A los amarillos se les escapó el triunfo en un tercer cuarto en el que encajaron 40 puntos.
Después de romper la racha de triunfos más longeva en la historia del club en la Liga Endesa, los pupilos de Luis Casimiro tenían un reto muy exigente para intentar recobrar el camino de la victoria. Rendir visita al Baskonia en el Buesa Arena nunca se antoja como algo fácil; si la historia dice que solo se han sumado cuatro triunfos de 33 posibles entre liga y Playoff, los argumentos para entender la extrema dificultad crecen.
Los baskonistas, que el martes arrancan los cuartos de final de la Turkish Airlines Euroleague, iniciaron el encuentro con Rafa Luz dirigiendo y Diop en el pívot. Larkin y Voigtmann, los hombres con más minutos en ambas posiciones, aguardaban en el banquillo. Y aunque el bloque de Sito Alonso sumó primero por mediación de Beaubois y Hanga, fue el Herbalife Gran Canaria quien llevó el peso del choque en los primeros compases. Darko Planinic, que volvía a su primera casa en España, fue una fuerza incontrolable en ambas pinturas. El croata sumó siete de los 14 puntos (10-14, minuto 5) que permitieron a los claretianos tomar ventaja.
Tras firmar un 2+1, Planinic se fue al banco. La segunda unidad vitoriana, comandada por Larkin, Voigtmann y Shengelia, impuso más ritmo al conjunto local. En esos tres vórtices se apoyó un parcial de 11-2 que le daba la vuelta al marcador por completo antes del final del primer cuarto. Albert Oliver, el más listo de la clase, lograba recortar distancias en la última jugada anotando una bandeja por encima de Larkin, que no logró parar al base de 38 años.
Las tornas cambiaron en el segundo acto, y la inercia positiva elevó a un Herbalife Gran Canaria que retomó la ventaja (23-25, minuto 13) tras un triple de Kyle Kuric. El americano, que cerró la noche con 16 puntos, fue el estilete ofensivo un día más para los isleños. Fue él precisamente quien, tras un tiempo muerto solicitado al recibir un parcial de 6-0, desatascó al equipo con otro acierto desde más allá de 6,75. Llegaron entonces los mejores minutos grancanarios en el Buesa Arena, con una gran intensidad defensiva y exhibiendo mucha inteligencia en ataque que suplía, por momentos, los bajos porcentajes en el tiro.
Cinco puntos consecutivos de Pablo Aguilar y dos más para Darko Planinic, que acabó 13 para 20 de valoración, permitieron a los amarillos adquirir la mayor renta del choque (34-41, minuto 19) antes de que Beaubois y Hanga, en un anticipo de lo que acontecería en el tercer acto, recortaran distancias. Pasecniks, casi sobre la bocina y en un palmeo bajo el aro, ponía la guinda a un segundo parcial de un sólido baloncesto (38-43).
Un tercer cuarto para (no) olvidar
El paso por vestuarios benefició al Baskonia. Sobre todo a un Rodrigue Beaubois que volvió al parqué de manera celestial. El francés encendió la mecha con dos triples consecutivos que servían para remontar el encuentro. Royce O’Neale puso una tímida réplica en una rápida transición; los claretianos buscaban ataques veloces pero acabaron por no llegar. El encuentro se convirtió en un constante toma y daca con numerosas alternancias en el marcador. Un tiro libre de Sasu Salin igualaba la contienda a 54 con cinco minutos por jugarse.
El parcial, hasta ese momento, era de 16-11. Lo de después solo tiene un nombre: Adam. Y un apellido: Hanga. El húngaro, de fiesta por su cumpleaños, anotó once puntos consecutivos y acabó por explotar la bomba que había plantado antes Beaubois. En un abrir y cerrar de ojos los de Luis Casimiro se vieron diez abajo. Ni el tiempo muerto solicitado por el técnico de Puertollano reactivó a un Herbalife Gran Canaria que vio cómo Nico Laprovittola, que no había jugado ni un segundo, anotaba cinco puntos consecutivos. Catorce de desventaja con diez por jugarse tras un parcial de 40-21. Hasta 40 puntos en un cuarto (78-64).
Era de esperar que los guarismos baskonistas no fuesen los mismos en el último cuarto. Y, defensa a defensa, el Herbalife Gran Canaria fue creyendo en la remontada. Los amarillos abrieron el parcial con un 2-10 culminado por Kyle Kuric tras robo de Xavi Rabaseda. La diferencia estaba en solo seis (80-74, minuto 34) y Sito Alonso se veía obligado a parar el encuentro para intentar buscar soluciones. El atasco ofensivo de los vascos era notable, con apenas dos puntos anotados en tres minutos y medio.
La primera acción tras la interrupción dejó las cosas en únicamente cuatro puntos con una buena canasta de Bo McCalebb. Apareció entonces Shane Larkin y, a pesar de rozar con la yema de los dedos la remontada, poco tuvo que decir el Granca. Lo máximo que se llegó a acercar fue a tres puntos (83-80, minuto 36) tras un rápido contraataque entre Xavi Rabaseda y Pablo Aguilar. Pero, tras ello, fue imposible detener el arsenal ofensivo de los vitorianos.
Con 91-87 en el marcador y más de un minuto de juego, Eulis Báez perdió una bola que acabó en dos puntos de Hanga desde la línea de 4,60. Los de Casimiro lucharon pero la losa del tercer cuarto acabó siendo demasiado pesada. El 95-90 final es justo y aleja un poco más al Herbalife Gran Canaria de los primeros cuatro puestos de la Liga Endesa.
Los baskonistas, que el martes arrancan los cuartos de final de la Turkish Airlines Euroleague, iniciaron el encuentro con Rafa Luz dirigiendo y Diop en el pívot. Larkin y Voigtmann, los hombres con más minutos en ambas posiciones, aguardaban en el banquillo. Y aunque el bloque de Sito Alonso sumó primero por mediación de Beaubois y Hanga, fue el Herbalife Gran Canaria quien llevó el peso del choque en los primeros compases. Darko Planinic, que volvía a su primera casa en España, fue una fuerza incontrolable en ambas pinturas. El croata sumó siete de los 14 puntos (10-14, minuto 5) que permitieron a los claretianos tomar ventaja.
Tras firmar un 2+1, Planinic se fue al banco. La segunda unidad vitoriana, comandada por Larkin, Voigtmann y Shengelia, impuso más ritmo al conjunto local. En esos tres vórtices se apoyó un parcial de 11-2 que le daba la vuelta al marcador por completo antes del final del primer cuarto. Albert Oliver, el más listo de la clase, lograba recortar distancias en la última jugada anotando una bandeja por encima de Larkin, que no logró parar al base de 38 años.
Las tornas cambiaron en el segundo acto, y la inercia positiva elevó a un Herbalife Gran Canaria que retomó la ventaja (23-25, minuto 13) tras un triple de Kyle Kuric. El americano, que cerró la noche con 16 puntos, fue el estilete ofensivo un día más para los isleños. Fue él precisamente quien, tras un tiempo muerto solicitado al recibir un parcial de 6-0, desatascó al equipo con otro acierto desde más allá de 6,75. Llegaron entonces los mejores minutos grancanarios en el Buesa Arena, con una gran intensidad defensiva y exhibiendo mucha inteligencia en ataque que suplía, por momentos, los bajos porcentajes en el tiro.
Cinco puntos consecutivos de Pablo Aguilar y dos más para Darko Planinic, que acabó 13 para 20 de valoración, permitieron a los amarillos adquirir la mayor renta del choque (34-41, minuto 19) antes de que Beaubois y Hanga, en un anticipo de lo que acontecería en el tercer acto, recortaran distancias. Pasecniks, casi sobre la bocina y en un palmeo bajo el aro, ponía la guinda a un segundo parcial de un sólido baloncesto (38-43).
Un tercer cuarto para (no) olvidar
El paso por vestuarios benefició al Baskonia. Sobre todo a un Rodrigue Beaubois que volvió al parqué de manera celestial. El francés encendió la mecha con dos triples consecutivos que servían para remontar el encuentro. Royce O’Neale puso una tímida réplica en una rápida transición; los claretianos buscaban ataques veloces pero acabaron por no llegar. El encuentro se convirtió en un constante toma y daca con numerosas alternancias en el marcador. Un tiro libre de Sasu Salin igualaba la contienda a 54 con cinco minutos por jugarse.
El parcial, hasta ese momento, era de 16-11. Lo de después solo tiene un nombre: Adam. Y un apellido: Hanga. El húngaro, de fiesta por su cumpleaños, anotó once puntos consecutivos y acabó por explotar la bomba que había plantado antes Beaubois. En un abrir y cerrar de ojos los de Luis Casimiro se vieron diez abajo. Ni el tiempo muerto solicitado por el técnico de Puertollano reactivó a un Herbalife Gran Canaria que vio cómo Nico Laprovittola, que no había jugado ni un segundo, anotaba cinco puntos consecutivos. Catorce de desventaja con diez por jugarse tras un parcial de 40-21. Hasta 40 puntos en un cuarto (78-64).
Era de esperar que los guarismos baskonistas no fuesen los mismos en el último cuarto. Y, defensa a defensa, el Herbalife Gran Canaria fue creyendo en la remontada. Los amarillos abrieron el parcial con un 2-10 culminado por Kyle Kuric tras robo de Xavi Rabaseda. La diferencia estaba en solo seis (80-74, minuto 34) y Sito Alonso se veía obligado a parar el encuentro para intentar buscar soluciones. El atasco ofensivo de los vascos era notable, con apenas dos puntos anotados en tres minutos y medio.
La primera acción tras la interrupción dejó las cosas en únicamente cuatro puntos con una buena canasta de Bo McCalebb. Apareció entonces Shane Larkin y, a pesar de rozar con la yema de los dedos la remontada, poco tuvo que decir el Granca. Lo máximo que se llegó a acercar fue a tres puntos (83-80, minuto 36) tras un rápido contraataque entre Xavi Rabaseda y Pablo Aguilar. Pero, tras ello, fue imposible detener el arsenal ofensivo de los vitorianos.
Con 91-87 en el marcador y más de un minuto de juego, Eulis Báez perdió una bola que acabó en dos puntos de Hanga desde la línea de 4,60. Los de Casimiro lucharon pero la losa del tercer cuarto acabó siendo demasiado pesada. El 95-90 final es justo y aleja un poco más al Herbalife Gran Canaria de los primeros cuatro puestos de la Liga Endesa.
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