El Herbalife Gran Canaria siempre tiene un plan. Y, al contrario de lo que sucediera hace dos días en Vitoria, esta vez salió bien. Habrá tercero.
La imagen del Herbalife Gran Canaria en el Buesa Arena fue buena pero distó mucho de ser fiel al estilo de juego que propone siempre Aíto García Reneses. Un ritmo alto, intenso, con mucho tiro liberado de tres merced a una buena circulación de balón. Todo lo que sí se vio en unos primeros compases de segundo partido frenéticos. El conjunto amarillo arrancó anotando de tres en tres con aciertos de Báez, Newley y Salin para tener las primeras ventajas (9-7, minuto 4) ante un Baskonia que imponía un alto nivel físico.
Hanga y Bertans conformaban pareja exterior de más de dos metros de altura de media y forzaba la maquinaria claretiana. Sin embargo, los locales se mantenían fieles a su estilo y de ahí llegaba un mate de espaldas al contrataque de un desatado Xavi Rabaseda que más adelante sería clave. Su acción y un triple de Pangos desataron la euforia en las gradas amarillas. El Gran Canaria Arena fue el sexto hombre, como en las grandes ocasiones, y también fue mérito suyo que el primer cuarto acabara con tres arriba para los isleños (23-20).
Los baskonistas arrancaron mejor y lograron ponerse por delante pero Albert Oliver lograba darle nuevamente la vuelta al electrónico desde 6,75. El catalán estuvo muy incisivo, penetrando y sacando faltas. Dio muy buenos minutos desde el banquillo, como Pablo Aguilar. El granadino, con un tapón y un palmeo, incendió al Gran Canaria Arena, que acabó por explotar con una buena acción de Savané bajo el aro rival que servía para poner el 35-26 en el marcador y obligar a Perasovic a pedir tiempo muerto.
La diferencia llegó a ser de diez puntos pero el Laboral Kutxa Baskonia estaba lejos de dejarse ir. Dos triples consecutivos volvían a poner en un pañuelo el choque hasta una de las acciones decisivas de la primera mitad: falta de Diop y técnica a Perasovic. Oliver logró anotar tres tiros libres y luego, Báez casi sobre la bocina, clavó un triplazo para poner la máxima diferencia de la mañana (49-37).
Sobrevolaban fantasmas de malos terceros cuartos sobre el Gran Canaria Arena y Salin se encargó de borrarlos con una canasta bajo el aro. Rabaseda lograba correr y anotar fácil, y Pangos clavaba un triple que encendía las alarmas vascas (56-37, minuto 22) y obligaba a Perasovic a parar el choque.
El parcial de salida de 7-0 fue replicado de manera tormentosa por un incansable Laboral Kutxa. Triples de Roll, Tillie y Bourousis contribuyeron a un parcial de 0-11 que permitió a los visitantes no solo recuperarse del mal inicio de cuarto sino también ganar terreno. Esta vez era Aíto quien se veía obligado a pedir tiempo muerto (56-48, minuto 24), pero no surtía efecto. Hanga aumentaba el parcial con dos puntos más antes de que Sasu Salin irrumpiera con un triple.
El finés, que fue baja en el primer partido por problemas en la espalda y forzó para estar en el segundo, fue clave en momentos calientes. Lideró la resistencia del Herbalife Gran Canaria en unos minutos de muchísimo acierto visitante. Los baskonistas hicieron un enorme baloncesto en la recta final del tercer cuarto, anotando con facilidad de fuera y haciendo circular bien el balón. Los amarillos, con un esfuerzo colectivo tremendo, conseguían mantener las distancias a falta de diez minutos (71-62).
Bourousis abrió fuego en el cuarto definitivo con un triple. El griego firmó buenos números al término del choque pero lo cierto es que no se sintió cómodo en ningún momento durante el partido. Las defensas dobles en el poste y la buena actividad en los cambios sirvieron para secar al MVP de la competición, que no fue determinante.
El heleno, eso sí, opuso resistencia como lo hizo también Adams, el máximo anotador de la liga. Tiró mucho y, en general, bastante bien. El estadounidense metió varias canastas inverosímiles que mantenían vivos a los suyos. El Herbalife Gran Canaria parecía controlar las distancias pero una canasta de Roll a 3:25 del final colocaba un ajustado 83-79, y bola para los vascos.
¿La respuesta? Robo y mate al contrataque de Rabaseda. El catalán fue primordial con esa acción y, sobre todo, contagiando su entusiasmo y energía a compañeros y afición. Con más corazón que cabeza el Baskonia buscó una remontada que fue imposible.
La eliminatoria viaja al Buesa Arena, donde se decidirá todo el martes.
87 – LABORAL KUTXA: Planinic (-), Hanga (26), Tillie (5), Adams (22) y Bertans (11) –quinteto inicial–; Bourousis (15), James (2), Shengelia (-), I. Diop (-) y Roll (12).
ÁRBITROS: Miguel Á. Pérez Pérez, Bultó y Oyón. Sin eliminados.
PABELLÓN: Gran Canaria Arena, 6.732 espectadores.
Hanga y Bertans conformaban pareja exterior de más de dos metros de altura de media y forzaba la maquinaria claretiana. Sin embargo, los locales se mantenían fieles a su estilo y de ahí llegaba un mate de espaldas al contrataque de un desatado Xavi Rabaseda que más adelante sería clave. Su acción y un triple de Pangos desataron la euforia en las gradas amarillas. El Gran Canaria Arena fue el sexto hombre, como en las grandes ocasiones, y también fue mérito suyo que el primer cuarto acabara con tres arriba para los isleños (23-20).
Los baskonistas arrancaron mejor y lograron ponerse por delante pero Albert Oliver lograba darle nuevamente la vuelta al electrónico desde 6,75. El catalán estuvo muy incisivo, penetrando y sacando faltas. Dio muy buenos minutos desde el banquillo, como Pablo Aguilar. El granadino, con un tapón y un palmeo, incendió al Gran Canaria Arena, que acabó por explotar con una buena acción de Savané bajo el aro rival que servía para poner el 35-26 en el marcador y obligar a Perasovic a pedir tiempo muerto.
La diferencia llegó a ser de diez puntos pero el Laboral Kutxa Baskonia estaba lejos de dejarse ir. Dos triples consecutivos volvían a poner en un pañuelo el choque hasta una de las acciones decisivas de la primera mitad: falta de Diop y técnica a Perasovic. Oliver logró anotar tres tiros libres y luego, Báez casi sobre la bocina, clavó un triplazo para poner la máxima diferencia de la mañana (49-37).
Sobrevolaban fantasmas de malos terceros cuartos sobre el Gran Canaria Arena y Salin se encargó de borrarlos con una canasta bajo el aro. Rabaseda lograba correr y anotar fácil, y Pangos clavaba un triple que encendía las alarmas vascas (56-37, minuto 22) y obligaba a Perasovic a parar el choque.
El parcial de salida de 7-0 fue replicado de manera tormentosa por un incansable Laboral Kutxa. Triples de Roll, Tillie y Bourousis contribuyeron a un parcial de 0-11 que permitió a los visitantes no solo recuperarse del mal inicio de cuarto sino también ganar terreno. Esta vez era Aíto quien se veía obligado a pedir tiempo muerto (56-48, minuto 24), pero no surtía efecto. Hanga aumentaba el parcial con dos puntos más antes de que Sasu Salin irrumpiera con un triple.
El finés, que fue baja en el primer partido por problemas en la espalda y forzó para estar en el segundo, fue clave en momentos calientes. Lideró la resistencia del Herbalife Gran Canaria en unos minutos de muchísimo acierto visitante. Los baskonistas hicieron un enorme baloncesto en la recta final del tercer cuarto, anotando con facilidad de fuera y haciendo circular bien el balón. Los amarillos, con un esfuerzo colectivo tremendo, conseguían mantener las distancias a falta de diez minutos (71-62).
Bourousis abrió fuego en el cuarto definitivo con un triple. El griego firmó buenos números al término del choque pero lo cierto es que no se sintió cómodo en ningún momento durante el partido. Las defensas dobles en el poste y la buena actividad en los cambios sirvieron para secar al MVP de la competición, que no fue determinante.
El heleno, eso sí, opuso resistencia como lo hizo también Adams, el máximo anotador de la liga. Tiró mucho y, en general, bastante bien. El estadounidense metió varias canastas inverosímiles que mantenían vivos a los suyos. El Herbalife Gran Canaria parecía controlar las distancias pero una canasta de Roll a 3:25 del final colocaba un ajustado 83-79, y bola para los vascos.
¿La respuesta? Robo y mate al contrataque de Rabaseda. El catalán fue primordial con esa acción y, sobre todo, contagiando su entusiasmo y energía a compañeros y afición. Con más corazón que cabeza el Baskonia buscó una remontada que fue imposible.
La eliminatoria viaja al Buesa Arena, donde se decidirá todo el martes.
Ficha técnica
93 – HEBALIFE GRAN CANARIA: Pangos (9), Newley (8), Salin (11), Báez (10) y Pasecniks (-) –quinteto inicial–; Oliver (13), Seeley (10), Aguilar (4), Rabaseda (10), Omic (12), Kuric (-) y Savané (6).87 – LABORAL KUTXA: Planinic (-), Hanga (26), Tillie (5), Adams (22) y Bertans (11) –quinteto inicial–; Bourousis (15), James (2), Shengelia (-), I. Diop (-) y Roll (12).
ÁRBITROS: Miguel Á. Pérez Pérez, Bultó y Oyón. Sin eliminados.
PABELLÓN: Gran Canaria Arena, 6.732 espectadores.
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