Julio se formó en las categorías inferiores de la cadena colegial, apuntando desde muy pronto al primer equipo. Con todo, sus primeros pasos como sénior no los dio en las islas Canarias sino en Baleares, concretamente en el Formentera, donde permaneció dos años. Lobelle de Santiago fue su última parada antes de recalar nuevamente en su club de siempre en la temporada 07-08.
Sobre la cancha, el cierre grancanario es de esos jugadores que parece que nunca hace nada, pero siempre esta donde debe estar. Serio en defensa y siempre bien posicionado, raramente se le suele escapar el jugador al que marca. En ataque no destaca ni por su potencia de disparo ni su regate, pero apoya todas las jugadas de su equipo y siempre le llegan balones para marcar. Es el prototipo de jugador que debe tener todas las plantillas.
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