Tras sufrir una remontada de 17 puntos, el Herbalife Gran Canaria despertó a tiempo para sumar el triunfo final.
A pesar de que el Movistar Estudiantes se jugaba la vida, el ambiente antes del partido era bastante distendido. Numerosos reencuentros, con la vuelta de Levon Kendall como hecho remarcado, y conversaciones antes del salto inicial.
Todo hacía pensar que el salto cambiaría la distensión, pero el Movistar Estudiantes no salió acerado. Báez se erigió como figura protagonista anotando los primeros cinco puntos del partido. Simpson intentaba poner la réplica desde el interior, pero el dominio claretiano era incontestable y Valdeolmillos se veía obligado a parar el choque tras apenas cuatro minutos disputados (11-3, minuto 5) con su equipo contra las cuerdas.
La diferencia alcanzó los dobles dígitos gracias a la buena defensa amarilla, que provocó muchas pérdidas en un Estu nervioso, atenazado. Sus siete primeros puntos tuvieron que ser de Simpson desde la pintura, y apenas Pumprla y Bircevic pudieron unirse ante un Granca que tenía en pista a Pasecniks y Paulí. Trece de diferencia tras diez minutos (24-11).
Javi Salgado le cambió la cara a los colegiales. El veterano base dirigió con acierto y no se arrugó ante la presencia de Báez y Omic, los mejores hombres de Aíto en el día de hoy. Salgado lideró un parcial de 0-8 con el que el Estu se metía en el partido (24-19), aprovechando el bajo ritmo amarillo.
Kuric anotó sus primeros puntos para romper la sequía y los isleños no tardaron en volver a abrir brecha. Aguilar clavó el único triple del partido en el primer tiempo y pronto las diferencias volvieron a ser de dobles dígitos. El Movistar Estudiantes lo intentaba pero sin éxito, y el Herbalife Gran Canaria, con lo justo, lograba marcharse a vestuarios con trece de ventaja (39-26).
La tensión competitiva brillaba por su ausencia. El Herbalife Gran Canaria no estaba realizando un buen baloncesto y el Estu, tras la reanudación, encontró la manera de anotar. Y en cuanto lo hizo, creyó y se aferró a un partido que necesitaba ganar por lo civil o lo criminal. Pero el Granca, por momentos, mantenía la alegría en el juego, y corriendo conseguía la máxima diferencia de la mañana (50-33, minuto 24) obligando a Valdeolmillos a pedir un tiempo muerto.
El parón vino bien a un Estu que recortó distancias hasta los cinco puntos con un parcial de 3-15 a un conjunto claretiano espeso. Tanto que Laprovittola consiguió robar un balón en el centro de la pista para anotar y dejar la diferencia en solo tres puntos. Pasecniks y Paulí firmaron cuatro puntos para dar algo, poco, de oxígeno a los grancanarios (57-53).
Sin comerlo ni beberlo, el Movistar Estudiantes tenía un partido de diez minutos por delante para conseguir un triunfo vital. La garra estudiantil tenía hombre y apellido, y además de la cantera: Juancho Hernángomez. Anotó un triple nada más arrancar el último cuarto para colocar el 56-55 en el electrónico. Juancho no se amilanaba. Ni siquiera después de un triple de Newley que alargaba el colchón (68-60), cuando conseguía anotar un canastón ante la defensa de Omic.
Habían recobrado la vida, y el Estu se lo creía. No acompañaba el acierto desde 4,60, con fallos de Hernángomez y Simpson en dos adicionales, pero los colegiales alcanzaban los últimos cinco minutos con tan solo cuatro puntos de desventaja (70-66).
Quién si no, Hernángomez, culminaba con cuatro puntos la remontada para firmar el empate a 70 con 3:40 minutos por disputarse. Los ataques amarillos eran una sucesión de pérdidas y malos tiros. La inercia tenía claro color azul y lo inevitable acabó sucediendo: triple desde la esquina de Nicolás Laprovittola y primera ventaja visitante en todo el choque, 72-73. Fue el primero de un intercambio en el que participaron Oliver y Salgado. Omic cambió las tornas anotando en el interior y Aguilar, tras una rápida transición amarilla, ponía el 79-76 con un minuto por jugarse.
La selección ofensiva del Movistar Estudiantes en el último minuto fue mala. A 20,8 segundos del final, dos tiros libres de Oliver ponían el 81-78. Replicaba Salgado anotando otros dos, y Aguilar, en su cita con el 4,60, anotó solo uno.
Era 82-80, bola estudiantil y 8,7 segundos. Los pupilos de Valdeolmillos gozaron de dos ocasiones, pero no consiguieron anotar y el triunfo acabó siendo local.
Todo hacía pensar que el salto cambiaría la distensión, pero el Movistar Estudiantes no salió acerado. Báez se erigió como figura protagonista anotando los primeros cinco puntos del partido. Simpson intentaba poner la réplica desde el interior, pero el dominio claretiano era incontestable y Valdeolmillos se veía obligado a parar el choque tras apenas cuatro minutos disputados (11-3, minuto 5) con su equipo contra las cuerdas.
La diferencia alcanzó los dobles dígitos gracias a la buena defensa amarilla, que provocó muchas pérdidas en un Estu nervioso, atenazado. Sus siete primeros puntos tuvieron que ser de Simpson desde la pintura, y apenas Pumprla y Bircevic pudieron unirse ante un Granca que tenía en pista a Pasecniks y Paulí. Trece de diferencia tras diez minutos (24-11).
Javi Salgado le cambió la cara a los colegiales. El veterano base dirigió con acierto y no se arrugó ante la presencia de Báez y Omic, los mejores hombres de Aíto en el día de hoy. Salgado lideró un parcial de 0-8 con el que el Estu se metía en el partido (24-19), aprovechando el bajo ritmo amarillo.
Kuric anotó sus primeros puntos para romper la sequía y los isleños no tardaron en volver a abrir brecha. Aguilar clavó el único triple del partido en el primer tiempo y pronto las diferencias volvieron a ser de dobles dígitos. El Movistar Estudiantes lo intentaba pero sin éxito, y el Herbalife Gran Canaria, con lo justo, lograba marcharse a vestuarios con trece de ventaja (39-26).
La tensión competitiva brillaba por su ausencia. El Herbalife Gran Canaria no estaba realizando un buen baloncesto y el Estu, tras la reanudación, encontró la manera de anotar. Y en cuanto lo hizo, creyó y se aferró a un partido que necesitaba ganar por lo civil o lo criminal. Pero el Granca, por momentos, mantenía la alegría en el juego, y corriendo conseguía la máxima diferencia de la mañana (50-33, minuto 24) obligando a Valdeolmillos a pedir un tiempo muerto.
El parón vino bien a un Estu que recortó distancias hasta los cinco puntos con un parcial de 3-15 a un conjunto claretiano espeso. Tanto que Laprovittola consiguió robar un balón en el centro de la pista para anotar y dejar la diferencia en solo tres puntos. Pasecniks y Paulí firmaron cuatro puntos para dar algo, poco, de oxígeno a los grancanarios (57-53).
Sin comerlo ni beberlo, el Movistar Estudiantes tenía un partido de diez minutos por delante para conseguir un triunfo vital. La garra estudiantil tenía hombre y apellido, y además de la cantera: Juancho Hernángomez. Anotó un triple nada más arrancar el último cuarto para colocar el 56-55 en el electrónico. Juancho no se amilanaba. Ni siquiera después de un triple de Newley que alargaba el colchón (68-60), cuando conseguía anotar un canastón ante la defensa de Omic.
Habían recobrado la vida, y el Estu se lo creía. No acompañaba el acierto desde 4,60, con fallos de Hernángomez y Simpson en dos adicionales, pero los colegiales alcanzaban los últimos cinco minutos con tan solo cuatro puntos de desventaja (70-66).
Quién si no, Hernángomez, culminaba con cuatro puntos la remontada para firmar el empate a 70 con 3:40 minutos por disputarse. Los ataques amarillos eran una sucesión de pérdidas y malos tiros. La inercia tenía claro color azul y lo inevitable acabó sucediendo: triple desde la esquina de Nicolás Laprovittola y primera ventaja visitante en todo el choque, 72-73. Fue el primero de un intercambio en el que participaron Oliver y Salgado. Omic cambió las tornas anotando en el interior y Aguilar, tras una rápida transición amarilla, ponía el 79-76 con un minuto por jugarse.
La selección ofensiva del Movistar Estudiantes en el último minuto fue mala. A 20,8 segundos del final, dos tiros libres de Oliver ponían el 81-78. Replicaba Salgado anotando otros dos, y Aguilar, en su cita con el 4,60, anotó solo uno.
Era 82-80, bola estudiantil y 8,7 segundos. Los pupilos de Valdeolmillos gozaron de dos ocasiones, pero no consiguieron anotar y el triunfo acabó siendo local.
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