Por segundo año consecutivo, el Herbalife Gran Canaria luchará por ser uno de los mejores cuatro equipos de la Eurocup.
El Herbalife Gran Canaria visita este miércoles a las 18:15 horas (por TV Canaria y Eurosport 2) la pista del Stelmet Zielona Gora, campeón polaco y una de las mejores defensas del torneo.
Un campeón novato
Stelmet Zielona Gora ha sido campeón de Polonia en dos ocasiones: 2013 y 2015. Su ascenso ha sido meteórico en los últimos años y, aunque ya ha disputado dos ediciones de la Turkish Airlines Euroleague, nunca había alcanzado unos cuartos de final continentales en ninguna competición. Para el conjunto polaco, la cita es histórica y la ciudad se ha movilizado para apoyar a su equipo, que está a las puertas de sus primeras semifinales europeas. Por su parte, el Herbalife Gran Canaria disputará sus terceros cuartos de final, los segundos consecutivos tras el jugado el pasado curso con el Pinar Karsiyaka, que acabaría siendo campeón de Turquía.
Un nuevo campeón en el camino
Herbalife Gran Canaria, en estos dos últimos cursos, se está especializando en tumbar a campeones. El año pasado cayeron Telenet Ostende (Bélgica), Dinamo Sassari (Italia), Cedevita (Croacia) y Pinar Karsiyaka (Turquía). En los octavos de este año, el equipo claretiano derrotó al Limoges CSP, campeón francés. Ahora los claretianos se enfrentan por primera vez en su historia a un campeón polaco, un Stelmet Zielona Gora que en los últimos años se ha acostumbrado a jugar grandes citas.
Un viejo conocido
Hace unos cinco años, en marzo de 2011, el por entonces Gran Canaria 2014 se reforzaba con el serbio Dejan Borovnjak para suplir al lesionado Sitapha Savané. El pívot, procedente en aquel momento del Aris griego, se adaptó con suma facilidad y rindió a un alto nivel considerando su tiempo justo de adaptación. El balcánico dejó un buen recuerdo por su profesionalidad y compromiso. Desde entonces, Borovnjak ha destacado en diversos equipos europeos, y este año lo está haciendo en el Zielona Gora, promediando 10,5 puntos y 4,1 rebotes para 10,1 de valoración.
Un visitante incómodo y un incómodo local
Stelmet Zielona Gora tiene una curiosa estadística en la Eurocup. Ha disputado ocho partidos sumando los seis del Last 32 y la serie de octavos de final ante Unics Kazan. Los polacos firman un registro de 0-4 en casa. En Polonia han perdido con Umana Reyer Venecia, MHP Riesen Ludwigsburg, Zenit San Petersburgo y Unics Kazan. Sin embargo, han logrado derrotar a todos esos equipos a domicilio para un 4-0 perfecto. Ganaron en Ludwigsburg (donde el Granca perdió) por 73-82; en Venecia por 58-68 y en San Petersburgo 69-73. Luego vencieron en Kazán por 54-71, logrando así la clasificación a octavos.
Una defensa de primer nivel
Lo destacaba Aíto García Reneses en la previa. El Stelmet Zielona Gora tiene una defensa de máxima exigencia. Los polacos encajan únicamente 73,6 puntos por encuentro. Al Unics, sin ir más lejos, les dejaron en 54 puntos en la vuelta de octavos. Zenit, otro equipo ruso de un potencial ofensivo de élite, solo anotó 69 puntos en su casa cuando les visitó el equipo polaco. La intensidad defensiva es posible gracias al físico de los jugadores que componen la plantilla de Filipovski, entrenador esloveno que entrenó hace años en Liubliana a Sasu Salin y Alen Omic.
Un campeón novato
Stelmet Zielona Gora ha sido campeón de Polonia en dos ocasiones: 2013 y 2015. Su ascenso ha sido meteórico en los últimos años y, aunque ya ha disputado dos ediciones de la Turkish Airlines Euroleague, nunca había alcanzado unos cuartos de final continentales en ninguna competición. Para el conjunto polaco, la cita es histórica y la ciudad se ha movilizado para apoyar a su equipo, que está a las puertas de sus primeras semifinales europeas. Por su parte, el Herbalife Gran Canaria disputará sus terceros cuartos de final, los segundos consecutivos tras el jugado el pasado curso con el Pinar Karsiyaka, que acabaría siendo campeón de Turquía.
Un nuevo campeón en el camino
Herbalife Gran Canaria, en estos dos últimos cursos, se está especializando en tumbar a campeones. El año pasado cayeron Telenet Ostende (Bélgica), Dinamo Sassari (Italia), Cedevita (Croacia) y Pinar Karsiyaka (Turquía). En los octavos de este año, el equipo claretiano derrotó al Limoges CSP, campeón francés. Ahora los claretianos se enfrentan por primera vez en su historia a un campeón polaco, un Stelmet Zielona Gora que en los últimos años se ha acostumbrado a jugar grandes citas.
Un viejo conocido
Hace unos cinco años, en marzo de 2011, el por entonces Gran Canaria 2014 se reforzaba con el serbio Dejan Borovnjak para suplir al lesionado Sitapha Savané. El pívot, procedente en aquel momento del Aris griego, se adaptó con suma facilidad y rindió a un alto nivel considerando su tiempo justo de adaptación. El balcánico dejó un buen recuerdo por su profesionalidad y compromiso. Desde entonces, Borovnjak ha destacado en diversos equipos europeos, y este año lo está haciendo en el Zielona Gora, promediando 10,5 puntos y 4,1 rebotes para 10,1 de valoración.
Un visitante incómodo y un incómodo local
Stelmet Zielona Gora tiene una curiosa estadística en la Eurocup. Ha disputado ocho partidos sumando los seis del Last 32 y la serie de octavos de final ante Unics Kazan. Los polacos firman un registro de 0-4 en casa. En Polonia han perdido con Umana Reyer Venecia, MHP Riesen Ludwigsburg, Zenit San Petersburgo y Unics Kazan. Sin embargo, han logrado derrotar a todos esos equipos a domicilio para un 4-0 perfecto. Ganaron en Ludwigsburg (donde el Granca perdió) por 73-82; en Venecia por 58-68 y en San Petersburgo 69-73. Luego vencieron en Kazán por 54-71, logrando así la clasificación a octavos.
Una defensa de primer nivel
Lo destacaba Aíto García Reneses en la previa. El Stelmet Zielona Gora tiene una defensa de máxima exigencia. Los polacos encajan únicamente 73,6 puntos por encuentro. Al Unics, sin ir más lejos, les dejaron en 54 puntos en la vuelta de octavos. Zenit, otro equipo ruso de un potencial ofensivo de élite, solo anotó 69 puntos en su casa cuando les visitó el equipo polaco. La intensidad defensiva es posible gracias al físico de los jugadores que componen la plantilla de Filipovski, entrenador esloveno que entrenó hace años en Liubliana a Sasu Salin y Alen Omic.
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