No hay fronteras para la resiliencia amarilla. El Herbalife Gran Canaria tumbó al campeón de Polonia por 82-93 y dio un paso a las semifinales de la Eurocup.
La gran novedad en el quinteto de Aíto García Reneses fue Anzejs Pasecniks. Para bien y para mal, el pívot letón fue protagonista en los primeros compases del choque. Para bien porque el báltico anotó la primera canasta y estuvo activo en los bloqueos; para mal porque Dejan Borovnjak, el examarillo, hizo daño en el interior.
El Stelmet Zielona Gora mostraba sus credenciales defensivas y conseguía mandar en los primeros minutos con un juego muy intenso y físico. Un 2+1 tras rebote ofensivo de Moldoveanu ponía dos arriba a los locales (15-13, minuto 8). El último minuto y medio del cuarto fue de total dominio claretiano. Alen Omic campó a sus anchas en la pintura y suya fue gran parte de la culpa de que el Granca acabase el primer cuarto con tres de ventaja (20-23).
El juego coral de los grancanarios alcanzó el culmen con dos triples consecutivos de Xavi Rabaseda (25-31, minuto 13) que lanzaba a los amarillos. Sin embargo, los campeones polacos no le perdieron la cara al choque en ningún momento y consiguieron un parcial de 9-0 liderado por Gruszecki que les sirvió para recuperar la ventaja.
La segunda mitad del cuarto transcurrió con dominio verde, con un Stelmet Zielona Gora que seguía defendiendo fuerte en el perímetro y que, a su vez, conseguía aumentar su acierto desde más allá de 6,75. Triple tras triple el Stelmet Zielona Gora logró abrir la brecha al descanso, anotando 29 puntos en el segundo acto y un 7/12 en triples en la mitad (49-44).
La salida del equipo tras el intermedio fue notable, logrando remontar con un parcial de 0-6 y una buena defensa. El choque se convirtió entonces en un constante toma y daca, pero la inercia favorecía a un Herbalife Gran Canaria que se encontraba cómodo en la pista, con Kevin Pangos controlando el tempo del partido con suma facilidad. Sasu Salin, destacado, anotaba dos tiros libres y los isleños lograban seis de ventaja (53-59, minuto 26) pasado el ecuador del cuarto.
Dee Bost se echó el equipo a la espalda anotando desde fuera y tomando las decisiones ofensivas. Él lideró un parcial de 8-0 que volvió a alternar la ventaja en el marcador. Báez, con dos triples, relanzaba a los isleños, que sufrían un tiro sobre la bocina del último segundo del tercer cuarto (65-67).
El partido estaba muy abierto, y cada vez que el Granca amenazaba con abrir una brecha definitiva, reaccionaba un resiliente Stelmet Zielona Gora, que tiraba del orgullo de campeón. Bost clavaba un triple para poner el 71-70, pero el Herbalife Gran Canaria también tiene de eso llamado coraje. Un tremendo parcial de 0-11 con 5 puntos de Kevin Pangos ponía la diferencia en diez (71-81, minuto 35), la máxima de la noche en Polonia.
Dee Bost siguió intentando meter en el choque a los suyos, pero el Herbalife Gran Canaria no cedió. Rompía una y otra vez la dura defensa interior con pases a un Alen Omic que se hinchó y acabó con 20 puntos y 8 rebotes. Un sideral palmeo de Sasu Salin, que también firmó un partidazo con 16 puntos y 4 rebotes, puso el definitivo 82-93 que pone por delante a los claretianos en la eliminatoria.
El Stelmet Zielona Gora mostraba sus credenciales defensivas y conseguía mandar en los primeros minutos con un juego muy intenso y físico. Un 2+1 tras rebote ofensivo de Moldoveanu ponía dos arriba a los locales (15-13, minuto 8). El último minuto y medio del cuarto fue de total dominio claretiano. Alen Omic campó a sus anchas en la pintura y suya fue gran parte de la culpa de que el Granca acabase el primer cuarto con tres de ventaja (20-23).
El juego coral de los grancanarios alcanzó el culmen con dos triples consecutivos de Xavi Rabaseda (25-31, minuto 13) que lanzaba a los amarillos. Sin embargo, los campeones polacos no le perdieron la cara al choque en ningún momento y consiguieron un parcial de 9-0 liderado por Gruszecki que les sirvió para recuperar la ventaja.
La segunda mitad del cuarto transcurrió con dominio verde, con un Stelmet Zielona Gora que seguía defendiendo fuerte en el perímetro y que, a su vez, conseguía aumentar su acierto desde más allá de 6,75. Triple tras triple el Stelmet Zielona Gora logró abrir la brecha al descanso, anotando 29 puntos en el segundo acto y un 7/12 en triples en la mitad (49-44).
La salida del equipo tras el intermedio fue notable, logrando remontar con un parcial de 0-6 y una buena defensa. El choque se convirtió entonces en un constante toma y daca, pero la inercia favorecía a un Herbalife Gran Canaria que se encontraba cómodo en la pista, con Kevin Pangos controlando el tempo del partido con suma facilidad. Sasu Salin, destacado, anotaba dos tiros libres y los isleños lograban seis de ventaja (53-59, minuto 26) pasado el ecuador del cuarto.
Dee Bost se echó el equipo a la espalda anotando desde fuera y tomando las decisiones ofensivas. Él lideró un parcial de 8-0 que volvió a alternar la ventaja en el marcador. Báez, con dos triples, relanzaba a los isleños, que sufrían un tiro sobre la bocina del último segundo del tercer cuarto (65-67).
El partido estaba muy abierto, y cada vez que el Granca amenazaba con abrir una brecha definitiva, reaccionaba un resiliente Stelmet Zielona Gora, que tiraba del orgullo de campeón. Bost clavaba un triple para poner el 71-70, pero el Herbalife Gran Canaria también tiene de eso llamado coraje. Un tremendo parcial de 0-11 con 5 puntos de Kevin Pangos ponía la diferencia en diez (71-81, minuto 35), la máxima de la noche en Polonia.
Dee Bost siguió intentando meter en el choque a los suyos, pero el Herbalife Gran Canaria no cedió. Rompía una y otra vez la dura defensa interior con pases a un Alen Omic que se hinchó y acabó con 20 puntos y 8 rebotes. Un sideral palmeo de Sasu Salin, que también firmó un partidazo con 16 puntos y 4 rebotes, puso el definitivo 82-93 que pone por delante a los claretianos en la eliminatoria.
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