El Herbalife Gran Canaria sumó con solvencia un nuevo triunfo que les clasifica virtualmente al Playoff de la Liga Endesa.
Nueva tesitura para el equipo de Aíto García Reneses. Semana completa para preparar un partido y descarte obligatorio por tener a trece hombres en plantilla. Tras Oriol Paulí y Brad Newley, fue el turno de Xavi Rabaseda de quedarse en vaqueros. La rotación responde más al exterior, y fue en el interior donde se fraguó la primera batalla de la mañana. Omic y Shermadini anotaron los primeros seis puntos para sus equipos, y Salin rompió el hielo desde 6,75 con el primer triple de la mañana. El finés estuvo imparable en el acto inicial, anotando tres triples consecutivos para disparar al Granca (17-11, minuto 7) ante un MoraBanc Andorra algo aturdido.
Sin embargo, la racha de Salin se vio interrumpida por un golpe recibido en la lucha por un rebote. Con sangre en la frente, el escolta nórdico tuvo que retirarse a vestuarios para ser atendido. El MoraBanc Andorra, que seguía volcando su ofensiva al juego interior, logró recortar distancias (22-18).
Pero la iniciativa seguía siendo isleña. Lo era a pesar de la remontada andorrana. Shermadini seguía a lo suyo, anotando con facilidad, reboteando en ambos aros y además intimidando. Una jugada que inició el georgiano con tapón la finalizó él mismo con un 2+1 que puso por delante al equipo de Peñarroya (24-26, minuto 13) por primera vez en la mañana.
Intentaba seguir estirando el marcador el equipo del Principado pero el Herbalife Gran Canaria recuperó el orden y el control. Lo hizo con Oriol Paulí en pista. El joven alero catalán firmó uno de sus mejores partidos con la camiseta claretiana, anotando, reboteando y dirigiendo. De sus manos, y sus piernas, salieron varios puntos de los logrados en un parcial de 18-4 con el que se cerró la primera mitad. Báez, Pangos y Salin martillearon el aro rival desde más allá de 6,75 para poner la diferencia en dobles dígitos al descanso (45-34).
La ventaja llegó a ser de trece puntos tras la reanudación, aunque los de Peñarroya intentaban aferrarse a sus opciones de victoria en los primeros compases del tercer período. Una canasta de Holt dejaba la renta en únicamente seis puntos (56-50, minuto 27) justo antes de un nuevo estirón isleño. Pangos se hizo con el control del encuentro en el momento adecuado para comandar un parcial de 9-2 que, de nuevo, golpeó la moral andorrana en el momento justo. A diez del final, el Granca mandaba por quince (67-52).
No tuvo mucha historia un último cuarto en el que el Herbalife Gran Canaria puso el piloto automático y sumó un nuevo triunfo de manera encomiable. Con la solvencia de un equipo superior. Aíto García Reneses dio minutos a todos los jugadores disponibles, siendo Pasecniks y Savané los únicos que se quedaron en menos de diez.
El ritmo de juego fue elevado, con altas anotaciones por parte de ambos equipos. Oriol Paulí ofreció varias jugadas espectaculares, acabando con 7 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias. Pangos, por su parte, alcanzó las 11 asistencias y superó así la barrera de las 10 por primera vez en su carrera. El equipo claretiano, en definitiva, brindó una apacible velada dominical a los casi 7.000 espectadores que acudieron al Gran Canaria Arena.
Sin embargo, la racha de Salin se vio interrumpida por un golpe recibido en la lucha por un rebote. Con sangre en la frente, el escolta nórdico tuvo que retirarse a vestuarios para ser atendido. El MoraBanc Andorra, que seguía volcando su ofensiva al juego interior, logró recortar distancias (22-18).
Pero la iniciativa seguía siendo isleña. Lo era a pesar de la remontada andorrana. Shermadini seguía a lo suyo, anotando con facilidad, reboteando en ambos aros y además intimidando. Una jugada que inició el georgiano con tapón la finalizó él mismo con un 2+1 que puso por delante al equipo de Peñarroya (24-26, minuto 13) por primera vez en la mañana.
Intentaba seguir estirando el marcador el equipo del Principado pero el Herbalife Gran Canaria recuperó el orden y el control. Lo hizo con Oriol Paulí en pista. El joven alero catalán firmó uno de sus mejores partidos con la camiseta claretiana, anotando, reboteando y dirigiendo. De sus manos, y sus piernas, salieron varios puntos de los logrados en un parcial de 18-4 con el que se cerró la primera mitad. Báez, Pangos y Salin martillearon el aro rival desde más allá de 6,75 para poner la diferencia en dobles dígitos al descanso (45-34).
La ventaja llegó a ser de trece puntos tras la reanudación, aunque los de Peñarroya intentaban aferrarse a sus opciones de victoria en los primeros compases del tercer período. Una canasta de Holt dejaba la renta en únicamente seis puntos (56-50, minuto 27) justo antes de un nuevo estirón isleño. Pangos se hizo con el control del encuentro en el momento adecuado para comandar un parcial de 9-2 que, de nuevo, golpeó la moral andorrana en el momento justo. A diez del final, el Granca mandaba por quince (67-52).
No tuvo mucha historia un último cuarto en el que el Herbalife Gran Canaria puso el piloto automático y sumó un nuevo triunfo de manera encomiable. Con la solvencia de un equipo superior. Aíto García Reneses dio minutos a todos los jugadores disponibles, siendo Pasecniks y Savané los únicos que se quedaron en menos de diez.
El ritmo de juego fue elevado, con altas anotaciones por parte de ambos equipos. Oriol Paulí ofreció varias jugadas espectaculares, acabando con 7 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias. Pangos, por su parte, alcanzó las 11 asistencias y superó así la barrera de las 10 por primera vez en su carrera. El equipo claretiano, en definitiva, brindó una apacible velada dominical a los casi 7.000 espectadores que acudieron al Gran Canaria Arena.
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