sábado, 25 de mayo de 2013

GRAVE TROPIEZO DE LA U.D. LAS PALMAS EN SU LUCHA POR EL PLAY-OFF

Meritorio triunfo por un gol a cero del CD Mirandés en su duelo ante la UD Las Palmas que aleja los fantasmas del descenso una jornada más, con la recta final de temporada apurando sus últimos momentos. El gol de Muneta en la primera parte supuso un golpe fundamental para conseguir la victoria ante uno de los equipos favoritos a entrar en el play off de ascenso a Primera División, y con él, a falta de dos jornadas, el Mirandés está más vivo que nunca. El partido comenzó intenso con un cuadro local muy activo, incisivo y cercando al rival en cada acción iniciada. El equipo, bien plantado, con un sistema de líneas adelantadas, buscando el duelo directo con los amarillos, ofreció una salida valiente y efectiva a tenor del desarrollo de los primeros minutos. Un juego de marcado carácter ofensivo que a la primera oportunidad generó ventaja diferencial. No había transcurrido el minuto 10 cuando Murillo se veía obligado a derribar a De Cerio en el área, provocando un claro penalty a favor del Mirandés. Muneta se encargó de transformar el lanzamiento colocando el uno a cero que, sin saberlo, se convertiría en definitivo.

El rival acusó el tanto, y lejos de recuperar posiciones, se vio desbordado una y otra vez por un equipo veloz en transiciones interiores, con mucha movilidad en punta de ataque y disponibilidad de juego exterior cuando la basculación amarilla parecía cerrar los caminos. Poco después era Alain quien probaba a Barbosa, con respuesta impecable del cancerbero al disparo del 9 rojillo. Comenzaba el recital del que a la postre se convertiría en el mejor hombre de los de Sergio Lobera. El Mirandés se mantenía vertical, arriesgando en la salida con búsqueda continua del desmarque de ruptura, y bien guiado por un Martínez acertadísimo en las conducciones interiores y sacrificado en faceta defensiva. A la amenaza del balón rápido a los puntas rojillos y los apoyos por banda de Mujika y Muneta, la Unión Deportiva Las Palmas contraponía el peligro a balón parado de Nauzet Alemán, que buscó el tanto con insistencia en esta suerte, además de la calidad en el golpeo a balones cruzados sobre el área de Goitia en busca de la bota de Chrisantus y Thievy.

Intensidad de llegadas en ataque y repliegue eficaz en defensa que desarmaba el juego de la U.D., asentado en la clara salida desde atrás, pero frágil en la combinación en zona medular gracias a la presión rojilla sobre balón. Rondando la media hora de juego, Martínez, pieza clave en el desequilibrio amarillo, sería derribado por Murillo en las inmediaciones del área, provocando la expulsión del defensa y la inferioridad para el cuadro canario durante el resto del partido. La situación propició un dominio aún mayor de los rojillos que en un testarazo de De Cerio primero, y en un potente chut de Iribas después, acercaría de nuevo el tanto a la meta de un Barbosa inconmensurable en su actuación. La primera parte concluía con un resultado corto para el Mirandés, visto lo visto sobre el terreno de juego, y que dejaba la puerta abierta a una recuperación del rival con todo un segundo periodo por disputarse.


El segundo acto ofreció a un Mirandés más compacto en tareas defensivas, de menos impulso en ataque y más control de posesión y espacios en mediocampo y bandas.  La pausa y dominio rojillo no impedía sin embargo la búsqueda de ruptura a espalda de la defensa rival, y así, un balón largo a al carrera de Alain, propiciaba que el punta colocara un centro preciso que Koikili en incorporación de segunda línea no transformó en el segundo de la tarde por muy poco.

El cuadro canario daba un paso al frente y con la entrada de Guerrero se aseguraba peligro en la mediapunta, y calidad en la combinación en zona crítica. El recién ingresado, referencia desde su entrada provocó un juego de coberturas fuera de posición de los centrales rojillos, que éstos contemporizaron a la perfección. Más mordiente en el ataque canario, y más ayudas en el bando contrario, propiciado por el trabajo de medios y delanteros, disciplinados en el rigor defensivo imprescindible para bloquear las acometidas rivales. La salida por molestias de De Cerio no provocó cambios en el esquema de Pouso, que introdujo a Goiria en su lugar, buscando el juego de espaldas y la fijación de centrales para generar segunda jugada a la llegada de medios.

Los últimos minutos se tradujeron en instantes de infarto, con una Unión Deportiva Las Palmas volcada en ataque, con el balón directo como arma principal, y un Mirandés centrado totalmente en labores de retaguardia que se aplicó al máximo para no conceder ventaja alguna en las caídas de balón sobre la frontal del área. Ejercicio impecable de trabajo colectivo que certificó una trabajadísima victoria para el equipo de Miranda tras los cuatro minutos de descuento final. La conclusión del partido trajo una grada entregada a su equipo, que ve como la línea de trabajo lograda, hoy sí, da sus frutos para tocar casi ya con la punta de los dedos, el ansiado premio de la permanencia.

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