jueves, 3 de septiembre de 2015

Positiva experiencia de Cástor Benítez-Inglott en el Campeonato del Mundo

Cástor Benítez-Inglott acudió el pasado fin de semana a Austria para disputar el Campeonato del Mundo de Ironman

El grancanario se había clasificado entre miles de aspirantes y se enfrentaba a más de 2.500 atletas, de ellos menos de 40 eran españoles. Un ambiente que Benítez-Inglott catalogaba así: "Fue espectacular la acogida de la gente del lugar, desde donde se desarrollaba el epicentro de la prueba hasta las localidades cercanas. Había mucho público en cada kilómetro del recorrido".

El primer enfrentamiento era a nado. "La adrenalina subía por momentos cuando buscaba un hueco entre tanta gente", recuerda el deportista grancanario y antiguo piloto de monoplazas en los circuitos nacionales e internacionales. Esta prueba era en un lago, donde se flota menos, espacio del que Cástor salió "bien, sin cansancio y con mucha energía para la bici". En esta etapa empezó bastante fuerte y mantuvo el ritmo en la escalada a un puerto con una pendiente del 20% en algunos puntos. Desde aquí afrontó una bajada rápida y técnica, donde llegaban a alcanzar los 90 km/h pero, a partir del kilómetro 70, "empecé a venirme abajo ya que no dosifiqué bien las fuerzas", recuerda el deportista apoyado por NutriSport y BikeGC. A pesar de todo completó los 90 kilómetros en dos horas y 40 minutos.

La fase final, la carrera a pie, fue muy dura. "Me bajé de la bici con las piernas muy cargadas y hasta el kilómetro diez no encontré fuerzas", señala Cástor, que en el kilómetro 17 tuvo que tomar un gel para poder tirar bien hasta el final. Con todo, su cuerpo no aceptaba más y lo acababa expulsando y ya, de esta manera, "llegué hasta el final". "Ese momento fue espectacular con las calles llenas de gente animando", recuerda y, por un momento, "se te olvida que estás reventado y puedes hasta hacer un sprint final", comentó entre sonrisas.

La valoración de Cástor Benítez-Inglott-Bellini fue positiva, y es que sólo lleva "dos años en esto y ya he conseguido clasificarme para un mundial". Sobre la competencia dijo estar "impresionado. El nivel era mucho más alto de lo que imaginaba. A la postre acabó en la posición número 160 de su categoría, de un total que se aproximaba a los 300. Ahora, en la segunda quincena del mes de septiembre, "estaré en Lanzarote, donde habrá que intentar clasificarse de nuevo y seguir mejorando".

Y así se despedía un Cástor Benítez-Inglott que acudió al IronMan de Austria sin ningún tipo de apoyo institucional para un evento de este calibre, preparándose y desplazándose con la única ayuda familiar, además de la propia, y de la colaboración de NutriSport y BikeGC.
 
 

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