Los amarillos superaron a un combativo ICL Manresa que luchó hasta el final.
El primer ataque amarillo fue atropellado, pero el balón acabó rodando hasta los pies de Sasu Salin, que lo cogió para clavar un triple. Sirvió de buen ejemplo de lo que fue el ataque amarillo en el primer cuarto: una sucesión de aciertos, algunos verosímiles y otros no tanto, a los que ICL Manresa tuvo dificultades para responder. McCalebb y O’Neale fueron los principales protagonistas de los primeros compases, en los que los claretianos buscaban abrir brecha (14-8, minuto 5) ante el colista de la tabla.
Un colista, eso sí, que llegaba de tumbar a todo un Baskonia y en clara línea ascendente. Mostraron su buena dinámica con un gran trabajo en ambos lados de la cancha. Cierto es que encajaron 29 puntos en el primer parcial, pero la labor defensiva de los de Ibon Navarro fue encomiable. Poco pudieron hacer ante la exhibición de un Pablo Aguilar enchufado que llegó a anotar tres triples con una mano delante. El conjunto catalán llegó a ponerse a cuatro puntos antes de un arreón final de los amarillos (29-20).
La diferencia llegó a los dobles dígitos con la primera canasta de Richard Hendrix en su primera acción ofensiva de la mañana. Pablo Aguilar anotó su tercer triple del encuentro para enloquecer a una entregada parroquia amarilla. Eulis Báez, un día después de su treinta y cinco cumpleaños, se mostró activo desde el inicio. Fue la vieja guardia isleña la que mantuvo a los locales por encima en el marcador ante el empuje de un ICL Manresa incesante en su empeño.
Su esfuerzo estuvo cerca de tener éxito en la primera mitad. Un robo de Machado mientras McCalebb subía el balón le permitió anotar una fácil bandeja que obligaba a Luis Casimiro a solicitar tiempo muerto (46-43, minuto 19) al ver que los de Navarro se aproximaban peligrosamente. Báez y McCalebb se aliaron en un último minuto lleno de imprecisiones para alargar algo más la diferencia al intermedio (51-43).
Lo sufrió en sus carnes un ICL Manresa que salió con ganas de firmar la segunda proeza consecutiva. Xavi Rey forzó el campo atrás de Pasecniks y luego anotó la primera canasta del cuarto con un potente mate que recordó a los que hacía de amarillo en el Centro Insular. Quizá la única nota positiva de un parcial que dominó el equipo Luis Casimiro. Los claretianos fueron un martillo pilón implacable que sometió a la escuadra catalana sin piedad. Del 51-45 que logró Rey con su mate se pasó al 70-47 con cinco triples en apenas tres minutos de O’Neale -dos-, Aguilar, Báez y Salin. Parcial 19-2 sin comerlo ni beberlo.
Sin embargo, ICL Manresa demostró un gran afán de superación y aprovechó los últimos dos minutos y medio de tercer cuarto para recuperar terreno con un parcial de 2-10 que daba oxígeno a la escuadra manresana y les mantenía en partido (72-57).
Las diferencias llegaron a superar la barrera de la veintena de puntos, pero los de Ibon Navarro no estaban ni mucho menos muertos. Y el grifo de triples de los amarillos se cerró. A todos salvo a un Pablo Aguilar sideral, que se fue hasta una impresionante serie de 6/8 desde más allá de 6,75. Sus triples ayudaron en el momento más acuciante de los grancanarios en toda la mañana. Machado anotó dos tiros libres tras antideportiva (80-71, minuto 34) y la diferencia bajaba de los dobles dígitos. No aprovecharon la posesión y el granadino castigó con un triple.
A pesar de la lucha de un ICL Manresa muy combativo que vendió cara su derrota, el Herbalife Gran Canaria pareció estar en control en todo momento. Y eso que no pudo contar con Eulis Báez, cuya participación en el partido se acabó en el tercer cuarto al retirarse lesionado.
Sexto triunfo consecutivo de un Herbalife Gran Canaria que no deja de mirar arriba en una clasificación de Liga Endesa tremendamente apretada.
Un colista, eso sí, que llegaba de tumbar a todo un Baskonia y en clara línea ascendente. Mostraron su buena dinámica con un gran trabajo en ambos lados de la cancha. Cierto es que encajaron 29 puntos en el primer parcial, pero la labor defensiva de los de Ibon Navarro fue encomiable. Poco pudieron hacer ante la exhibición de un Pablo Aguilar enchufado que llegó a anotar tres triples con una mano delante. El conjunto catalán llegó a ponerse a cuatro puntos antes de un arreón final de los amarillos (29-20).
La diferencia llegó a los dobles dígitos con la primera canasta de Richard Hendrix en su primera acción ofensiva de la mañana. Pablo Aguilar anotó su tercer triple del encuentro para enloquecer a una entregada parroquia amarilla. Eulis Báez, un día después de su treinta y cinco cumpleaños, se mostró activo desde el inicio. Fue la vieja guardia isleña la que mantuvo a los locales por encima en el marcador ante el empuje de un ICL Manresa incesante en su empeño.
Su esfuerzo estuvo cerca de tener éxito en la primera mitad. Un robo de Machado mientras McCalebb subía el balón le permitió anotar una fácil bandeja que obligaba a Luis Casimiro a solicitar tiempo muerto (46-43, minuto 19) al ver que los de Navarro se aproximaban peligrosamente. Báez y McCalebb se aliaron en un último minuto lleno de imprecisiones para alargar algo más la diferencia al intermedio (51-43).
Velocidad de flujo
El Herbalife Gran Canaria se encuentra en un gran momento. Cinco triunfos consecutivos en Liga Endesa le avalan. Pero, sobre todo, está en un contexto genial. De la tristeza que supuso la eliminación europea se ha hecho virtud; la posibilidad de preparar cada partido con una semana completa de entrenamientos convierte al equipo claretiano en un grupo difícil de contener. En una máquina bien engrasada que en cuanto coge velocidad se hace virtualmente imparable.Lo sufrió en sus carnes un ICL Manresa que salió con ganas de firmar la segunda proeza consecutiva. Xavi Rey forzó el campo atrás de Pasecniks y luego anotó la primera canasta del cuarto con un potente mate que recordó a los que hacía de amarillo en el Centro Insular. Quizá la única nota positiva de un parcial que dominó el equipo Luis Casimiro. Los claretianos fueron un martillo pilón implacable que sometió a la escuadra catalana sin piedad. Del 51-45 que logró Rey con su mate se pasó al 70-47 con cinco triples en apenas tres minutos de O’Neale -dos-, Aguilar, Báez y Salin. Parcial 19-2 sin comerlo ni beberlo.
Sin embargo, ICL Manresa demostró un gran afán de superación y aprovechó los últimos dos minutos y medio de tercer cuarto para recuperar terreno con un parcial de 2-10 que daba oxígeno a la escuadra manresana y les mantenía en partido (72-57).
Las diferencias llegaron a superar la barrera de la veintena de puntos, pero los de Ibon Navarro no estaban ni mucho menos muertos. Y el grifo de triples de los amarillos se cerró. A todos salvo a un Pablo Aguilar sideral, que se fue hasta una impresionante serie de 6/8 desde más allá de 6,75. Sus triples ayudaron en el momento más acuciante de los grancanarios en toda la mañana. Machado anotó dos tiros libres tras antideportiva (80-71, minuto 34) y la diferencia bajaba de los dobles dígitos. No aprovecharon la posesión y el granadino castigó con un triple.
A pesar de la lucha de un ICL Manresa muy combativo que vendió cara su derrota, el Herbalife Gran Canaria pareció estar en control en todo momento. Y eso que no pudo contar con Eulis Báez, cuya participación en el partido se acabó en el tercer cuarto al retirarse lesionado.
Sexto triunfo consecutivo de un Herbalife Gran Canaria que no deja de mirar arriba en una clasificación de Liga Endesa tremendamente apretada.
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