Los amarillos remontaron un mal primer tiempo pero no lograron vencer.
Con un ambiente de gala en las gradas del Gran Canaria Arena y con unos preámbulos de partido llenos de homenajes -se aprovechó para aplaudir al Gran Canaria cadete, campeón de Canarias, y los 600 partidos de Luis Casimiro en ACB-, Herbalife Gran Canaria e Iberostar Tenerife se medían en un derbi de altísimos vuelos. El Playoff, nada más y nada menos, en el horizonte. Para los laguneros se trataba de un duelo de vital importancia; para los grancanarios, de una oportunidad de oro para virtualmente sellar su presencia en postemporada.
Marcus Eriksson estrenaba titularidad tras la lesión que sufrió en febrero y le mantuvo más de dos meses alejado de las pistas. No lo pudo hacer mejor el sueco. Salió fino, enchufando sus dos primeros triples. Con sus puntos, y el triple inicial de Xavi Rabaseda, los amarillos tomaban una mínima ventaja (11-10, minuto 5) llegados al ecuador del primer período. Estaba siendo hasta el momento un duelo anotador entre Eriksson y Josh Akognon, que convirtió siete puntos de salida.
Tras un toma y daca constante, el encuentro cayó en un pequeño letargo. Se hizo fuerte la defensa aurinegra y los de Katsikaris empezaron a controlar el tempo del choque. No lograban aprovechar su superioridad defensiva por una buena intensidad, también, del equipo claretiano. Sin embargo, el Iberostar Tenerife abría una pequeña brecha que neutralizaba en cierta manera Pablo Aguilar con un robo finalizado en mate que apretaba las cosas (13-16).
No había sido la mejor cara la mostrada por el Herbalife Gran Canaria, pero las cosas no mejoraron en el segundo cuarto. Iberostar Tenerife abusaba en el bloqueo frontal, continuando con los pívots y encontrando siempre al hombre abierto. Fran Vázquez protagonizaba la jugada del partido con un mate estratosférico sobre Pablo Aguilar y los de Katsikaris volaban sobre el Gran Canaria Arena. De mate en mate, de triple en triple, los laguneros exhibían poderío físico y ofensivo (15-25, minuto 14) para elevar la diferencia hasta los dobles dígitos.
Un pequeño parcial de 6-2 fue suficiente para que Katsikaris pidiera tiempo muerto (21-27, minuto 16) con el objetivo de evitar una posible reacción claretiana. Una respuesta que no acabó de llegar. Le costaba horrores al Herbalife Gran Canaria anotar, y el Iberostar Tenerife hacía daño en el exterior. Un parcial de 2-10 con triples de Abromaitis (sin fallo en la primera parte convirtiendo sus tres intentos) y Vasileiadis ponían 14 puntos de diferencia. Los isleños aprovecharon los últimos instantes de la primera mitad para recortar distancias. Mucho trabajo por hacer, eso sí, para poder competir el encuentro en la segunda mitad (29-39).
Los isleños se reengancharon al encuentro con un parcial de 8-0. Respondió el Iberostar Tenerife para recuperar parte de la renta, pero los amarillos aprovecharon la inercia positiva para seguir recortando distancias. El marcador llegó a señalar un ajustado 46-51 y los claretianos gozaron de varias ocasiones para apretar más las tuercas al Iberostar Tenerife, pero varias imprecisiones condenaron a un Herbalife Gran Canaria que se volvió a ver lejos en el electrónico. Un triple sobre el tiempo de posesión de Ferrán Bassas significaba una diferencia de nueve puntos. No definitiva, pero sí cómoda para los aurinegros (46-55).
Los de Katsikaris habían dominado durante todo el partido. En menor medida en el primer cuarto, pero con cierta solvencia a partir de ese momento. Sin embargo, los canaristas no habían conseguido romper el partido del todo y los de Luis Casimiro seguían teniendo opciones. Incluso después de los tres primeros minutos de un último cuarto que arrancó de la peor manera. Ponitka, hasta el momento desaparecido -sin necesidad de aparecer-, surgió de la nada para sumar varias acciones positivas (49-60, minuto 33) y poner tierra de por medio a siete minutos del final.
Era el momento más delicado, de muchos, del Herbalife Gran Canaria en la mañana. Tras un tiempo muerto, Aguilar anotó de tres. Los aurinegros no acertaban en ataque y aparecía entonces Oriol Paulí. Con 54-60 en el electrónico, el alero catalán tiró de galones. Joven, sí, pero con veteranía en la plantilla, con actitud y con ADN Granca. Oriol anotó dos triplazos seguidos para empatar el encuentro (60-60, minuto 36) y el Gran Canaria Arena entró en ebullición.
La reacción, quizá, llegó demasiado pronto. Quedaban aún más de cuatro minutos para acabar el encuentro y el Iberostar Tenerife fue capaz de reaccionar. Lo hizo con un 62-60 en contra. Ponitka dio alas a los suyos y los grancanarios aún tuvieron tiempo de apretar. Oliver clavó un triple a tabla para poner el 68-69. Beirán respondió con algo de fortuna a aro pasado. Albert Oliver, con 68-71, buscó un triple a la desesperada. Pidió falta con tanta energía que vio técnica.
Así fue el descafeinado final de un duelo que Iberostar Tenerife controló en su gran mayoría. Derrota para apretar la lucha por el Playoff, que escribirá un nuevo capítulo en siete días con la visita del Unicaja al recinto de Siete Palmas.
Marcus Eriksson estrenaba titularidad tras la lesión que sufrió en febrero y le mantuvo más de dos meses alejado de las pistas. No lo pudo hacer mejor el sueco. Salió fino, enchufando sus dos primeros triples. Con sus puntos, y el triple inicial de Xavi Rabaseda, los amarillos tomaban una mínima ventaja (11-10, minuto 5) llegados al ecuador del primer período. Estaba siendo hasta el momento un duelo anotador entre Eriksson y Josh Akognon, que convirtió siete puntos de salida.
Tras un toma y daca constante, el encuentro cayó en un pequeño letargo. Se hizo fuerte la defensa aurinegra y los de Katsikaris empezaron a controlar el tempo del choque. No lograban aprovechar su superioridad defensiva por una buena intensidad, también, del equipo claretiano. Sin embargo, el Iberostar Tenerife abría una pequeña brecha que neutralizaba en cierta manera Pablo Aguilar con un robo finalizado en mate que apretaba las cosas (13-16).
No había sido la mejor cara la mostrada por el Herbalife Gran Canaria, pero las cosas no mejoraron en el segundo cuarto. Iberostar Tenerife abusaba en el bloqueo frontal, continuando con los pívots y encontrando siempre al hombre abierto. Fran Vázquez protagonizaba la jugada del partido con un mate estratosférico sobre Pablo Aguilar y los de Katsikaris volaban sobre el Gran Canaria Arena. De mate en mate, de triple en triple, los laguneros exhibían poderío físico y ofensivo (15-25, minuto 14) para elevar la diferencia hasta los dobles dígitos.
Un pequeño parcial de 6-2 fue suficiente para que Katsikaris pidiera tiempo muerto (21-27, minuto 16) con el objetivo de evitar una posible reacción claretiana. Una respuesta que no acabó de llegar. Le costaba horrores al Herbalife Gran Canaria anotar, y el Iberostar Tenerife hacía daño en el exterior. Un parcial de 2-10 con triples de Abromaitis (sin fallo en la primera parte convirtiendo sus tres intentos) y Vasileiadis ponían 14 puntos de diferencia. Los isleños aprovecharon los últimos instantes de la primera mitad para recortar distancias. Mucho trabajo por hacer, eso sí, para poder competir el encuentro en la segunda mitad (29-39).
Remontada sin premio
No salió inspirado el Herbalife Gran Canaria tras la charla en vestuarios. Tobey estrenó el tercer acto con dos tiros libres a los que le siguió un triple de Josh Akognon (29-44, minuto 22) que disparaba la ventaja lagunera. Un rápido parcial de 0-5 en minuto y medio que ponía una diferencia significativa. Mucho por jugarse, pero mucho por corregir para poder meterse en el partido. Y lo hizo el Herbalife Gran Canaria a base de garra, poco a poco, sin demasiada brillantez pero sí oficio.Los isleños se reengancharon al encuentro con un parcial de 8-0. Respondió el Iberostar Tenerife para recuperar parte de la renta, pero los amarillos aprovecharon la inercia positiva para seguir recortando distancias. El marcador llegó a señalar un ajustado 46-51 y los claretianos gozaron de varias ocasiones para apretar más las tuercas al Iberostar Tenerife, pero varias imprecisiones condenaron a un Herbalife Gran Canaria que se volvió a ver lejos en el electrónico. Un triple sobre el tiempo de posesión de Ferrán Bassas significaba una diferencia de nueve puntos. No definitiva, pero sí cómoda para los aurinegros (46-55).
Los de Katsikaris habían dominado durante todo el partido. En menor medida en el primer cuarto, pero con cierta solvencia a partir de ese momento. Sin embargo, los canaristas no habían conseguido romper el partido del todo y los de Luis Casimiro seguían teniendo opciones. Incluso después de los tres primeros minutos de un último cuarto que arrancó de la peor manera. Ponitka, hasta el momento desaparecido -sin necesidad de aparecer-, surgió de la nada para sumar varias acciones positivas (49-60, minuto 33) y poner tierra de por medio a siete minutos del final.
Era el momento más delicado, de muchos, del Herbalife Gran Canaria en la mañana. Tras un tiempo muerto, Aguilar anotó de tres. Los aurinegros no acertaban en ataque y aparecía entonces Oriol Paulí. Con 54-60 en el electrónico, el alero catalán tiró de galones. Joven, sí, pero con veteranía en la plantilla, con actitud y con ADN Granca. Oriol anotó dos triplazos seguidos para empatar el encuentro (60-60, minuto 36) y el Gran Canaria Arena entró en ebullición.
La reacción, quizá, llegó demasiado pronto. Quedaban aún más de cuatro minutos para acabar el encuentro y el Iberostar Tenerife fue capaz de reaccionar. Lo hizo con un 62-60 en contra. Ponitka dio alas a los suyos y los grancanarios aún tuvieron tiempo de apretar. Oliver clavó un triple a tabla para poner el 68-69. Beirán respondió con algo de fortuna a aro pasado. Albert Oliver, con 68-71, buscó un triple a la desesperada. Pidió falta con tanta energía que vio técnica.
Así fue el descafeinado final de un duelo que Iberostar Tenerife controló en su gran mayoría. Derrota para apretar la lucha por el Playoff, que escribirá un nuevo capítulo en siete días con la visita del Unicaja al recinto de Siete Palmas.
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