El equipo amarillo sentenció el choque con un parcial de 29-11 en el primer cuarto.
Apenas una sesión de entrenamiento y menos de 48 horas había tenido el Herbalife Gran Canaria para preparar el partido contra Río Natura Monbús Obradoiro. El cuadro de Moncho Fernández, por su parte, llevaba más de una semana planeando su visita al Gran Canaria Arena. Con esta premisa, se antojaba una mañana de orgullo por parte amarillo; de defender, de poner intensidad en la pista y de hacer las cosas básicas para poder superar al conjunto obradorista.
En una mañana fría en Siete Palmas, fue Sasu Salin quien puso el calor en los compases iniciales. El finés, totalmente recuperado del gran susto que protagonizó en el duelo del viernes contra Hapoel Jerusalén, encendió a los suyos. Su defensa en la línea de pase, junto a la de un Bo McCalebb que convirtió la primera canasta del día, desquició al conjunto visitante. No tardó el Herbalife Gran Canaria en adquirir ventajas, con dos robos y cinco puntos de Salin. Un triple del propio escolta de Helsinki (14-4, minuto 6) ponía la renta en diez puntos.
Había solicitado tiempo muerto momentos antes Fernández, pero su equipo no lograba superar la energía del equipo claretiano. Y eso que cargaban con acierto el rebote, logrando varias segundas oportunidades, pero eran incapaces de materializar esas ocasiones. El Granca, herido quizá por la eliminación continental y consciente de la importancia de sumar un cuarto triunfo consecutivo, siguió adquiriendo confianza a medida que los ataques iban acabando en canasta. Una suspensión de cancha callejera de Báez, un triple de Oliver, un desatado Salin (10 puntos en el primer acto), dos triples de Aguilar… Al término del cuarto, el Herbalife Gran Canaria vencía por dieciocho puntos con un 5/8 en triples (29-11).
El colchón llegó a la veintena tras un robo y un mate al contraataque de Pablo Aguilar (33-13, minuto 14). El ritmo de partido, eso sí, había bajado debido a la falta de acierto amarilla. Los de Casimiro, no obstante, no bajaban los brazos en ningún momento y se seguían empleando a tope en las labores defensivas. Darko Planinic aprovechaba sus minutos y actuaba de baluarte ofensivo durante varios minutos del segundo cuarto. Un triple de Báez desde la esquina (41-19, minuto 16) elevaba la ventaja por encima de los veinte puntos.
Fue entonces cuando el equipo gallego amagó con la remontada. Los claretianos dejaron de ver con claridad el aro y Río Natura Monbús Obradoiro aprovechó la tesitura. No del todo, pero sí consiguieron recortar distancias. El juego interior del equipo santiagués, con Bendzius aplicándose en la pintura, dio puntos para un parcial 0-6 que, eso sí, fue insuficiente. Ni tan siquiera sirvió para encarar la segunda parte con más opciones; el Herbalife Gran Canaria apretó en el último minuto para lograr un marcador de 8-2 y recuperar los veintidós de ventaja (49-27).
Un triple de Pablo Aguilar en la primera jugada del tercer cuarto llevaba la diferencia a guarismos de partido más que resuelto. Lo intentaba el equipo visitante pero los grancanarios no perdonaban. Bo McCalebb arrancaba los aplausos de la grada con su primer triple de la mañana y, segundos después, era Anzejs Pasecniks quien estrenaba su casillero desde más allá de 6,75 en una rápida transición. Y luego llegaba otro de Salin. Moncho Fernández detuvo el tiempo no con la intención de buscar la remontada, sino de parar la sangría (61-31, minuto 24) y evitar que el resultado fuera más abultado.
Si bien el ritmo anotador bajó levemente, el equipo gallego no pudo recuperarse. Tiros que no tocaban aro, malas decisiones ofensivas,… y, delante, un Herbalife Gran Canaria que no cesó en su empeño de encontrar la mejor manera de recuperarse del varapalo europeo. Oriol Paulí puso el espectáculo con dos vuelos sin motor y Albert Oliver, que le había asistido en ambos, cerró el cuarto con una canasta de factura propia (72-40).
Los últimos diez minutos carecieron de interés. Tan solo lo que tuvo que ofrecer Oriol Paulí, que como de costumbre desató toda su creatividad sobre el parqué en cuanto tuvo oportunidad. Encontró en un voluntarioso Ryan Hollins una pareja perfecta para los vuelos y los castigos al aro, y la parroquia del Gran Canaria Arena se divertía a la espera del final de un partido decidido, realmente, en el primer cuarto.
El Herbalife Gran Canaria olvida así sus penas europeas al lograr el cuarto triunfo consecutivo en Liga Endesa para seguir mirando a los puestos altos de la tabla y asentarse en las posiciones de Playoff.
En una mañana fría en Siete Palmas, fue Sasu Salin quien puso el calor en los compases iniciales. El finés, totalmente recuperado del gran susto que protagonizó en el duelo del viernes contra Hapoel Jerusalén, encendió a los suyos. Su defensa en la línea de pase, junto a la de un Bo McCalebb que convirtió la primera canasta del día, desquició al conjunto visitante. No tardó el Herbalife Gran Canaria en adquirir ventajas, con dos robos y cinco puntos de Salin. Un triple del propio escolta de Helsinki (14-4, minuto 6) ponía la renta en diez puntos.
Había solicitado tiempo muerto momentos antes Fernández, pero su equipo no lograba superar la energía del equipo claretiano. Y eso que cargaban con acierto el rebote, logrando varias segundas oportunidades, pero eran incapaces de materializar esas ocasiones. El Granca, herido quizá por la eliminación continental y consciente de la importancia de sumar un cuarto triunfo consecutivo, siguió adquiriendo confianza a medida que los ataques iban acabando en canasta. Una suspensión de cancha callejera de Báez, un triple de Oliver, un desatado Salin (10 puntos en el primer acto), dos triples de Aguilar… Al término del cuarto, el Herbalife Gran Canaria vencía por dieciocho puntos con un 5/8 en triples (29-11).
El colchón llegó a la veintena tras un robo y un mate al contraataque de Pablo Aguilar (33-13, minuto 14). El ritmo de partido, eso sí, había bajado debido a la falta de acierto amarilla. Los de Casimiro, no obstante, no bajaban los brazos en ningún momento y se seguían empleando a tope en las labores defensivas. Darko Planinic aprovechaba sus minutos y actuaba de baluarte ofensivo durante varios minutos del segundo cuarto. Un triple de Báez desde la esquina (41-19, minuto 16) elevaba la ventaja por encima de los veinte puntos.
Fue entonces cuando el equipo gallego amagó con la remontada. Los claretianos dejaron de ver con claridad el aro y Río Natura Monbús Obradoiro aprovechó la tesitura. No del todo, pero sí consiguieron recortar distancias. El juego interior del equipo santiagués, con Bendzius aplicándose en la pintura, dio puntos para un parcial 0-6 que, eso sí, fue insuficiente. Ni tan siquiera sirvió para encarar la segunda parte con más opciones; el Herbalife Gran Canaria apretó en el último minuto para lograr un marcador de 8-2 y recuperar los veintidós de ventaja (49-27).
Una mañana apacible
El gélido viento de Siete Palmas y el desánimo por la eliminación en Eurocup no invitaba a pensar en una mañana apacible, pero lo cierto es que Herbalife Gran Canaria hizo un trabajo serio para permitirse recobrar sensaciones en medio de un partido. La primera parte se había saldado con una ventaja de veintidós puntos y el bloque de Moncho Fernández, a pesar de una buena predisposición, parecía carecer de argumentos suficientes como para poner en duda el triunfo isleño.Un triple de Pablo Aguilar en la primera jugada del tercer cuarto llevaba la diferencia a guarismos de partido más que resuelto. Lo intentaba el equipo visitante pero los grancanarios no perdonaban. Bo McCalebb arrancaba los aplausos de la grada con su primer triple de la mañana y, segundos después, era Anzejs Pasecniks quien estrenaba su casillero desde más allá de 6,75 en una rápida transición. Y luego llegaba otro de Salin. Moncho Fernández detuvo el tiempo no con la intención de buscar la remontada, sino de parar la sangría (61-31, minuto 24) y evitar que el resultado fuera más abultado.
Si bien el ritmo anotador bajó levemente, el equipo gallego no pudo recuperarse. Tiros que no tocaban aro, malas decisiones ofensivas,… y, delante, un Herbalife Gran Canaria que no cesó en su empeño de encontrar la mejor manera de recuperarse del varapalo europeo. Oriol Paulí puso el espectáculo con dos vuelos sin motor y Albert Oliver, que le había asistido en ambos, cerró el cuarto con una canasta de factura propia (72-40).
Los últimos diez minutos carecieron de interés. Tan solo lo que tuvo que ofrecer Oriol Paulí, que como de costumbre desató toda su creatividad sobre el parqué en cuanto tuvo oportunidad. Encontró en un voluntarioso Ryan Hollins una pareja perfecta para los vuelos y los castigos al aro, y la parroquia del Gran Canaria Arena se divertía a la espera del final de un partido decidido, realmente, en el primer cuarto.
El Herbalife Gran Canaria olvida así sus penas europeas al lograr el cuarto triunfo consecutivo en Liga Endesa para seguir mirando a los puestos altos de la tabla y asentarse en las posiciones de Playoff.
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