Desde la Grada
Setién ha detenido el partido de tenis que juega desde hace
semanas con el club amarillo, y en especial con el presidente Ramírez, en el
momento que después de la anterior devolución de pelota (con la oferta
sorpresa), le corresponde el saque para disputar el último set que se antoja
complicado y que va camino de la suspensión definitiva, por la posición que han
adoptado los dos contrincantes.
Ramírez ha jugado la baza de intentar coger por sorpresa al
técnico, tras que este declarara que no iba a esperar al final de temporada para
tomar la decisión, y le ha trasladado una oferta inesperada y envenenada a su
entrenador, que pone al cántabro en una situación límite para responder con la
mente fría y sin las prisas que le requiere el mandatario. El jerarca ha
intentado manejar los tiempos de todo el culebrón sobre la renovación,
especialmente haciendo públicas las intenciones del club y las propuestas del
mister contando en capítulos y mensajes espaciados, y utilizando especialmente
el poder de los medios oficiales y más próximos al entorno del club, para
justificar la posición que le interesa y tratar de echar tierra sobre las legítimas
pretensiones del entrenador ante la opinión pública.
A pesar de los intentos reiterados de embarrar el terreno
del partido, la jugada no ha llegado a tener efectos negativos en el campo del
entrenador, demostrándose una vez mas en el estadio el pasado domingo, donde volvió
a resonar el “Quique quédate” que indica el respaldo de la afición amarilla al
técnico cántabro, y que por cierto molesta evidentemente en algunos de los
asientos del palco dirigente, y especialmente en el del máximo mandatario al
que no le gustan nada las manifestaciones de la grada que no van en su favor y no
satisfacen su ego personal. Para combatir la expresión pública de apoyo a
Setién, el jerarca amarillo con la legitimidad de la defensa de los intereses
del club, ha ido lanzando frases y mensajes en los que en más de una docena de
ocasiones ha ido dando una de cal y otra de arena con respecto al entrenador. Ejemplo
de ello, frases como estas: “económicamente
estamos muy distanciados” o “todo lo que plantea el míster son cosas muy
coherentes”.
Este pulso en el culebrón de la negociación está siendo duro,
y Setién aprovechando también los medios ha manifestado que no firmará la
última propuesta y devolverá nuevamente la pelota tras pensarla y tomarse el
tiempo necesario. Mientras insiste que no tiene ninguna otra oferta, habrá que
reconocer que si pueda acceder en el momento que lo decida a ofertas
interesantes de otros entornos por sus merecimientos demostrados en el tiempo que
lleva en el equipo amarillo, por el rendimiento colectivo y por la
revalorización conseguida para algunos jugadores que anteriormente estaban
defenestrados, reconociendo de que su petición no es exagerada y recalcando que
hay peticiones importantes que no son de aspecto económico, para lo que el
exige para el proyecto de continuidad.
El entrenador es un especialista en el envío de mensajes
cada vez que actúa en una rueda de prensa o en una entrevista, demuestra su
inteligencia y su facilidad verbal para explicar sus argumentos, y además es
claro para manifestar cualquier aspecto de su trabajo, incluidas las medidas
disciplinarias que adopta cuando lo entiende necesario. Aparte de demostrar sus
conocimientos técnicos y tácticos, expresados en una idea de juego que
maravilla a muchos, habrá que reconocerle su capacidad de enseñanza y su
personalidad.
Todo ello, lo hace fuerte en esta negociación, en la que se
ve legitimado para pedir lo que estima adecuado, porque al final sabe que tiene
a tiro posibles ofertas de otros clubes que van a ser muy superiores en todos
los aspectos, amén del reconocimiento deportivo que le llevan a una cotización
importante.
El club tiene sus planteamientos y sus razones para la
oferta que cree conveniente, pero en este culebrón para llegar a un final feliz,
se impone el lograr un acuerdo razonable sobre lo que el entrenador solicita o
no habrá solución y se llegará muy pronto al último capítulo, que dejará al
club y a Ramírez en la tesitura de buscar un nuevo entrenador que pueda
continuar con la trayectoria impuesta por Setién. El problema está en que si no
se busca una solución solvente, se puede generar la destrucción de un proyecto consolidado
por la incompetencia dirigente. Se impone que las dos partes tengan la cordura
suficiente para evitar la ruptura definitiva que pueda traer consecuencias
nefastas para el equipo. El entrenador seguro que encontrará nuevos lugares
donde desarrollar sus proyectos y el perjudicado será el club amarillo, cuya
afición pide acabar con este culebrón.
Opinión del Blog
No hay comentarios:
Publicar un comentario