Herbalife Gran Canaria recibe a La Bruixa d’Or Manresa con el claro objetivo de lograr un triunfo que les permita seguir luchando por acceder al Playoff por el título.
Después de la derrota en Miribilla hace una semana, el Herbalife Gran Canaria necesita derrotar a La Bruixa d’Or Manresa para seguir luchando por estar entre los primeros ocho clasificados de la Liga Endesa.
En frente, un equipo manresano que precisa ganar para seguir aspirando a lograr la salvación, claro objetivo para lo que resta de temporada.
La aportación en el interior de Isaac Fotu también ha sido muy importante desde que llegó a Manresa. El ala-pívot neozelandés fue fichado por el CAI Zaragoza, que acto seguido le cedió al club manresano. Su agilidad y su buen tiro de tres le hacen una amenaza difícil de parar. En su debut en ACB está firmando 10 puntos y 3,8 rebotes por encuentro.
En las alas son Roger Grimau y Marius Grigonis los más constantes y regulares. La noche y el día tanto en su juego como en su carrera. Grimau, un hombre reconvertido a base que más que una posición, ocupa el rol de líder espiritual, ha sido titular en veinte ocasiones, más que ningún otro compañero. Promedia 8,5 puntos, 3,3 rebotes y 1,9 asistencias. Por su parte, Grigonis es un alero joven, de gran futuro, y un excelente tirador de tres puntos. El lituano aporta por choque 8 puntos con 3,5 rebotes.
Club Baloncesto Gran Canaria y Bàsquet Manresa se conocen a la perfección. El equipo claretiano ha tenido que recibir la visita de los históricos manresanos hasta en veintidós ocasiones, y en líneas generales, sea cual sea el contexto, siempre resulta un rival complicado de batir.
El primer enfrentamiento directo data del 5 de octubre de 1985 en el que era uno de los primeros partidos de la historia claretiana en la máxima división del baloncesto español. El por entonces Claret Las Palmas cedía por un ajustado 63-65. Los siguientes enfrentamientos mantendrían la misma tónica de igualdad y tensión. De hecho, los primeros cinco duelos se decidieron por menos de nueve puntos (tres del lado local, dos del lado visitante).
Y no cambiarían las cosas entre los años 1992 y 1998. En esos seis años, Gran Canaria y TDK Manresa se vieron las caras en cinco ocasiones, resolviéndose el balance del lado amarillo con tres triunfos, por dos manresanos. Todos los partidos acabaron con una diferencia menor de seis puntos. El duelo anotador protagonizado por Morton (32 puntos) y Alston (25 puntos, 10 rebotes) el 14 de febrero de 1998 fue uno de los momentos álgidos de la historia de estos partidos. Aquella tarde, los catalanes vencieron por 80-86.
En el nuevo siglo las prestaciones manresanas bajaron, y dejaron atrás sus años dorados. De los siguientes nueve duelos, Manresa tan solo logró vencer uno, el 16 de noviembre de 2003 por un ajustado 65-69 con un grupo en el que se encontraba Albert Oliver.
Los grancanarios lograron endosar varias palizas, como el 91-73 en el año 2006 (26 puntos de Savané, y 24 para Marcus Norris); el 89-65 de 2009 o el 90-65 del siguiente año.
Pero llegaría luego una racha aún vigente. Los manresanos han logrado ganar en sus últimos tres desplazamientos a Gran Canaria. Lo ha logrado siempre, además, llegando en las posiciones bajas de la tabla, luchando por la salvación y sin muchas opciones a priori. Los tres encuentros han estado marcados por un cuarto especialmente nefasto del equipo amarillo, y por el bajo acierto en el tiro. Sin ir más lejos, el pasado curso La Bruixa d’Or vencía por 70-85 tras endosar un 15-33 en el primer cuarto. Los amarillos acabarían ese día con un 3/19 en triples.
Con los antecedentes más recientes sobre la mesa, habrá que tener mucha atención a un choque con un añadido emocional debido a la vuelta de Pedro Martínez a tierras grancanarias.
En frente, un equipo manresano que precisa ganar para seguir aspirando a lograr la salvación, claro objetivo para lo que resta de temporada.
Las piezas de La Bruixa d’Or Manresa
Tan solo un jugador del equipo catalán supera los dobles dígitos de valoración. Es el pívot Zeljko Sakic, que pese a su irregularidad se ha convertido a base de buenas actuaciones en uno de los mayores peligros del grupo dirigido por Pedro Martínez. Sakic, que ha sido titular en catorce ocasiones, promedia 11,3 puntos, 4,8 rebotes y 13,2 créditos de valoración.La aportación en el interior de Isaac Fotu también ha sido muy importante desde que llegó a Manresa. El ala-pívot neozelandés fue fichado por el CAI Zaragoza, que acto seguido le cedió al club manresano. Su agilidad y su buen tiro de tres le hacen una amenaza difícil de parar. En su debut en ACB está firmando 10 puntos y 3,8 rebotes por encuentro.
En las alas son Roger Grimau y Marius Grigonis los más constantes y regulares. La noche y el día tanto en su juego como en su carrera. Grimau, un hombre reconvertido a base que más que una posición, ocupa el rol de líder espiritual, ha sido titular en veinte ocasiones, más que ningún otro compañero. Promedia 8,5 puntos, 3,3 rebotes y 1,9 asistencias. Por su parte, Grigonis es un alero joven, de gran futuro, y un excelente tirador de tres puntos. El lituano aporta por choque 8 puntos con 3,5 rebotes.
Cómo llegan
La Bruixa d’Or Manresa, que acumula seis victorias en lo que llevamos de temporada, cayó hace una semana en el Nou Congost ante el Gipuzkoa Basket por 64-79 en un choque que se rompió en el último cuarto. Sin embargo, hace dos semanas protagonizó la campanada de la jornada al tumbar al hasta entonces líder Unicaja por 80-76. Antes de ello, los catalanes habían acumulado cuatro derrotas consecutivas ante rivales exigentes: FC Barcelona, Bilbao Basket, Laboral Kutxa y MoraBanc Andorra.Hemeroteca amarilla
La Bruixa d’Or Manresa visitará por vigésima tercera ocasión Gran Canaria, buscando la que sería su cuarta victoria consecutiva en tierras isleñas.Club Baloncesto Gran Canaria y Bàsquet Manresa se conocen a la perfección. El equipo claretiano ha tenido que recibir la visita de los históricos manresanos hasta en veintidós ocasiones, y en líneas generales, sea cual sea el contexto, siempre resulta un rival complicado de batir.
El primer enfrentamiento directo data del 5 de octubre de 1985 en el que era uno de los primeros partidos de la historia claretiana en la máxima división del baloncesto español. El por entonces Claret Las Palmas cedía por un ajustado 63-65. Los siguientes enfrentamientos mantendrían la misma tónica de igualdad y tensión. De hecho, los primeros cinco duelos se decidieron por menos de nueve puntos (tres del lado local, dos del lado visitante).
Y no cambiarían las cosas entre los años 1992 y 1998. En esos seis años, Gran Canaria y TDK Manresa se vieron las caras en cinco ocasiones, resolviéndose el balance del lado amarillo con tres triunfos, por dos manresanos. Todos los partidos acabaron con una diferencia menor de seis puntos. El duelo anotador protagonizado por Morton (32 puntos) y Alston (25 puntos, 10 rebotes) el 14 de febrero de 1998 fue uno de los momentos álgidos de la historia de estos partidos. Aquella tarde, los catalanes vencieron por 80-86.
En el nuevo siglo las prestaciones manresanas bajaron, y dejaron atrás sus años dorados. De los siguientes nueve duelos, Manresa tan solo logró vencer uno, el 16 de noviembre de 2003 por un ajustado 65-69 con un grupo en el que se encontraba Albert Oliver.
Los grancanarios lograron endosar varias palizas, como el 91-73 en el año 2006 (26 puntos de Savané, y 24 para Marcus Norris); el 89-65 de 2009 o el 90-65 del siguiente año.
Pero llegaría luego una racha aún vigente. Los manresanos han logrado ganar en sus últimos tres desplazamientos a Gran Canaria. Lo ha logrado siempre, además, llegando en las posiciones bajas de la tabla, luchando por la salvación y sin muchas opciones a priori. Los tres encuentros han estado marcados por un cuarto especialmente nefasto del equipo amarillo, y por el bajo acierto en el tiro. Sin ir más lejos, el pasado curso La Bruixa d’Or vencía por 70-85 tras endosar un 15-33 en el primer cuarto. Los amarillos acabarían ese día con un 3/19 en triples.
Con los antecedentes más recientes sobre la mesa, habrá que tener mucha atención a un choque con un añadido emocional debido a la vuelta de Pedro Martínez a tierras grancanarias.
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