Desde la Grada
Vitolo sale y da la
vuelta al partido. Este podría ser el titular de cualquier medio
informativo con respecto al partido entre el Sevilla y la U.D., porque sin
duda, la entrada del grancanario fue el revulsivo que encontró el equipo
andaluz para voltear el marcador y
hacerse con el triunfo agónico que ha creado tanta polémica con respecto al
resultado final y a la supuesta influencia arbitral en el desenlace.
Cuando conocíamos la alineación inicial de los sevillistas y
la ausencia de Vitolo en ella, respirábamos tranquilos, porque entendíamos que Sampaoli,
independientemente de la calidad de su plantilla, nos estaba haciendo un favor
previsible en la competitividad del rival amarillo, y el desarrollo de la
primera mitad nos daba la razón a nuestras sensaciones iniciales. Como ya
ocurrió en la pasada temporada, la entrada del ex amarillo tuvo el efecto que
se temía para dar la vuelta al partido de una manera evidente, llevando la
batuta de lo que fue el juego andaluz en la mayoría de la segunda parte, dando
paso al resultado final, independientemente de los hechos significativos de los
últimos minutos protagonizados por el árbitro.
La decepción del desenlace final en contra de los amarillos
en el tiempo de alargue, ha sido el vendaje principal que ha impedido analizar
rigurosamente la segunda parte del encuentro, y ha llevado a la culpabilización
de la pérdida del partido exclusivamente en dos direcciones, una que lleva
hacía la probable teatralidad de Vitolo, y otra al colegiado M.Manuera
protagonista de varias decisiones que se entiende perjudicaron directamente al
equipo grancanario. Y sobre todo por la cara de tontos, con la que se quedaron los
jugadores, técnicos y los aficionados canarios tras la derrota inesperada en la
recta final.
Pero Vitolo, no sólo fue protagonista por ello, sino que
mucho antes desde su salida al terreno de juego. se había convertido en la
clave de Sampaoli para cambiar el sentido del partido que hasta entonces había
estado en las botas de los amarillos, creando una verticalidad y visión del juego
sevillista radicalmente diferente a la que hasta entonces realizaban sus
compañeros, porque incluso antes había sido el artífice de una jugada con gol
anulado, aunque todo se ha focalizado en la caída en el área delante de Bigas y
que el árbitro interpretó en un riguroso penalti, según lo que se ha podido
observar en las imágenes.
Y es ahí, en ese punto donde se han centrado todas las
críticas hacía Vitolo, especialmente toda la polémica originada alrededor de
las redes sociales, y que sin duda han convertido al jugador canario del
Sevilla, en el villano más lejano a su condición anterior de héroe del fútbol
canario, aplaudido recientemente por sus intervenciones en la selección
española. Hasta tal punto, que el primero en alabar las excelencias del jugador
hace muy pocos días, era el Presidente del club amarillo, lanzando proclamas
populistas con respecto a la posible vuelta a la U.D. del propio Vitolo y de
Silva.
Vitolo sorprendido por los palos recibidos desde la isla, ha
tenido que salir a la palestra para defender su amarillismo y su cariño al equipo de la tierra, que por
otra parte tiene más que demostrado, especialmente en su actuación inolvidable
en la celebración del ascenso de Las Palmas, en la que fue un jugador mas del
equipo con su presencia en la guagua que recorrió las calles de la capital
grancanaria y que pudieron corroborar todos los aficionados, con independencia
de su compromiso deportivo con el club sevillano, que incluso pudo sentirse
molesto por la postura de su jugador en aquella ocasión.
Quizá si el árbitro, hubiese pitado un posible penalti a
Livaja en el área sevillista o Araujo hubiese batido a Rico en una oportunidad clarísima,
que cambiaban el frustrante resultado del partido, la mayoría de críticos se
habrían olvidado de la fácil caída de Vitolo en el área canaria cuando el
partido agonizaba con una virtual victoria amarilla, que se trastocó aún más en
la prolongación concedida por Munuera y el segundo gol de los andaluces. Los
aficionados no han perdonado que Vitolo haya protagonizado “el teatro” en esa
acción del partido, que no tiene nada que ver con su cariño a la U.D., puesto
que habrá que entender que el jugador se debe deportivamente al club que le
paga, y que también esa acción entra dentro de su trabajo como pasa con muchos
jugadores en sus respectivos equipos.
De lo que si estamos seguros, es que
Vitolo seguirá siendo un amarillo más, a pesar de esta circunstancia.
Opinión del autor
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