Los amarillos llegaron a verse 21 puntos abajo y remontó 15 en el último cuarto.
El Herbalife Gran Canaria pisó Santiago por primera vez en la madrugada del miércoles al jueves tras volar nada más ganar en Macedonia. Desde entonces, los de Luis Casimiro prepararon un partido de por sí exigente, pero con los atenuantes de no poder contar con Darko Planinic, y con las dudas de Richard Hendrix y Anjzes Pasecniks. Y eso, al parecer, lo supo muy bien Moncho Fernández.
El gallego preparó varios ataques en su pizarra que pillaron por sorpresa a un Herbalife Gran Canaria superado desde el salto inicial. El primer cuarto fue un recital del base Mickey McConnell, que sacó a relucir toda su magia. Acabaría jugando casi nueve minutos y firmando 7 puntos y 5 asistencias. De sus manos salieron la mayoría de puntos de los locales, que se fueron hasta los 32 en apenas diez minutos. En los compases iniciales los grancanarios aguantaron gracias a una buena actividad en la ofensiva (11-8, minuto 4), con Sasu Salin destacando con cinco puntos.
Luis Casimiro se vio obligado a pedir tiempo muerto, pero el Río Natura Monbús Obradoiro no levantó el pie del acelerador. Los hombres de banquillo como Llovet, Yusta o Whittington supieron mantener el ritmo de juego impuesto por sus compañeros desde el primer instante. Los isleños no encontraban la manera de hacer daño con su ataque y, en defensa, sucumbían una y otra vez. Al final del primero el marcador era claro, y la estadística más aún: los gallegos solo habían fallado tres tiros de campo (32-15).
La sangría amenazaba con hacerse mayor al inicio del segundo período. El pívot ucraniano Artem Pustovyi, relegado en estas primeras semanas de competición a un segundo palo por la explosión de Shayne Whittington, se erigió como pieza fundamental en el ataque de los suyos. Sus centímetros se revalorizaron ante los problemas físicos de los hombres altos amarillos. La diferencia llegó a ser abrumadora (41-20, minuto 15) gracias, precisamente, al pívot ucraniano y a la dirección de McConnell, que al descanso ya flirteaba con el doble doble al firmar 10 puntos y 8 asistencias.
Con más coraje que cabeza, los de Casimiro recortaron distancias merced a dos triples consecutivos de Pablo Aguilar y Xavi Rabaseda. El parcial llegó a ser de 3-12 y los amarillos estaban más cerca que nunca en los minutos anteriores, pero varios desaciertos en ambos lados de la pista permitieron a los de Moncho Fernández entrar a vestuarios con una ventaja cómoda (51-34).
Nunca hay que dejar de creer
Cuando apenas quedaban tres minutos para arrancar el tercer cuarto, los jugadores del Herbalife Gran Canaria aparecieron por el túnel de vestuarios. La charla de Luis Casimiro fue larga, y pareció surtir efecto en los primeros compases de la segunda mitad. La defensa claretiana mostró una cara más reconocible, y desde el esfuerzo se pudo correr. Salin y Báez se aliaron para lograr un parcial de salida de 2-10 que permitió a los isleños bajar de los diez de diferencia (53-44, minuto 24) tras apenas tres minutos de acto.
Los claretianos seguían mejorando pero no podían reflejarlo en el electrónico. Y es que hasta en cuatro ocasiones pudo el Granca recortar distancias, pero la suerte no estuvo del lado amarillo. Además, en defensa se volvía a sufrir para parar a un tremendo McConnell, que acabaría la noche con 26 puntos, 8 asistencias y 39 créditos de valoración. Él fue el encargado de disparar de nuevo a los suyos. Kuric lograba un triple a pocos segundos del final para poner a doce a los isleños, pero McConnell, claro, anotaba sobre la bocina a tabla (73-58).
Había que remontar quince puntos en diez minutos. Este grupo de jugadores sabía que era posible y nunca dejó de creer.Y se pusieron manos a la obra. Dirigidos por un descomunal Eulis Báez, autor de 9 puntos, los de Casimiro endosaron un parcial de 0-12 al Obra en apenas minuto y cuarenta segundos (73-70, minuto 31) obligando a Moncho a pedir tiempo muerto.
Logró frenar la remontada durante unos instantes, pero el Herbalife Gran Canaria mantuvo la línea ascendente en su juego. Los gallegos pudieron estirarse de nuevo en el marcador, obteniendo cinco puntos de ventaja a dos minutos y medio del final. Los claretianos, jugada a jugada, no desesperaron y fueron remontando hasta ponerse uno arriba con un tiro libre de Kyle Kuric. Con 85-86 a un minuto y diez segundos, el Obra tuvo tiempo de volver a adelantarse con una bandeja de Dulkys.
O’Neale respondió bajo el aro a pase de Oliver. El marcador indicaba un 87-88 a nueve segundos y, en la que podría haber sido el ataque ganador de los locales, Sasu Salin metió una mano salvadora que ayudó a sellar el triunfo.
El gallego preparó varios ataques en su pizarra que pillaron por sorpresa a un Herbalife Gran Canaria superado desde el salto inicial. El primer cuarto fue un recital del base Mickey McConnell, que sacó a relucir toda su magia. Acabaría jugando casi nueve minutos y firmando 7 puntos y 5 asistencias. De sus manos salieron la mayoría de puntos de los locales, que se fueron hasta los 32 en apenas diez minutos. En los compases iniciales los grancanarios aguantaron gracias a una buena actividad en la ofensiva (11-8, minuto 4), con Sasu Salin destacando con cinco puntos.
Luis Casimiro se vio obligado a pedir tiempo muerto, pero el Río Natura Monbús Obradoiro no levantó el pie del acelerador. Los hombres de banquillo como Llovet, Yusta o Whittington supieron mantener el ritmo de juego impuesto por sus compañeros desde el primer instante. Los isleños no encontraban la manera de hacer daño con su ataque y, en defensa, sucumbían una y otra vez. Al final del primero el marcador era claro, y la estadística más aún: los gallegos solo habían fallado tres tiros de campo (32-15).
La sangría amenazaba con hacerse mayor al inicio del segundo período. El pívot ucraniano Artem Pustovyi, relegado en estas primeras semanas de competición a un segundo palo por la explosión de Shayne Whittington, se erigió como pieza fundamental en el ataque de los suyos. Sus centímetros se revalorizaron ante los problemas físicos de los hombres altos amarillos. La diferencia llegó a ser abrumadora (41-20, minuto 15) gracias, precisamente, al pívot ucraniano y a la dirección de McConnell, que al descanso ya flirteaba con el doble doble al firmar 10 puntos y 8 asistencias.
Con más coraje que cabeza, los de Casimiro recortaron distancias merced a dos triples consecutivos de Pablo Aguilar y Xavi Rabaseda. El parcial llegó a ser de 3-12 y los amarillos estaban más cerca que nunca en los minutos anteriores, pero varios desaciertos en ambos lados de la pista permitieron a los de Moncho Fernández entrar a vestuarios con una ventaja cómoda (51-34).
Nunca hay que dejar de creer
Cuando apenas quedaban tres minutos para arrancar el tercer cuarto, los jugadores del Herbalife Gran Canaria aparecieron por el túnel de vestuarios. La charla de Luis Casimiro fue larga, y pareció surtir efecto en los primeros compases de la segunda mitad. La defensa claretiana mostró una cara más reconocible, y desde el esfuerzo se pudo correr. Salin y Báez se aliaron para lograr un parcial de salida de 2-10 que permitió a los isleños bajar de los diez de diferencia (53-44, minuto 24) tras apenas tres minutos de acto.
Los claretianos seguían mejorando pero no podían reflejarlo en el electrónico. Y es que hasta en cuatro ocasiones pudo el Granca recortar distancias, pero la suerte no estuvo del lado amarillo. Además, en defensa se volvía a sufrir para parar a un tremendo McConnell, que acabaría la noche con 26 puntos, 8 asistencias y 39 créditos de valoración. Él fue el encargado de disparar de nuevo a los suyos. Kuric lograba un triple a pocos segundos del final para poner a doce a los isleños, pero McConnell, claro, anotaba sobre la bocina a tabla (73-58).
Había que remontar quince puntos en diez minutos. Este grupo de jugadores sabía que era posible y nunca dejó de creer.Y se pusieron manos a la obra. Dirigidos por un descomunal Eulis Báez, autor de 9 puntos, los de Casimiro endosaron un parcial de 0-12 al Obra en apenas minuto y cuarenta segundos (73-70, minuto 31) obligando a Moncho a pedir tiempo muerto.
Logró frenar la remontada durante unos instantes, pero el Herbalife Gran Canaria mantuvo la línea ascendente en su juego. Los gallegos pudieron estirarse de nuevo en el marcador, obteniendo cinco puntos de ventaja a dos minutos y medio del final. Los claretianos, jugada a jugada, no desesperaron y fueron remontando hasta ponerse uno arriba con un tiro libre de Kyle Kuric. Con 85-86 a un minuto y diez segundos, el Obra tuvo tiempo de volver a adelantarse con una bandeja de Dulkys.
O’Neale respondió bajo el aro a pase de Oliver. El marcador indicaba un 87-88 a nueve segundos y, en la que podría haber sido el ataque ganador de los locales, Sasu Salin metió una mano salvadora que ayudó a sellar el triunfo.
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