DESDE LA GRADA
Este fin de semana hemos vivido dos competiciones automovilísticas
muy diferentes, pero es indudable que en los dos eventos, la lluvia y los
neumáticos han jugado un papel de relevancia.
En Malasia segunda cita de la Formula 1, el agua comenzó a
tener protagonismo desde los entrenamientos y clasificación para la parrilla de
salida y ayer también en la carrera especialmente en su comienzo, donde los
equipos se decidían por utilizar los intermedios en el arranque y aguantar unas
vueltas hasta que la pista se secara con una previsión de aguantar unas 6
vueltas.
Esta decisión llevó a que Fernando Alonso y Ferrari
comenzaran con una estrategia decidida, que después tras el toque del asturiano
con Vettel y sus consecuencias en el alerón delantero, arriesgaran para
intentar rodar con el bigote arrastrando por la pista con un nefasto resultado.
El equipo rojo intentaba dar el máximo de vueltas posibles en estas
condiciones, para no tener que pasar por el pit-line a cambiar el alerón antes
de que se realizara el previsto cambio de gomas, y el intento salió muy mal con
la retirada de Alonso en la 1ª vuelta. Decisión exigida por la lluvia y por los neumáticos, que también habían tenido una influencia importante en la formación de la parrilla, donde Vettel fue intratable había sacado una diferencia importante ante sus rivales, aunque en un algún momento estuvo a punto de quedarse fuera de la Q3 como pasó con algunos pilotos que eran relegados a posiciones retrasadas. Y en todo ello, lógicamente la influencia del agua en distintas zonas de la pista.
Entretanto algunos de los acólitos de los poderes mediáticos haciendo diferentes elucubraciones sesgadas, sobre la situación de Alonso en la lucha por la pole. En esta ocasión no pudieron justificar la solicitud de lluvia que realizaban el otro día en Australia, para supuestamente beneficiar al de Ferrari, ya que las diferencias en los tiempos dejaban la evidencia de la situación real con la lluvia. En fin, lo de siempre por parte de aquellos que no informan con objetividad y después todo lo pretenden justificar. Ayer para el comentario se tuvieron que conformar con las luchas intestinas de RedBull y Mercedes, porque no había más argumentos y no se podía defender la decisión de Ferrari y Alonso.
Aquí en Gran Canaria, en la primera etapa del Rally Islas
Canarias, se vivía una situación parecida porque aparecía la lluvia en los
primeros tramos de la prueba. Ello conllevó que las sorpresas comenzaron desde
el inicio. Muchos habían elegido neumáticos blandos y para seco y la situación
de la carretera empeoraba a medida que transcurría la mañana complicando mucho
la situación especialmente para los coches de potencia y tracción a un solo
eje, y también para otros cuya elección errónea en la monta fue un calvario,
que se reflejó en las clasificaciones de las dos primeras secciones. Mientras
no llegó el territorio seco, las posiciones en la clasificación de algunos
equipos no correspondían a su verdadero potencial, en tanto que otros con
coches menos potentes pudieron sortear las muchas dificultades que originó la
cantidad de agua caída.
Cuando no hay una previsión clara del tiempo, como sucedió
en el rally la situación se convierte en muy complicada, cosa que quedo
reflejada en los cronos realizados por muchos de los equipos desde el
comienzo y que convirtieron sus decisiones , en algunos casos, en una autentica
lotería.
Una vez más, se demostró en este fin de semana que la lluvia
y los neumáticos son dos factores de gran importancia en la competición automovilística.
MANOLO JOSE SANTANA
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