Cuando se han disputado dos carreras en la Formula 1, y se
aproxima Bahrein, la nueva normativa que se aplica esta temporada en el gran
circo sigue creando grandes expectativas entre todos los equipos, cuyo primer
objetivo está en conseguir la fiabilidad de los coches tras los problemas
surgidos en la pretemporada y los riesgos que se asumen con los cambios
realizados.
La superioridad hasta ahora demostrada por Mercedes es
total, pues al doblete de Sepang hay que sumar la victoria de Rosberg en
Australia y el rendimiento de otros equipos que llevan el propulsor de la firma
alemana desde la primera carrera, aunque en Malasia, Mclaren y Williams no
pudieron confirmar lo realizado en Australia, ya que Button y Massa
respectivamente, no pudieron brillar como lo habían hecho en la primera cita
Mangnusen o Bottas. El dominio de Mercedes en este inicio es aplastante con
pole incluida y Hamilton parece haber encontrado la confianza necesaria para
superar a su compañero de equipo como ya lo hiciera hace unos años con Alonso
en Mclaren, logrando mantener una diferencia de segundos insalvable en la
carrera con respecto a sus perseguidores.
Mientras tanto, se pudo observar el resurgir de Red Bull con
Vettel mejorando bastante lo realizado anteriormente, y se aprecia la mano de
Newey que parece querer demostrar que por ahora son los únicos candidatos a
disputar la superioridad alemana, tras una aciaga pretemporada. Mientras
Fernando Alonso y Ferrari se mantienen en tierra de nadie, con cierta
tranquilidad que al final le permitió alcanzar la cuarta plaza en detrimento de
Hulkenberg, por la estrategia de conservar los neumáticos. Por su parte Kimi,
que por problemas caía hasta la última plaza, pudo recuperar posiciones aunque
se quedó fuera de los puntos. El finlandés aún no ha dicho la última palabra, a
pesar de aquellos que ya se conforman con hacer comparaciones con los
resultados del asturiano.
Una de las cosas a destacar en esta temporada, es la
confianza demostrada por algunos de los equipos fuertes de la parrilla en los
pilotos jóvenes, con lo que ello significa en el mundillo, de atrevimiento y
riesgo. Señalar en este aspecto las apuestas por pilotos como Ricciardo y Kvyat
en Red Bull, Magnussen en McLaren, o Bottas en Williams. En Australia,
brillaron muchos de ellos y compensaron a sus grandes jefes del riesgo que esta
apuesta supone por temor a equivocarse en la decisión, teniendo en cuenta
además que aumentan los equipos con pilotos de pago.
El ruido de los motores es uno de los aspectos más negativos
en los cambios reglamentarios introducidos, y ya existen voces relevantes que
claman por una solución. A ese respecto, nos viene a la memoria la aparición
del motor turbo en la década de los 70,
cuando por primera vez fuimos testigos en el circuito del Jarama, de aquel
sonido sorprendente que emitía el pionero Renault pilotado por René Arnoux en
el GP de España. Sorprendió en principio, pero rápidamente nos habituamos a su
sonora melodía. Tenemos la intuición de que ahora ocurrirá lo mismo con las
consecuencias ruidosas de la normativa.
Por nuestra parte, y hablando de otros efectos sonoros, nos
satisface grandemente la posibilidad de seguir las carreras de la Formula 1 por
otra plataforma televisiva, que nos evita el sufrimiento de aguantar el
“forofismo” españolista de alguno. Bienvenido a un nuevo ruido informativo más
objetivo.
P.D.- Comentario del autor del blog
Foto: El Pais
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