Las Palmas camina segura hacia su objetivo. Medio ascenso pasa por el Estadio de Gran Canaria y el encuentro ante el Hércules fue tomado como tal: una final. Se quedaron los tres puntos pero la película no transcurrió como lo esperado. Tuvo que remontar a lomos de la familia de moda. Los Figueroa aparecieron para ayudar a seguir escalando.
Nada más comenzar el partido le cambio el guión a la Unión Deportiva. Un Hércules que venía a encerrarse y buscar el contragolpe vio reforzada su idea gracias al tanto tempranero de Sardinero. Un desajuste defensivo propició un espacio nítido para Portillo, cambió el balón de banda y el mismo le llegó a Sardinero para empujarla.
A los de Sergio Lobera les costó despertar. La alineación de Apoño y Javi Castellano con Valerón de mediapunta reducían los efectivos en el área. Solo Asdrúbal, algo perdido como nueve, se aproximó a la portería de Aulestia en un área plagado de efectivos del conjunto de Quique Hernández.
La primera jugada con peligro la protagonizó un inspirado Momo. Su centro, en el minuto 12, no pudo ser rematado por Asdrúbal. El de Guanarteme tendría la oportunidad más clara para empatar en el 17, tras un pase de Momo pero su disparo fue directo al portero herculano. Los amarillos, espoleados por los 12.012 aficionados que se dieron cita esta tarde en el recinto de Siete Palmas, intentaron el empate a tumba abierta, pero llegó al descanso por debajo en el marcador.
Se pedía a gritos un delantero referencia, y Lobera reaccionó. Sentó a Valerón y dio entrada a Héctor Figueroa, y la apuesta le salió ganadora prácticamente desde el inicio. Asdrúbal aprovechó un error de Pamarot para ceder a Figueroa el balón y no perdonar el empate. Había transcurrido tres minutos de la segunda mitad. La remontada ya se empezaba a mascar en las gradas.
La presencia de Héctor fijó a los centrales, su trabajo empezó a dar frutos y Masoud, colocado como mediapunta, tuvo más trascendencia en el juego. Momo volvió a dar una clase magistral: sacrificio en defensa, regates, detalles técnicos. Está en uno de los mejores momentos de su carrera. Se divierte y se nota sobre el césped. En el minuto 55, una jugada con su hermano terminó con un disparo alto.
Era la antesala del momento del partido. Nauzet Alemán, que había entrada por Asdrúbal, lesionado, cedió un balón en profundidad a Xabi Castillo que llegó como una locomotora. Fue derribado en el área. Pablo González, árbitro de la contienda, no dudó. Penalti. Momo tomó la responsabilidad batiendo a Aulestia por el centro. Las Palmas se ponía por delante.
A partir de ahí tocó aguantar. A la contra pudo llegar la sentencia pero esta Unión Deportiva tiene la tranquilidad como contraindicación. Al final, con sufrimiento, se consiguió. Una final y una nueva victoria. Un encuentro menos hacia Primera. Se mire por donde se mire, el equipo amarillo tiene aura de algo especial. Próxima final: Miranda de Ebro.
Unión Deportiva Las Palmas: Barbosa; David García, Deivid, Aythami Artiles, Xabi Castillo; Javi Castellano, Apoño, Valerón (Héctor Figueroa, min. 45), Masoud (Vicente Gómez, min. 75), Momo; y Asdrúbal (Nauzet Alemán, min. 58). Entrenador: Sergio Lobera.
Hércules de Alicante: Aulestia; Echaide, Héctor Yuste, Sissoko, Sardinero, Pamarot, Eldin (Héctor Font, min. 53), Ferreiro (Escassi, min. 54), Ortiz y Aitor (Laure, min. 78). Entrenador: Quique Hernández.
Goles: 0-1, Sardinero, min. 2; 1-1, Héctor Figueroa, min. 48; 2-1, Momo (p), min. 67.
Árbitro: Pablo González, colegio asturiano. Amonestó a los locales David García y Apoño; y a los visitantes Sisossoko, Ferreiro, Sardinero y Aitor. Expulsó con doble amonestación a Escassi.
Incidencias: 12.012 espectadores en el Estadio de Gran Canaria.
udlaspalmas.net
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