Tras cuarenta minutos de pura intensidad, el Herbalife Gran Canaria salió victorioso en un duelo de poder a poder ante Laboral Kutxa Baskonia.
Laboral Kutxa Baskonia y Herbalife Gran Canaria saltaron al parqué dispuestos a demostrar por qué son dos de los mejores equipos españoles en Europa este curso. Los baskonistas golpearon primero percutiendo en la pintura, con Bourousis aún en el banquillo. Savané, titular, anotó cinco puntos consecutivos para firmar los primeros tantos claretianos de la mañana.
No tardó el equipo de Perasovic en imponer su elevado ritmo de juego cimentado en una buena defensa y en el acierto exterior. Adams no estaba dispuesto a repetir día aciago y convirtió sus primeros lanzamientos desde 6,75. Pero si había un jugador baskonista con ganas de reivindicarse ese era Planinic. El pívot entró en convocatoria por la baja de Causeur y causó estragos en el aro amarillo. Una canasta suya disparaba a los vascos (10-19, minuto 7) y fue el acicate definitivo para un Herbalife Gran Canaria que reaccionó desde la defensa. Varias recuperaciones, una enorme actividad de Rabaseda, y la dirección de Oliver fueron los ingredientes de la remontada, que ayudó a que el encuentro acabase igualado tras el primer acto (26-26).
El nivel de acierto y ritmo de juego eran factores de máxima exigencia, como cabía esperar en un duelo ante un equipo que roza ya los Playoffs de la Euroliga. Volvió a mandar el grupo de Perasovic en la salida del segundo cuarto. Bourousis era el epicentro de todos los ataques visitantes y si no anotaba, se encargaba de que algún compañero lo hiciera. Se estiraba el Baskonia (31-37, minuto 15) pero no renunciaba un Herbalife Gran Canaria que veía amargamente cómo James, con un 2+1, cerraba el cuarto y daba siete de ventaja a los suyos (41-48).
Durante el presente curso, el equipo de Aíto García Reneses ha traspado fronteras que el Granca nunca había sabido derrumbar. También ha desterrado mitos. Y el de la pájara del tercer cuarto, si bien a veces se presenta, también ha desaparecido en muchas ocasiones. Como por ejemplo ante el conjunto baskonista.
Salió como un ciclón el equipo claretiano, que en poco más de tres minutos de cuarto logró un parcial de 10-2 para remontar y forzar el tiempo muerto de un Perasovic cabreado por las pérdidas de los suyos, incapaces de superar la presión isleña. Báez personificó como nunca, y como siempre esa garra, esa entrega en una recuperación llena de sudor. Pangos y Rabaseda estiraron el parcial hasta el 16-2 (57-50, minuto 25) antes de que Blazic anotase dos tiros libres.
La renta llegó a ser de ocho puntos y el Herbalife Gran Canaria sonreía a la vez que jugaba. Alegría, intensidad, velocidad y una luz amarilla que atravesaba el parqué de un Gran Canaria Arena que se lo pasaba en grande. Antes del final del cuarto, eso sí, reaccionó el equipo de Peras. O, mejor dicho, Bourousis, que anotó un triple y firmó una acción de 2+1 para poner las cosas en un pañuelo (67-66).
El desenlace estuvo a la altura del desarrollo. Esta vez el último capítulo no ensució el libro, ni la última nota empañó el blues. Grancanarios y vitorianos lo dieron todo sobre la pista. En especial Mike James. El base americano, algo discreto durante la mañana, protagonizó un último cuarto para enmarcar. En los primeros cuatro minutos el parcial fue de 9-8 para los claretianos, y los ocho puntos baskonistas habían sido del propio James. A 5:58 minutos del final, el electrónico reflejaba un igualado 76-74.
Los amarillos mantenían las distancias con unos grandes minutos de Sasu Salin, esencial en los minutos calientes, y Kevin Pangos, que se quedó a una asistencia de su primer doble-doble como profesional. James le volvía loco y lo hizo de nuevo con un 2+1 para poner el 81-81 a 3:59 minutos del final. Con cuatro minutos por delante, partido nuevo.
Y llegaba ese momento crucial que suele llegar en los choques igualados: verte por debajo en el marcador. Bourousis clavó un triple y el resultado era de 83-84 a 1:50 del final. Casi un minuto después, Salin anotaba dos tiros libres. En la siguiente jugada, el finés recuperaba y DJ Seeley completaba el contrataque. No estaba todo dicho, y James guardaba en la recámara un triplazo para empatar a 87 con 35,1 segundos por disputarse. DJ tomó las riendas de la siguiente posesión para asistir a Omic.
Los de Aíto lograban defender la siguiente posesión, y Sasu Salin, desde 4,60, ponía el que parecía definitivo 91-87. Nada más lejos de la realidad: Jaka Blazic, cogiendo el testigo de James, anotaba de tres. De nuevo en la línea, Salin convirtió dos tiros libres para el 93-90. En la última jugada, James se jugó un triple sideral que escupió el aro para certificar un grandísimo triunfo amarillo ante un rival directo del Playoff.
Ficha técnica
93 – Herbalife Gran Canaria (26+15+26+26): Oliver (6), Salin (16), Newley (3), Báez (4) y Savané (5) -cinco inicial-, Pangos (15), Seeley (12), Rabaseda (6), Omic (16) y Aguilar (10).
90 – Laboral Kutxa Baskonia (26+22+18+24): Adams (6), Hanga (4), Bertans (6), Planinic (17) y Tillie (6) -quinteto inicial-, Blazic (8), James (21), Bourousis (19) y Corbacho (3).
Árbitros: Martín Bertrán, Peruga y Munar. Eliminaron por faltas personales al visitante Planinic (min. 35).
Incidencias: partido disputado en el Gran Canaria Arena ante 5.904 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del atentado terrorista en Bruselas el pasado martes.
No tardó el equipo de Perasovic en imponer su elevado ritmo de juego cimentado en una buena defensa y en el acierto exterior. Adams no estaba dispuesto a repetir día aciago y convirtió sus primeros lanzamientos desde 6,75. Pero si había un jugador baskonista con ganas de reivindicarse ese era Planinic. El pívot entró en convocatoria por la baja de Causeur y causó estragos en el aro amarillo. Una canasta suya disparaba a los vascos (10-19, minuto 7) y fue el acicate definitivo para un Herbalife Gran Canaria que reaccionó desde la defensa. Varias recuperaciones, una enorme actividad de Rabaseda, y la dirección de Oliver fueron los ingredientes de la remontada, que ayudó a que el encuentro acabase igualado tras el primer acto (26-26).
El nivel de acierto y ritmo de juego eran factores de máxima exigencia, como cabía esperar en un duelo ante un equipo que roza ya los Playoffs de la Euroliga. Volvió a mandar el grupo de Perasovic en la salida del segundo cuarto. Bourousis era el epicentro de todos los ataques visitantes y si no anotaba, se encargaba de que algún compañero lo hiciera. Se estiraba el Baskonia (31-37, minuto 15) pero no renunciaba un Herbalife Gran Canaria que veía amargamente cómo James, con un 2+1, cerraba el cuarto y daba siete de ventaja a los suyos (41-48).
Durante el presente curso, el equipo de Aíto García Reneses ha traspado fronteras que el Granca nunca había sabido derrumbar. También ha desterrado mitos. Y el de la pájara del tercer cuarto, si bien a veces se presenta, también ha desaparecido en muchas ocasiones. Como por ejemplo ante el conjunto baskonista.
Salió como un ciclón el equipo claretiano, que en poco más de tres minutos de cuarto logró un parcial de 10-2 para remontar y forzar el tiempo muerto de un Perasovic cabreado por las pérdidas de los suyos, incapaces de superar la presión isleña. Báez personificó como nunca, y como siempre esa garra, esa entrega en una recuperación llena de sudor. Pangos y Rabaseda estiraron el parcial hasta el 16-2 (57-50, minuto 25) antes de que Blazic anotase dos tiros libres.
La renta llegó a ser de ocho puntos y el Herbalife Gran Canaria sonreía a la vez que jugaba. Alegría, intensidad, velocidad y una luz amarilla que atravesaba el parqué de un Gran Canaria Arena que se lo pasaba en grande. Antes del final del cuarto, eso sí, reaccionó el equipo de Peras. O, mejor dicho, Bourousis, que anotó un triple y firmó una acción de 2+1 para poner las cosas en un pañuelo (67-66).
El desenlace estuvo a la altura del desarrollo. Esta vez el último capítulo no ensució el libro, ni la última nota empañó el blues. Grancanarios y vitorianos lo dieron todo sobre la pista. En especial Mike James. El base americano, algo discreto durante la mañana, protagonizó un último cuarto para enmarcar. En los primeros cuatro minutos el parcial fue de 9-8 para los claretianos, y los ocho puntos baskonistas habían sido del propio James. A 5:58 minutos del final, el electrónico reflejaba un igualado 76-74.
Los amarillos mantenían las distancias con unos grandes minutos de Sasu Salin, esencial en los minutos calientes, y Kevin Pangos, que se quedó a una asistencia de su primer doble-doble como profesional. James le volvía loco y lo hizo de nuevo con un 2+1 para poner el 81-81 a 3:59 minutos del final. Con cuatro minutos por delante, partido nuevo.
Y llegaba ese momento crucial que suele llegar en los choques igualados: verte por debajo en el marcador. Bourousis clavó un triple y el resultado era de 83-84 a 1:50 del final. Casi un minuto después, Salin anotaba dos tiros libres. En la siguiente jugada, el finés recuperaba y DJ Seeley completaba el contrataque. No estaba todo dicho, y James guardaba en la recámara un triplazo para empatar a 87 con 35,1 segundos por disputarse. DJ tomó las riendas de la siguiente posesión para asistir a Omic.
Los de Aíto lograban defender la siguiente posesión, y Sasu Salin, desde 4,60, ponía el que parecía definitivo 91-87. Nada más lejos de la realidad: Jaka Blazic, cogiendo el testigo de James, anotaba de tres. De nuevo en la línea, Salin convirtió dos tiros libres para el 93-90. En la última jugada, James se jugó un triple sideral que escupió el aro para certificar un grandísimo triunfo amarillo ante un rival directo del Playoff.
Ficha técnica
93 – Herbalife Gran Canaria (26+15+26+26): Oliver (6), Salin (16), Newley (3), Báez (4) y Savané (5) -cinco inicial-, Pangos (15), Seeley (12), Rabaseda (6), Omic (16) y Aguilar (10).
90 – Laboral Kutxa Baskonia (26+22+18+24): Adams (6), Hanga (4), Bertans (6), Planinic (17) y Tillie (6) -quinteto inicial-, Blazic (8), James (21), Bourousis (19) y Corbacho (3).
Árbitros: Martín Bertrán, Peruga y Munar. Eliminaron por faltas personales al visitante Planinic (min. 35).
Incidencias: partido disputado en el Gran Canaria Arena ante 5.904 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del atentado terrorista en Bruselas el pasado martes.
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