La UD Las Palmas despide el 2015, año del histórico ascenso a Primera División, con un importantísimo triunfo frente al Granada CF, rival directo por la permanencia. Setién apostó por un once renovado, en parte por las circunstancias, como las lesiones, a la que se sumó Araujo a última hora,con molestias y en parte por decisiones técnicas, como la vuelta al once de Nabil El Zhar y de Jonathan Viera. Willian tuvo su oportunidad de inicio con el 'Chino' en el banquillo. Con estas credenciales se presentaban los amarillos ante los andaluces, en un encuentro crucial para el desarrollo de la competición, pese a que queda toda la segunda vuelta y algo más por delante.
Empezó el encuentro con ciertas precauciones por parte de ambos rivales. La primera aproximación amarilla se produjo en el minuto 8 el juego forzando un córner que se botó sin consecuencias. El mayor peligro local en los primeros compases llegaban por las bandas, ocupadad por Viera y Nabil. Tana se erigió en el hombre con más intención de hacer daño a la meta granadina, intentando armar el juego desde la mediapunta. El primer intento del Granada vino de un disparo cruzado de Edgar, que envió con la punta de los dedos a saque de esquina, Javi Varas, tras un error en la entrega de los insulares.
Con el paso de los minutos y llegando al ecuador de la segunda parte los granadinos empezaron a inquietar cada vez más la portería de Varas y Edgar rondo de nuevo el primer gol. La mala noticia fue la lesión de Hernán Santana, que tuvo que retirarse con problemas musculares dejando su lugar al capitán David García, que reaparecía tras su lesión para disputar su segundo partido en Primera División.
A la media hora de juego el resultado se mostraba totalmente incierto. Una jugada individual de Viera a banda cambiada generó inquietud en la zaga del Granada CF, pero la defensa evitó muy bien el peligro, despejando la pelota. Entonces una combinación de lujo entre Viera y Tana, la culminaba este último con un lanzamiento que se colaba en la portería para anotar el (1-0) a favor de los amarillo tras rebotar en un zaguero. Tanto muy celebrado por el delantero de San Cristóbal y por todo el Estadio. La fortaleza granadina se resquebrajaba, mientras la grada mostraba su descontento por la actuación del colegiado.
El gol dio alas a los amarillos, que empezaron a controlar el juego y a generar una amenaza constante en el marco de Andrés Fernández. El brasileño Willian José fue el segundo cambio obligado de la UD Las Palmas con problemas físicos. En su lugar, un Araujo un tanto mermado. Segundo contratiempo para Quique Setién al que sólo le quedaba un cambio para la segunda parte a la que se llegó con ventaja mínima para la UD.
La segunda mitad comenzó con los grancanarios intentando dominar el juego y los granadinos tratando de poner cerco al marco defendido por un Javi Varas inexpugnable hasta esos momentos. Entonces apareció el 'instinto asesino' de Araujo para recoger una asistencia de Viera y anotar el (2-0) y dejar el partido muy encarrilado para los intereses amarillos. Apareció la magia de un 'Chino' mermado para dinamitar el partido. Sin embargo el Granada no estaba dispuesto a rendirse y en el minuto 56 Peñaranda acortaba distancias para meter a su equipo de lleno en la pelea, cuando peor lo estaban pasando, tras una contra letal en la que exhibió su fenomenal zancada. Un tanto que revitalizó a un equipo granadino que se vio sin demasiado rumbo tras el segundo tanto insular, (2-1). El choque se endureció y ganó en tensión. Las espadas en todo lo alto para los minutos finales.
El Granada CF se lanzó a un ataque desaforado en el último cuarto de hora de encuentro, poniendo en apuros a la zaga amarilla, que en ocasiones se vio desbordada para contener al adversario, que reclamó un penalti por derribo de David García sobre Peñaranda. Setién apostó por el músculo de Wakaso como último recambio. Instantes después el colegiado señalaba penalti a favor de la UD Las Palmas por un derribo precisamente a Wakaso dentro del área. Viera se apoderó del cuero con decisión y clavó el (3-1) desde el punto fatídico para sentenciar un encuentro vital para los intereses insulares.
El público acabó coreando con olés, el juego amarillo y Lombán con un autogol redondeaba la goleada en una jugada iniciada por Araujo que luchó por el cuero como si se le fuera la vida en ello (4-1). Las Palmas consiguió un tesoro en forma de tres puntos, más el posible 'gol average' a favor.
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