jueves, 3 de abril de 2014

FIABILIDAD, SUPERIORIDAD, CONFIANZA Y EL RUIDO DE LOS BÓLIDOS



Cuando se han disputado dos carreras en la Formula 1, y se aproxima Bahrein, la nueva normativa que se aplica esta temporada en el gran circo sigue creando grandes expectativas entre todos los equipos, cuyo primer objetivo está en conseguir la fiabilidad de los coches tras los problemas surgidos en la pretemporada y los riesgos que se asumen con los cambios realizados.

La superioridad hasta ahora demostrada por Mercedes es total, pues al doblete de Sepang hay que sumar la victoria de Rosberg en Australia y el rendimiento de otros equipos que llevan el propulsor de la firma alemana desde la primera carrera, aunque en Malasia, Mclaren y Williams no pudieron confirmar lo realizado en Australia, ya que Button y Massa respectivamente, no pudieron brillar como lo habían hecho en la primera cita Mangnusen o Bottas. El dominio de Mercedes en este inicio es aplastante con pole incluida y Hamilton parece haber encontrado la confianza necesaria para superar a su compañero de equipo como ya lo hiciera hace unos años con Alonso en Mclaren, logrando mantener una diferencia de segundos insalvable en la carrera con respecto a sus perseguidores.

Mientras tanto, se pudo observar el resurgir de Red Bull con Vettel mejorando bastante lo realizado anteriormente, y se aprecia la mano de Newey que parece querer demostrar que por ahora son los únicos candidatos a disputar la superioridad alemana, tras una aciaga pretemporada. Mientras Fernando Alonso y Ferrari se mantienen en tierra de nadie, con cierta tranquilidad que al final le permitió alcanzar la cuarta plaza en detrimento de Hulkenberg, por la estrategia de conservar los neumáticos. Por su parte Kimi, que por problemas caía hasta la última plaza, pudo recuperar posiciones aunque se quedó fuera de los puntos. El finlandés aún no ha dicho la última palabra, a pesar de aquellos que ya se conforman con hacer comparaciones con los resultados del asturiano.

Una de las cosas a destacar en esta temporada, es la confianza demostrada por algunos de los equipos fuertes de la parrilla en los pilotos jóvenes, con lo que ello significa en el mundillo, de atrevimiento y riesgo. Señalar en este aspecto las apuestas por pilotos como Ricciardo y Kvyat en Red Bull, Magnussen en McLaren, o Bottas en Williams. En Australia, brillaron muchos de ellos y compensaron a sus grandes jefes del riesgo que esta apuesta supone por temor a equivocarse en la decisión, teniendo en cuenta además que aumentan los equipos con pilotos de pago.

El ruido de los motores es uno de los aspectos más negativos en los cambios reglamentarios introducidos, y ya existen voces relevantes que claman por una solución. A ese respecto, nos viene a la memoria la aparición del motor turbo  en la década de los 70, cuando por primera vez fuimos testigos en el circuito del Jarama, de aquel sonido sorprendente que emitía el pionero Renault pilotado por René Arnoux en el GP de España. Sorprendió en principio, pero rápidamente nos habituamos a su sonora melodía. Tenemos la intuición de que ahora ocurrirá lo mismo con las consecuencias ruidosas de la normativa.

Por nuestra parte, y hablando de otros efectos sonoros, nos satisface grandemente la posibilidad de seguir las carreras de la Formula 1 por otra plataforma televisiva, que nos evita el sufrimiento de aguantar el “forofismo” españolista de alguno. Bienvenido a un nuevo ruido informativo más objetivo.

P.D.- Comentario del autor del blog

  Foto: El Pais

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