El equipo amarillo luchó durante los 40 minutos pero volvió a quedarse corto para sumar el triunfo.
Víctor García volvía a contar con el recién llegado Jacob Wiley para ser el pívot titular de su equipo. Introducía un cambio, eso sí, con respecto al pasado jueves: Marcus Eriksson era de la partida en lugar de DJ Strawberry. Delante un San Pablo Burgos descansado, de dulce, y con su gran afición de su lado.
El conjunto dirigido por Diego Epifanio salió más enchufado al parqué. Sus tres primeras canastas fueron tres aciertos desde más allá de 6,75, y lograban tomar la delantera en el marcador (12-6, minuto 4) desde el arranque gracias, especialmente, a un Dominique Sutton imperial. Sin embargo, el ‘Granca’ sabía reaccionar con buena intensidad defensiva y puntería en el ataque. Tillie, con 7 puntos, lideraba al equipo en labores ofensivas y permitía a los isleños remontar.
El parcial llegó a ser de 0-12 tras un triple de Eulis Báez (12-18, minuto 6) que obligó a Epifanio a pedir tiempo muerto. Niko Radicevic se mostraba clarividente en labores de base y cerraba el primer acto con cuatro asistencias. El acierto exterior acompañaba y los claretianos llegaron a disfrutar de hasta once puntos de ventaja antes de que Cancar, en la última acción del cuarto, recortara distancias anotando a placer tras una pérdida amarilla (18-27).
El ritmo anotador bajó de forma considerable en los primeros compases del segundo cuarto. El Herbalife Gran Canaria tenía que rotar su juego interior por los problemas de faltas de Balvin y Wiley, y la superioridad física desaparecía ante un San Pablo Burgos que, pese a anotar a cuentagotas, lo hacía al menos con fe. Los burgaleses fueron recuperando terreno perdido minuto a minuto, y García paraba el choque (31-35, minuto 17) con los rivales ya a cuatro puntos.
Le costaba mucho anotar a los isleños y San Pablo Burgos lograba igualar por mediación de un Sutton que hacía daño con su energía y su intensidad. El conjunto local llegó a empatar en dos ocasiones e, incluso, a tomar la delantera. Pero cuando peor estaba en ataque el Herbalife Gran Canaria, Marcus Eriksson hizo acto de presencia. El sueco fue el autor de los últimos seis puntos amarillos de la primera mitad, clavando dos triples lejanos que permitieron a los grancanarios llegar al descanso con una mínima renta (43-44).
El tercer y último cuarto transcurrieron con alternancias continuas en el marcador. San Pablo Burgos, liderados por un gran Dominique Sutton, amenazaba en varias ocasiones con romper el choque. Pero a cada arreón que protagonizaban, el ‘Granca’ conseguía responder con rachas individuales. Hannah firmó 10 puntos consecutivos en el tercer acto, Cory Jefferson se mostró amenazador desde más allá de 6,75, y en el último cuarto Niko Radicevic tomó responsabilidades.
Todo acabó siendo insuficiente, como viene marcando el guion que tantas y tantas veces ha tenido que sufrir el cuadro claretiano. El Herbalife Gran Canaria se vio durante los últimos cinco minutos de partido, en diferentes ocasiones, a cinco puntos del triunfo. Pocos en cualquier otra situación, pero un mundo para un equipo incapaz aún de ganar lejos del Gran Canaria Arena en Liga Endesa.
No dejó de creer el equipo isleño, eso sí, y a punto estuvo de disfrutar de posesión para ganar a seis segundos del final. Con 88-87 en el marcador, los grancanarios forzaban los cinco segundos en el saque de fondo de los burgaleses, pero el colegiado señalaba técnica a Niko Radicevic por saltar por encima de la línea. Así de frío acabó el choque.
El conjunto dirigido por Diego Epifanio salió más enchufado al parqué. Sus tres primeras canastas fueron tres aciertos desde más allá de 6,75, y lograban tomar la delantera en el marcador (12-6, minuto 4) desde el arranque gracias, especialmente, a un Dominique Sutton imperial. Sin embargo, el ‘Granca’ sabía reaccionar con buena intensidad defensiva y puntería en el ataque. Tillie, con 7 puntos, lideraba al equipo en labores ofensivas y permitía a los isleños remontar.
El parcial llegó a ser de 0-12 tras un triple de Eulis Báez (12-18, minuto 6) que obligó a Epifanio a pedir tiempo muerto. Niko Radicevic se mostraba clarividente en labores de base y cerraba el primer acto con cuatro asistencias. El acierto exterior acompañaba y los claretianos llegaron a disfrutar de hasta once puntos de ventaja antes de que Cancar, en la última acción del cuarto, recortara distancias anotando a placer tras una pérdida amarilla (18-27).
El ritmo anotador bajó de forma considerable en los primeros compases del segundo cuarto. El Herbalife Gran Canaria tenía que rotar su juego interior por los problemas de faltas de Balvin y Wiley, y la superioridad física desaparecía ante un San Pablo Burgos que, pese a anotar a cuentagotas, lo hacía al menos con fe. Los burgaleses fueron recuperando terreno perdido minuto a minuto, y García paraba el choque (31-35, minuto 17) con los rivales ya a cuatro puntos.
Le costaba mucho anotar a los isleños y San Pablo Burgos lograba igualar por mediación de un Sutton que hacía daño con su energía y su intensidad. El conjunto local llegó a empatar en dos ocasiones e, incluso, a tomar la delantera. Pero cuando peor estaba en ataque el Herbalife Gran Canaria, Marcus Eriksson hizo acto de presencia. El sueco fue el autor de los últimos seis puntos amarillos de la primera mitad, clavando dos triples lejanos que permitieron a los grancanarios llegar al descanso con una mínima renta (43-44).
Se repite el guion
El guion de la segunda parte es uno que al Herbalife Gran Canaria le ha tocado vivir ya demasiadas veces esta temporada. Un guion de narrativa cruel, a caballo entre el thriller y el drama, con puesta en escena vibrante, costumbrista y funesta a partes iguales.El tercer y último cuarto transcurrieron con alternancias continuas en el marcador. San Pablo Burgos, liderados por un gran Dominique Sutton, amenazaba en varias ocasiones con romper el choque. Pero a cada arreón que protagonizaban, el ‘Granca’ conseguía responder con rachas individuales. Hannah firmó 10 puntos consecutivos en el tercer acto, Cory Jefferson se mostró amenazador desde más allá de 6,75, y en el último cuarto Niko Radicevic tomó responsabilidades.
Todo acabó siendo insuficiente, como viene marcando el guion que tantas y tantas veces ha tenido que sufrir el cuadro claretiano. El Herbalife Gran Canaria se vio durante los últimos cinco minutos de partido, en diferentes ocasiones, a cinco puntos del triunfo. Pocos en cualquier otra situación, pero un mundo para un equipo incapaz aún de ganar lejos del Gran Canaria Arena en Liga Endesa.
No dejó de creer el equipo isleño, eso sí, y a punto estuvo de disfrutar de posesión para ganar a seis segundos del final. Con 88-87 en el marcador, los grancanarios forzaban los cinco segundos en el saque de fondo de los burgaleses, pero el colegiado señalaba técnica a Niko Radicevic por saltar por encima de la línea. Así de frío acabó el choque.
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