo cuarto y que, poco a poco, fue creciendo. El acierto exterior fue una de las grandes diferencias. Apareció el acierto de Aguilar y DJ Seeley, y con paciencia, los de Luis Casimiro fueron construyendo una ventaja que alcanzó su punto más alto de la mañana hasta el momento justo antes del intermedio, tras un mate de un Ondrej Balvin que se hizo grande en los instantes finales de la primera mitad (30-42).
El Delteco GBC no tenía demasiado acierto pero a base de defensa y esfuerzo consiguieron acercarse en el electrónico. La diferencia no bajó nunca de los dobles dígitos en lo que restó de tercer cuarto, pero la escuadra vasca se veía segura de sus opciones y tranquila en sus modos. Hacía la goma ante un Herbalife Gran Canaria que se encomendaba a Balvin para seguir anotando. Lejos ya aquellos dos minutos de ensueño pero con oficio para cerrar el cuarto con una renta de catorce puntos tras una suspensión de Brussino (51-65).
El parcial desde el 32-52 era de 19-13. No suponía un dato especialmente revelador o determinante, pero las sensaciones decían que Delteco GBC iba hacia arriba ante un Herbalife Gran Canaria que no parecía tener cerrado el encuentro. Y el inicio del último cuarto dijo mucho: parcial rápido de 4-0 con una pérdida y tiempo muerto solicitado por Luis Casimiro. No habían pasado ni 52 segundos pero el manchego se veía obligado a parar el choque con Delteco GBC a solo nueve puntos.
La reacción de los de Fisac fue antológica. Chery se echó el equipo a la espalda. Sin nada que perder y mucho por ganar, la remontada fue real en el corazón de un equipo donostiarra que no le perdió la cara al encuentro en ningún momento. Se alcanzaba el ecuador del cuarto y un triple del base norteamericano (68-70, minuto 35) dejaba las diferencias en únicamente dos puntos. Parcial de 17-5 y casi, casi, partido nuevo.
En esas apareció la figura de Albert Oliver. Da igual la edad, la inactividad, el cansancio, la falta de forma… Todo da igual cuando hablamos de una canasta, un balón y Albert Oliver. El base tomó la responsabilidad anotando de tres después de que Chery consiguiera igualar el encuentro a 70. No llegó a ponerse por delante en ningún momento el Delteco GBC y quizá eso acabó pesando. El Herbalife Gran Canaria gestionó con acierto los últimos minutos, con canastas importantes de Mekel y DJ Seeley, y se acabó llevando un sufrido triunfo de San Sebastián por 80-87.
La baja del sueco propició la primera titularidad como jugador amarillo del argentino Nicolás Brussino. El internacional con la albiceleste fue protagonista de un desacertado inicio de partido. Ni locales ni visitantes fueron capaces de anotar en los primeros dos minutos de partido. Hubo que esperar casi tres para ver cómo Chery lograba superar la buena defensa claretiana para que los primeros puntos subiesen al marcador. Respondió entonces rápidamente Brussino, que con dos triples fue el único resquicio anotador de los isleños en los compases iniciales del choque (4-6, minuto 5).
La segunda falta personal de Brussino hacía que Casimiro moviera el banquillo. La baja de Eriksson, a su vez, hizo que Rabaseda disputara los diez minutos del primer acto. El alero catalán fue uno de los estiletes del equipo en defensa, faceta que los isleños bordaron una vez más -tras dejar en 70 puntos a Tecnyconta Zaragoza y en 72 al Alba Berlín-. Sin embargo, el acierto ofensivo no acompaña y el Delteco GBC lograba mandar en el electrónico durante varias fases del primer acto. No obstante, el gran trabajo de Rabaseda y una canasta de Pasecniks hacían que los isleños cerraran el cuarto con tres puntos de ventaja (11-14).
Era día de probaturas obligadas y de cambios en la rotación exterior. Volvía Albert Oliver al parqué tras semanas de inactividad y lo hacía formando pareja con Niko Radicevic. Los dos consiguieron dar mayor fluidez al ataque amarillo. El equipo gipuzkoano, una de las grandes sorpresas del campeonato por su gran rendimiento, encontraba también su ritmo en ataque gracias a los aciertos de Swing y Chery. Sin embargo, el tempo era amarillo y un triple de Radicevic (18-24, minuto 13) daba seis de renta a los isleños.
Fue un colchón que estuvo durante todo el segundo cuarto y que, poco a poco, fue creciendo. El acierto exterior fue una de las grandes diferencias. Apareció el acierto de Aguilar y DJ Seeley, y con paciencia, los de Luis Casimiro fueron construyendo una ventaja que alcanzó su punto más alto de la mañana hasta el momento justo antes del intermedio, tras un mate de un Ondrej Balvin que se hizo grande en los instantes finales de la primera mitad (30-42).
Brillantez y oficio
Salió en tromba el Herbalife Gran Canaria tras el paso por vestuarios. Xavi Rabaseda volvió a imprimir una intensidad defensiva bestial y DJ Seeley siguió de dulce. El equipo jugó dos minutos de ensueño con un ataque brillante y una defensa sólida y, casi sin comerlo ni beberlo, los isleños mandaban por 20 (32-52, minuto 23) tras un parcial de salida de 2-12. Los de Porfi Fisac tienen mucha experiencia y no desesperaron en ningún momento. Con varios ajustes defensivos, supieron tener la paciencia necesaria para evitar que el partido se rompiera del todo.El Delteco GBC no tenía demasiado acierto pero a base de defensa y esfuerzo consiguieron acercarse en el electrónico. La diferencia no bajó nunca de los dobles dígitos en lo que restó de tercer cuarto, pero la escuadra vasca se veía segura de sus opciones y tranquila en sus modos. Hacía la goma ante un Herbalife Gran Canaria que se encomendaba a Balvin para seguir anotando. Lejos ya aquellos dos minutos de ensueño pero con oficio para cerrar el cuarto con una renta de catorce puntos tras una suspensión de Brussino (51-65).
El parcial desde el 32-52 era de 19-13. No suponía un dato especialmente revelador o determinante, pero las sensaciones decían que Delteco GBC iba hacia arriba ante un Herbalife Gran Canaria que no parecía tener cerrado el encuentro. Y el inicio del último cuarto dijo mucho: parcial rápido de 4-0 con una pérdida y tiempo muerto solicitado por Luis Casimiro. No habían pasado ni 52 segundos pero el manchego se veía obligado a parar el choque con Delteco GBC a solo nueve puntos.
La reacción de los de Fisac fue antológica. Chery se echó el equipo a la espalda. Sin nada que perder y mucho por ganar, la remontada fue real en el corazón de un equipo donostiarra que no le perdió la cara al encuentro en ningún momento. Se alcanzaba el ecuador del cuarto y un triple del base norteamericano (68-70, minuto 35) dejaba las diferencias en únicamente dos puntos. Parcial de 17-5 y casi, casi, partido nuevo.
En esas apareció la figura de Albert Oliver. Da igual la edad, la inactividad, el cansancio, la falta de forma… Todo da igual cuando hablamos de una canasta, un balón y Albert Oliver. El base tomó la responsabilidad anotando de tres después de que Chery consiguiera igualar el encuentro a 70. No llegó a ponerse por delante en ningún momento el Delteco GBC y quizá eso acabó pesando. El Herbalife Gran Canaria gestionó con acierto los últimos minutos, con canastas importantes de Mekel y DJ Seeley, y se acabó llevando un sufrido triunfo de San Sebastián por 80-87.
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