El conjunto claretiano luchó como pudo ante un Real Madrid que acabó decantando el partido de su lado en los instantes finales.
Diez días seguidos fuera con tres partidos, una vuelta de 14 horas, un jugador lesionado, tres tocados, la gripe volando por el vestuario amarillo,… No es que el Herbalife Gran Canaria las tuviera todas consigo ante el Real Madrid; directamente, no tenía ninguna.
Y el inicio del partido hacía presagiar lo peor en el Gran Canaria Arena. Los amarillos se mostraron muy atascados en las labores ofensivas y el Real Madrid, que llegaba de ganar de 39 en el Palau al FC Barcelona Lassa en un partido muy placentero, se alejaba poco a poco. Un gancho de Felipe Reyes (2-9, minuto 4) amenazaba con romper el encuentro de buenas a primeras. No lo lograron los de Laso, eso sí, gracias a un gran esfuerzo defensivo local que pronto dio sus frutos en ataque. Aguilar y Rabaseda sirvieron de revulsivos desde el banquillo y anotaron cuatro puntos sin respuesta.
Se volvieron a estirar los blancos hasta llegar a tener nuevamente seis de ventaja, pero irrumpió entonces Kyle Kuric. El estadounidense clavó tres triples y seguidos y precedió a un alley-oop culminado por Aguilar que empataba la contienda y obligaba a Laso a pedir tiempo muerto. Ayón anotó cuatro puntos en el último minuto del cuarto para decantar la balanza del lado madridista (17-21).
Salió con la misma mentalidad el grupo claretiano al segundo acto. Defensa a defensa el Herbalife Gran Canaria fue ganando terreno y culminó la remontada con dos tiros libres de Xavi Rabaseda (24-22, minuto 14) para un parcial de 7-1. Doncic clavó un triple desde la esquina tras paso atrás en la siguiente jugada para desatascar a su equipo, y se vivió uno de los pocos intercambios de canastas fluidos de toda la noche.
McCalebb estaba en su salsa: rival de enjundia y defensor, Sergio Llull, de los mejores del continente. El de Nueva Orleans empezó a correr la pista a ritmo de jazz y lideró un parcial de 7-1 (33-28, minuto 18) que daba una ventaja de cinco puntos a los isleños. La diferencia alcanzó los siete tantos, pero en el último minuto y medio de la primera mitad el Real Madrid recortó distancias con una canasta de Reyes y un triple de Rudy, sobre la bocina, que acabó en la cesta tras golpear el aro (39-37).
Con Eulis Báez y Pablo Aguilar con problemas de faltas, Royce O’Neale había tenido que actuar de ‘4’ durante varios minutos. El respetable del Gran Canaria Arena había protestado alguna que otra decisión arbitral en la primera parte, pero el ruido de la grada amarilla creció varios decibelios en la segunda mitad.
El tercer cuarto transcurrió lento, algo que favorecía los intereses de Herbalife Gran Canaria. Lo hacía porque, históricamente, la relación de terceros cuartos contra el Real Madrid había sido el lastre decisivo en la ristra de derrotas consecutivas que arrastran los grancanarios ante el conjunto blanco. Tras casi seis minutos, el marcador apenas había variado. O’Neale machacaba a una mano (45-42, minuto 26) y hacía vibrar a la parroquia claretiana. A diez del final, el Herbalife Gran Canaria ganaba por uno y tenía una ventaja, mínima eso sí, que defender (56-55).
Las faltas y los tiros libres lastraron a los claretianos durante el encuentro, pero fue especialmente sangrante en el último período. Poco a poco, el Real Madrid fue abriendo brecha gracias a la línea de 4,60, desde la que lanzaron un total de 25 tiros por tan solo 8 amarillos.
Una de las acciones claves se dieron con menos de cuatro minutos para el final. Con 63-65 en el marcador y un Herbalife Gran Canaria en línea ascendente que había logrado un parcial de 5-0, los colegiados señalaban falta a Luka Doncic en un limpio dos contra uno que había acabado en robo. Del empate, a un 63-67 que hundió a los anfitriones. En los minutos finales el Real Madrid se mostró más acertado y dio muestras de su nivel ante un Granca que no bajó los brazos y cerró el encuentro con un triple inerte de Kyle Kuric (68-76).
Y el inicio del partido hacía presagiar lo peor en el Gran Canaria Arena. Los amarillos se mostraron muy atascados en las labores ofensivas y el Real Madrid, que llegaba de ganar de 39 en el Palau al FC Barcelona Lassa en un partido muy placentero, se alejaba poco a poco. Un gancho de Felipe Reyes (2-9, minuto 4) amenazaba con romper el encuentro de buenas a primeras. No lo lograron los de Laso, eso sí, gracias a un gran esfuerzo defensivo local que pronto dio sus frutos en ataque. Aguilar y Rabaseda sirvieron de revulsivos desde el banquillo y anotaron cuatro puntos sin respuesta.
Se volvieron a estirar los blancos hasta llegar a tener nuevamente seis de ventaja, pero irrumpió entonces Kyle Kuric. El estadounidense clavó tres triples y seguidos y precedió a un alley-oop culminado por Aguilar que empataba la contienda y obligaba a Laso a pedir tiempo muerto. Ayón anotó cuatro puntos en el último minuto del cuarto para decantar la balanza del lado madridista (17-21).
Salió con la misma mentalidad el grupo claretiano al segundo acto. Defensa a defensa el Herbalife Gran Canaria fue ganando terreno y culminó la remontada con dos tiros libres de Xavi Rabaseda (24-22, minuto 14) para un parcial de 7-1. Doncic clavó un triple desde la esquina tras paso atrás en la siguiente jugada para desatascar a su equipo, y se vivió uno de los pocos intercambios de canastas fluidos de toda la noche.
McCalebb estaba en su salsa: rival de enjundia y defensor, Sergio Llull, de los mejores del continente. El de Nueva Orleans empezó a correr la pista a ritmo de jazz y lideró un parcial de 7-1 (33-28, minuto 18) que daba una ventaja de cinco puntos a los isleños. La diferencia alcanzó los siete tantos, pero en el último minuto y medio de la primera mitad el Real Madrid recortó distancias con una canasta de Reyes y un triple de Rudy, sobre la bocina, que acabó en la cesta tras golpear el aro (39-37).
Con Eulis Báez y Pablo Aguilar con problemas de faltas, Royce O’Neale había tenido que actuar de ‘4’ durante varios minutos. El respetable del Gran Canaria Arena había protestado alguna que otra decisión arbitral en la primera parte, pero el ruido de la grada amarilla creció varios decibelios en la segunda mitad.
El tercer cuarto transcurrió lento, algo que favorecía los intereses de Herbalife Gran Canaria. Lo hacía porque, históricamente, la relación de terceros cuartos contra el Real Madrid había sido el lastre decisivo en la ristra de derrotas consecutivas que arrastran los grancanarios ante el conjunto blanco. Tras casi seis minutos, el marcador apenas había variado. O’Neale machacaba a una mano (45-42, minuto 26) y hacía vibrar a la parroquia claretiana. A diez del final, el Herbalife Gran Canaria ganaba por uno y tenía una ventaja, mínima eso sí, que defender (56-55).
Las faltas y los tiros libres lastraron a los claretianos durante el encuentro, pero fue especialmente sangrante en el último período. Poco a poco, el Real Madrid fue abriendo brecha gracias a la línea de 4,60, desde la que lanzaron un total de 25 tiros por tan solo 8 amarillos.
Una de las acciones claves se dieron con menos de cuatro minutos para el final. Con 63-65 en el marcador y un Herbalife Gran Canaria en línea ascendente que había logrado un parcial de 5-0, los colegiados señalaban falta a Luka Doncic en un limpio dos contra uno que había acabado en robo. Del empate, a un 63-67 que hundió a los anfitriones. En los minutos finales el Real Madrid se mostró más acertado y dio muestras de su nivel ante un Granca que no bajó los brazos y cerró el encuentro con un triple inerte de Kyle Kuric (68-76).
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