domingo, 8 de febrero de 2015

El Herbalife Gran Canaria apalizado en el Buesa Arena (109-70)

Los amarillos naufragaron en el Buesa Arena tras aguantar apenas cinco minutos el acierto en el tiro de un Laboral Kutxa inconmensurable.

El Herbalife Gran Canaria saltó al parqué del Buesa Arena con una buena intensidad en sus acciones. Los de Aíto García Reneses defendían bien y en ataque encontraban el aro gracias a la decisión de sus exteriores. O'Leary y Kuric se convertían en protagonistas de las primeras ofensivas amarillas. Un 2+1 de Eulis Báez y un triple de O'Leary, autor de cinco puntos en los primeros compases del choque, daban cinco de ventaja a los visitantes (5-10, minuto 3).
Letal Laboral Kutxa
Pero no iba a ser una fiesta para los claretianos. El Laboral Kutxa fue entrando en calor poco a poco, consciente de la importancia del choque y con ganas de seguir su clara línea ascendente de juego, más allá de derrotas ajustadas ante gigantes como Unicaja, Real Madrid o Fenerbahce en las pasadas semanas.
Davis Bertans, que jugó un pésimo partido en el Gran Canaria Arena en el encuentro de la primera vuelta, convirtió desde más allá de 6,75 y dio pie al acierto posterior de Darius Adams. Shengeila ponía por delante a los locales con un mate en transición que pillaba dormido a un Herbalife Gran Canaria que, poco a poco, era dominado en todas las facetas del juego por su rival.
El show de Bertans no paró. Logró anotar otros dos triples en las siguientes jugadas, y el georgiano Shengeila volvía a hacer daño en la pintura amarilla con un 2+1 que elevaba la diferencia hasta los ocho puntos (24-16, minuto 7). El ritmo anotador de los baskonistas bajó, pero el Herbalife Gran Canaria no conseguía anotar con facilidad. En diez minutos, diez abajo (28-18).
Quizá hubo quien pensó que la tónica iba a cambiar en el segundo cuarto, cuando Kyle Kuric abría el parcial con un triple, pero no eran más que ilusiones. Y eso que un mate de Tavares y un lanzamiento lejano de Bellas acercaban a cinco puntos a los amarillos. Y luego a tres, con un gancho del propio pívot caboverdiano. Pero los de Ibón Navarro, tiempo muerto mediante, siguieron a lo suyo.
La anarquía del control
No parecían jugar a nada, pero en todo momento eran conscientes de qué estaban haciendo. Laboral Kutxa mantuvo la calma ante la reacción amarilla y Mike James, tras robo y con veintitrés segundos de posesión, clavaba un triple en la esquina. El tiro abrió un parcial 10-2 que minó la moral del Herbalife Gran Canaria.
La segunda unidad amarilla hacía aguas, con unos Levon Kendall y DaJuan Summers que no encontraban su sitio en la pista. Tampoco ayudaba el cansancio de un Kyle Kuric que disputó diecinueve de los veinte minutos de la primera parte. El equipo azulgrana, con unos pletóricos Adams y Bertans, se iba de once puntos (40-29, minuto 16).
No podían hacer nada los isleños para detener el vendaval vasco. A veces con ráfagas imprevisibles; otras, con soplos de aire que bien pudieron haber sido defendidos de manera más intensa. Los grancanarios, sin hacer un partido especialmente malo, se veían catorce abajo al descanso (52-38).
Superados
El paso por vestuarios no cambió nada. Si acaso no hizo más que acentuar la enorme diferencia entre ambos equipos en la tarde dominical. El Laboral Kutxa siguió divirtiéndose con un gran acierto exterior, con robos y con ataques rápidos. El parcial de arranque, en algo más de seis minutos, fue de 19-4.
Los grancanarios no eran más que un muñeco en manos de un equipo baskonista que se tomó el lujo de bajar el acelerador cuando quiso, de apretar cuando lo veía necesario, y de jugar a su antojo. Así, la ventaja superó rápidamente la treintena de puntos y el equipo amarillo no encontraba la manera de responder, de competir o de hacer ver que había ido al Buesa Arena a jugar. La exhibición de Shengelia era apoteósica y con un 2+1 mandaba hasta los treinta y cuatro puntos la diferencia (80-46).
El georgiano fue el mejor con 25 puntos 7 rebotes y 35 de valoración. La ventaja llegó hasta los cuarenta puntos en un último cuarto en el que Ibón Navarro puso en pista a los jóvenes hermanos Diop, Ilimane y Mamadou, en los minutos finales del choque. También Aíto García Reneses dispuso de Mouhamed Barro en la rotación interior. Un último cuarto sin mayor historia que la gran fiesta que se vivió en un Buesa Arena que, con la mitad de entrada, se divirtió hasta el último segundo.
Ficha técnica
109 - Laboral Kutxa: Adams (14), Hansbrough (4), Bertans (12), Shengelia (25), Iverson (13) -Quinteto Inicial- James (11), Causeur (9), I. Diop (4), M. Diop (-), Tillie (4), Begic (6), San Emeterio (7).
70 - Herbalife Gran Canaria: Bellas (10), Kuric (17), O'Leary (16), Báez (6), Tavares (8) -Quinteto Inicial- Oliver (5), Barro (-), Kendall (2), Summers (-), Paulí (6).

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