El canario, quien ya preveía la dificultad de esta penúltima ronda de la BkRMC 2014, no pudo escalar más allá de la séptima posición después de perder mucho tiempo al salirse y golpear la parte trasera de su Ford Fiesta R2. Tras Asturias, Cataluña y su RallyRACC decidirán el nombre del campeón, un título al que siguen aspirando Marcos y Eduardo desde la cuarta plaza de la provisional.
No andaba mal encaminado Marcos González cuando decía encarar el 34 Rally Villa de Llanes, séptima y penúltima prueba de la BkRMC2014 con el ánimo de sumar el mayor número de puntos. La cita asturiana demostró que su fama de carrera difícil la tiene muy merecida y el piloto lanzaroteño y su compañero Eduardo González lo sufrieron desde muy pronto.
Ya mediado el primer tramo, en la salida de una rápida curva de derechas y enfilando ya el siguiente viraje de izquierdas el Ford Fiesta R2 sobreviraba y golpeaba la parte trasera contra una pared de piedras. A los de Distribuciones les llevó algún tiempo rehacerse y comprobar que podían continuar, y con muchísimo tiempo perdido (18 minutos) reemprendían la marcha.
“Cuando empiezas un rally de las características de Llanes de esta manera ya crees que nada puede salir bien. El R2 tenía un golpe muy fuerte detrás y tocamos el puente trasero, así que además de la falta de confianza que nos dejó el susto, el coche ya no volvió a comportarse igual. Aún no me lo explico. A esas alturas de tramo no íbamos con los neumáticos fríos, pero cuando el coche se fue, se fue, y ya no hubo forma de salvarlo”,explica Marcos, que quedaba irremisiblemente anclado en la octava posición de la copa mientras sus rivales por el título se medían en puestos de cabeza.
En el TC2 Marcos y Eduardo volvieron a perder un mundo. Ya con el puente trasero reparado, pero aún con una serie de daños imposibles de solventar en carrera, a partir del tercero sus registros empezaron a bajar. Pero con la certeza de que sólo iban a poder ganar posiciones en caso de que empezaran a producirse bajas dentro de la BkRMC, su ritmo fue el propio de un equipo que sólo buscaba adquirir experiencia y sumar puntos. Por el camino aún tuvieron que sufrir el daño de un neumático por culpa de una aleta dañada en el golpe y, ya en el antepenúltimo, un pinchazo. El abandono de Zihara Esteban propició que los isleños subieran hasta la séptima posición final.
“Ha sido un día dificilísimo para Eduardo y para mí, así que después de todo lo que hemos pasado, el sumar tres puntos es, no voy a decir que una victoria, pero sí un pequeño premio. El campeonato se nos ha puesto cuesta arriba, pero tenemos aún por delante un Rally de Cataluña que va a ser el más largo del año, en el que va a haber tierra y asfalto y en el que puede pasar de todo”, advierte el piloto de Haría.
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