Los claretianos no lograron igualar el nivel de acierto de un Unicaja superior.
Apenas 48 horas después de disputar un histórico partido ante el Fenerbahce en el Ülker Sports Arena de Estambul, el Herbalife Gran Canaria visitaba otra cancha de máxima exigencia donde no muchos equipos son capaces de ganar. Los amarillos tenían como reto superar a un Unicaja que había comenzado el curso a un gran nivel.
Los primeros minutos del choque respondieron a lo que la lógica estadística dictaba antes del mismo. Se medían dos equipos de alto ritmo de juego con muchos puntos, y los intercambios de golpes iniciales estuvieron a la altura de lo esperado. Unicaja se mostraba superior en la lucha por el rebote y los amarillos sufrían para cuidar la bola -hasta once pérdidas en la primera parte-, pero los de Luis Casimiro no castigaban los despistes claretianos. Una canasta de DJ Strawberry (13-11, minuto 7) apretaba las cosas. Sería, eso sí, una de las últimas acciones positivas del conjunto isleño en el cuarto inicial. Las rotaciones beneficiaron a un Unicaja que, con la segunda unidad en pista, fue capaz de apretar en ataque y, sobre todo, en defensa. En casi tres minutos, el Herbalife Gran Canaria solo fue capaz de anotar una canasta que sirvió para evitar que se cerrara el primer acto con una ventaja de dobles dígitos (22-13).
La diferencia no tardó en superar la barrera de los diez puntos. Al son de Jaime Fernández y con el dominio bajo aros de Shermadini, Unicaja alcanzó una ventaja de catorce puntos (33-19, minuto 14) que amenazaba con romper el partido muy pronto. Sin embargo, varios errores malacitanos en ataque y el acierto exterior claretiano permitió que el encuentro se apretara. Un parcial de 0-9 obligaba a Casimiro a pedir tiempo muerto (33-28, minuto 15) tras los triples de Báez, Hannah y Strawberry. El técnico de Puertollano logró lo que quería: cortar la sangría y hacer reaccionar a los suyos. Unicaja volvió a poner la directa y, sin demasiada dificultad, puso tierra de por medio tal y como había hecho anteriormente. Al descanso, los de Maldonado afrontaban un reto mayúsculo: remontar trece puntos en el Martín Carpena (49-35).
La diferencia en sensaciones transformaba la de puntos en una mayor, en una insalvable. Pero lo cierto era que Herbalife Gran Canaria mantenía intactas sus opciones de victoria. La primera parte del último cuarto fue una concatenación de errores por parte de ambos conjuntos. Unicaja no acababa por cerrar el triunfo y los grancanarios, por culpa de despistes en el rebote ofensivo y de fallos en ataque, no lograban amenazar realmente a los locales con la remontada.
Una buena bandeja con la izquierda de Báez (76-67, minuto 35) dejaba la diferencia por debajo de los diez puntos por primera vez desde mediados del segundo cuarto. Paso a paso, los claretianos consiguieron seguir reduciendo distancias. Una canasta de Kim Tillie (82-76, minuto 39) apretaba el electrónico como hacía tiempo no lo estaba. Solo seis de diferencia y algo más de minuto y medio por delante. Unicaja erraba el triple… pero el rebote ofensivo condenaba las aspiraciones de los isleños. No pudieron pelear por la victoria ante un Jaime Fernández entonado que cerró su exhibición con un triple para poner los trece de diferencia finales.
Los grancanarios quedan así 1-3 en la tabla de Liga Endesa y afrontan ahora una semana con doble duelo europeo: Barça Lassa el martes y Panathinaikos, en Atenas, el jueves. Luego volverá la competición local con la visita de MoraBanc Andorra al Arena el próximo sábado. Tres partidos más en solo seis días.
Los primeros minutos del choque respondieron a lo que la lógica estadística dictaba antes del mismo. Se medían dos equipos de alto ritmo de juego con muchos puntos, y los intercambios de golpes iniciales estuvieron a la altura de lo esperado. Unicaja se mostraba superior en la lucha por el rebote y los amarillos sufrían para cuidar la bola -hasta once pérdidas en la primera parte-, pero los de Luis Casimiro no castigaban los despistes claretianos. Una canasta de DJ Strawberry (13-11, minuto 7) apretaba las cosas. Sería, eso sí, una de las últimas acciones positivas del conjunto isleño en el cuarto inicial. Las rotaciones beneficiaron a un Unicaja que, con la segunda unidad en pista, fue capaz de apretar en ataque y, sobre todo, en defensa. En casi tres minutos, el Herbalife Gran Canaria solo fue capaz de anotar una canasta que sirvió para evitar que se cerrara el primer acto con una ventaja de dobles dígitos (22-13).
La diferencia no tardó en superar la barrera de los diez puntos. Al son de Jaime Fernández y con el dominio bajo aros de Shermadini, Unicaja alcanzó una ventaja de catorce puntos (33-19, minuto 14) que amenazaba con romper el partido muy pronto. Sin embargo, varios errores malacitanos en ataque y el acierto exterior claretiano permitió que el encuentro se apretara. Un parcial de 0-9 obligaba a Casimiro a pedir tiempo muerto (33-28, minuto 15) tras los triples de Báez, Hannah y Strawberry. El técnico de Puertollano logró lo que quería: cortar la sangría y hacer reaccionar a los suyos. Unicaja volvió a poner la directa y, sin demasiada dificultad, puso tierra de por medio tal y como había hecho anteriormente. Al descanso, los de Maldonado afrontaban un reto mayúsculo: remontar trece puntos en el Martín Carpena (49-35).
Reacción corta
La esperanza era que el intermedio ayudase a los amarillos a encontrar la manera de imponer su ritmo de partido y conseguir el acierto necesario para competir por la victoria. El encuentro siguió transcurriendo, sin embargo, por los mismos derroteros. La inercia de la primera parte se mantuvo en el tercer acto. El Herbalife Gran Canaria, eso sí, era capaz de endurecer la defensa para no permitir que Unicaja rompiera el choque de forma definitiva, pero el acierto en ataque no acompañaba para recortar distancias. Unos errores consecutivos de los isleños permitió al equipo local tomar la máxima diferencia (69-50, minuto 28) con el liderazgo de Jaime Fernández y un triple de Suárez. Otra vez dos aciertos seguidos desde 6,75, y una canasta de Balvin, significaron oxígeno puro para los isleños a diez minutos del final (69-58).La diferencia en sensaciones transformaba la de puntos en una mayor, en una insalvable. Pero lo cierto era que Herbalife Gran Canaria mantenía intactas sus opciones de victoria. La primera parte del último cuarto fue una concatenación de errores por parte de ambos conjuntos. Unicaja no acababa por cerrar el triunfo y los grancanarios, por culpa de despistes en el rebote ofensivo y de fallos en ataque, no lograban amenazar realmente a los locales con la remontada.
Una buena bandeja con la izquierda de Báez (76-67, minuto 35) dejaba la diferencia por debajo de los diez puntos por primera vez desde mediados del segundo cuarto. Paso a paso, los claretianos consiguieron seguir reduciendo distancias. Una canasta de Kim Tillie (82-76, minuto 39) apretaba el electrónico como hacía tiempo no lo estaba. Solo seis de diferencia y algo más de minuto y medio por delante. Unicaja erraba el triple… pero el rebote ofensivo condenaba las aspiraciones de los isleños. No pudieron pelear por la victoria ante un Jaime Fernández entonado que cerró su exhibición con un triple para poner los trece de diferencia finales.
Los grancanarios quedan así 1-3 en la tabla de Liga Endesa y afrontan ahora una semana con doble duelo europeo: Barça Lassa el martes y Panathinaikos, en Atenas, el jueves. Luego volverá la competición local con la visita de MoraBanc Andorra al Arena el próximo sábado. Tres partidos más en solo seis días.
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