El equipo claretiano remontó diez puntos en la segunda mitad para conseguir una victoria histórica.
Se veían frente a frente dos equipos que buscaban un triunfo balsámico en la Turkish Airlines EuroLeague que sirviera, más allá de salir o no de la zona baja de la tabla, para refrendar el trabajo y coger confianza de cara al futuro. Darussafaka, con una victoria, y Herbalife Gran Canaria, con dos, abrían la décima jornada de la mejor competición de Europa.
Y lo hacían fieles a su estilo. Ambos equipos desplegaron sobre el parqué del Volkswagen Arena de Estambul un juego alegre, rápido, en el que los errores solo significaban una nueva oportunidad para intentarlo. En ese sentido, tanto turcos como grancanarios tuvieron un relativo acierto en los compases iniciales. Darussafaka, eso sí, siempre tomó la delantera, con sus locales Demir y Kosut haciendo daño. Entre ambos, anotaron 12 de los primeros 13 puntos (13-9, minuto 6) del conjunto otomano.
A medida que iba avanzando el cuarto, el control del Darussafaka era mayor. Tras la buena puesta en escena de la materia prima nacional, los americanos fueron reclamando su cuota de protagonismo. McCallum y Kidd comandaron un parcial que elevó la diferencia hasta los nueve puntos (22-13, minuto 8), ante un ‘Granca’ con dificultades para anotar. La irrupción de Marcus Eriksson, que anotó siete puntos de manera consecutiva, dio algo de oxígeno a los isleños antes del final del acto (25-22).
Un buen arranque de segundo cuarto permitió al Herbalife Gran Canaria llegar a igualar la contienda (27-27, minuto 13) con puntos de Eriksson y Paulí. Sin embargo, a partir de ese momento el Darussafaka impondría su juego y ahogaría a un cuadro grancanario que apenas pudo sumar siete puntos más antes del intermedio.
El parcial turco fue de 10-0, jugando con cierta comodidad en ataque. Jeremy Evans salió desde el banquillo para dar mordiente en la pintura a los suyos, tras un inicio en el que los claretianos controlaron los tableros, y el núcleo nacional de Darussafaka siguió aportando buenos minutos con puntos y actitud. A pesar de un tímido parcial de 0-4 de los amarillos, los locales siguieron volando sobre el parqué y, tras disponer de una docena de puntos como colchón, se marcharon al intermedio con diez de ventaja (44-34).
De esa manera, los claretianos consiguieron secar la anotación turca. Darussafaka solo anotó dos puntos en dos minutos y medio, mientras que el ‘Granca’ acertaba desde el exterior con tiros de Radicevic y Eriksson. Dispuso de varias acciones el equipo amarillo de recortar aún más las distancias, pero los errores llegaron y el equipo turco fue capaz de recuperar el aliento. Un espectacular mate de Brown (50-40, minuto 25) obligaba a Salva Maldonado a pedir tiempo muerto para buscar la reacción de los suyos.
El efecto no fue inmediato, pero llegó la esperada reacción. Los grancanarios fueron capaces de aguantar durante varios minutos el intercambio de golpes en un juego lento, con bajo acierto y de mucho fango. Tras llegar al 54-46, con la distancia manteniéndose en todo momento entre los ocho y los diez puntos, los claretianos apretaron el acelerador. Marcus Eriksson, que acabó la noche con 23 puntos y un 5/8 desde 6,75, clavó un triple para enseñar el camino. Fue la primera piedra de un camino que llevó a los isleños a cerrar el cuarto con ventaja, merced a un parcial de 2-11 culminado con un triple a tablero del alero sueco (56-57).
Aumentaba la diferencia nada más arrancar el último cuarto con un triple del francés Kim Tillie. El Herbalife Gran Canaria se veía a los mandos del encuentro y con cierto control, actuando bien en defensa y secando las amenazas turcas. Pero McCallum, nuevamente, sacó a relucir su talento individual para reactivar a Darussafaka (65-62, minuto 33), que volvía a ponerse por delante en el luminoso y obligaba a Maldonado a pedir tiempo muerto.
Algo que hizo su homónimo en el banquillo local apenas un minuto después, cuando tras canastas de Oliver y Tillie los amarillos volvían a recuperar la ventaja. Una renta que ya no dejarían escapar. Y es que el Herbalife Gran Canaria logró cerrar el partido con cabeza, jugando con acierto y paciencia, y con una buena actitud defensiva.
Un rápido parcial de 4-0 para el equipo turco cuando el marcador se había ido hasta el 65-73 hizo creer en la remontada al cuadro local, pero los claretianos, bajo la dirección de Albert Oliver, consiguieron sumar su tercer triunfo en EuroLeague y el primero, de su historia, como visitante en la competición.
Y lo hacían fieles a su estilo. Ambos equipos desplegaron sobre el parqué del Volkswagen Arena de Estambul un juego alegre, rápido, en el que los errores solo significaban una nueva oportunidad para intentarlo. En ese sentido, tanto turcos como grancanarios tuvieron un relativo acierto en los compases iniciales. Darussafaka, eso sí, siempre tomó la delantera, con sus locales Demir y Kosut haciendo daño. Entre ambos, anotaron 12 de los primeros 13 puntos (13-9, minuto 6) del conjunto otomano.
A medida que iba avanzando el cuarto, el control del Darussafaka era mayor. Tras la buena puesta en escena de la materia prima nacional, los americanos fueron reclamando su cuota de protagonismo. McCallum y Kidd comandaron un parcial que elevó la diferencia hasta los nueve puntos (22-13, minuto 8), ante un ‘Granca’ con dificultades para anotar. La irrupción de Marcus Eriksson, que anotó siete puntos de manera consecutiva, dio algo de oxígeno a los isleños antes del final del acto (25-22).
Un buen arranque de segundo cuarto permitió al Herbalife Gran Canaria llegar a igualar la contienda (27-27, minuto 13) con puntos de Eriksson y Paulí. Sin embargo, a partir de ese momento el Darussafaka impondría su juego y ahogaría a un cuadro grancanario que apenas pudo sumar siete puntos más antes del intermedio.
El parcial turco fue de 10-0, jugando con cierta comodidad en ataque. Jeremy Evans salió desde el banquillo para dar mordiente en la pintura a los suyos, tras un inicio en el que los claretianos controlaron los tableros, y el núcleo nacional de Darussafaka siguió aportando buenos minutos con puntos y actitud. A pesar de un tímido parcial de 0-4 de los amarillos, los locales siguieron volando sobre el parqué y, tras disponer de una docena de puntos como colchón, se marcharon al intermedio con diez de ventaja (44-34).
Remontada desde la defensa
El paso por vestuarios vino bien a un Herbalife Gran Canaria que salió muy entonado en defensa en el tercer cuarto. Al menos, con intensidad y con actividad en las líneas de pase y en las defensas individuales.De esa manera, los claretianos consiguieron secar la anotación turca. Darussafaka solo anotó dos puntos en dos minutos y medio, mientras que el ‘Granca’ acertaba desde el exterior con tiros de Radicevic y Eriksson. Dispuso de varias acciones el equipo amarillo de recortar aún más las distancias, pero los errores llegaron y el equipo turco fue capaz de recuperar el aliento. Un espectacular mate de Brown (50-40, minuto 25) obligaba a Salva Maldonado a pedir tiempo muerto para buscar la reacción de los suyos.
El efecto no fue inmediato, pero llegó la esperada reacción. Los grancanarios fueron capaces de aguantar durante varios minutos el intercambio de golpes en un juego lento, con bajo acierto y de mucho fango. Tras llegar al 54-46, con la distancia manteniéndose en todo momento entre los ocho y los diez puntos, los claretianos apretaron el acelerador. Marcus Eriksson, que acabó la noche con 23 puntos y un 5/8 desde 6,75, clavó un triple para enseñar el camino. Fue la primera piedra de un camino que llevó a los isleños a cerrar el cuarto con ventaja, merced a un parcial de 2-11 culminado con un triple a tablero del alero sueco (56-57).
Aumentaba la diferencia nada más arrancar el último cuarto con un triple del francés Kim Tillie. El Herbalife Gran Canaria se veía a los mandos del encuentro y con cierto control, actuando bien en defensa y secando las amenazas turcas. Pero McCallum, nuevamente, sacó a relucir su talento individual para reactivar a Darussafaka (65-62, minuto 33), que volvía a ponerse por delante en el luminoso y obligaba a Maldonado a pedir tiempo muerto.
Algo que hizo su homónimo en el banquillo local apenas un minuto después, cuando tras canastas de Oliver y Tillie los amarillos volvían a recuperar la ventaja. Una renta que ya no dejarían escapar. Y es que el Herbalife Gran Canaria logró cerrar el partido con cabeza, jugando con acierto y paciencia, y con una buena actitud defensiva.
Un rápido parcial de 4-0 para el equipo turco cuando el marcador se había ido hasta el 65-73 hizo creer en la remontada al cuadro local, pero los claretianos, bajo la dirección de Albert Oliver, consiguieron sumar su tercer triunfo en EuroLeague y el primero, de su historia, como visitante en la competición.
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